Provócame [Nathaniel CDMU]

Capítulo 2 La Parca

Nathaniel POV

- ¿Qué demonios haces aquí? -Repetí esperando que Eliana dijera algo, cualquier cosa, pero seguía ahí parada simplemente mirándome como si no creyera lo que estuviera viendo.

En ese instante me llené de ira al verla frente a mí, mi cuerpo se tensó por completo y todo en mi gritaba que tenía que largarme de esa habitación...Simplemente era difícil estar cerca de ella.

Tomé mi camisa y me la puse rápidamente. Sin decirle nada a la chica con la que estaba a punto de follar -de la cual ni siquiera recordaba el nombre- salí de la habitación dispuesto a poner una gran distancia entre ella y yo.

No podía creer que ella estuviera aquí, que haya regresado. Después de la maldita forma en la que rompió conmigo hace cuatro años, tenía la esperanza de que no la volvería ver nunca más en la vida. En realidad, pensé que ese día de hace cuatro años sería la última vez que volvería a saber algo de ella, pero parece que la vida no me ha jodido lo suficiente porque ahora ella estaba de vuelta en la ciudad.

- ¡Nathaniel! -Una voz que era capaz de reconocer entre miles de voces gritó mi nombre, lo cual solo causo que acelerará más el paso. No tenía ni una jodida gana de hablar con Eliana.

Sin embargo, había cosas que por más que pasara el tiempo nunca iban a cambiar, y la obstinación de Eliana era una de ellas.

Eliana me alcanzó y se paró frente a mí, respirando agitadamente. Una de sus manos se posó con delicadeza sobre mi pecho dándome a entender que quería que parara y la escuchara, pero en ese momento, en que su mano hizo contacto conmigo y las puntas de sus dedos rozaron la parte de mi piel que la camisa no cubría sucedieron dos cosas.

La primera y la que más me impacto fue lo que su tacto hizo en mí. El ligero contacto me hizo estremecer y llevó a mi mente a recordar momentos con Eliana donde no había ninguna barrera que separara su piel de la mía.

La segunda cosa y que era lo que esperaba sentir fue la ira y resentimiento que habían estado conmigo por cuatro años. Fue por esa segunda cosa por la que me deje llevar.

Definitivamente no lo haría por la primera.

Aparté su mano de mi bruscamente y vi como la sorpresa y un destello de dolor cruzaba el rostro de Eliana al tiempo en que apretaba su mano contra su pecho aún sorprendida por el gesto.

- ¿Qué diablos quieres? -Nuevamente había un toque de sorpresa en su rostro, pero esa emoción era menos fuerte que la anterior.

-Solo quería hablar contigo Nath...

-No me llames así -Le espeté en tono brusco lo cual solo causo que frunciera el ceño ante mí.

- ¿Es que acaso te has cambiado el nombre? -Me dijo en tono sarcástico y comprendí con eso que estaba agotando su paciencia. Sonreí internamente por eso.

-No me gusta que me digan Nath, solo llámame Nathaniel -Eliana seguía con el ceño fruncido y aproveche ese momento de desconcierto por parte de ella para poder observarla más detenidamente.

Eliana ahora tenía el cabello más largo, pero del mismo color chocolate que tanto me había gustado cuando la conocí, sus ojos esmeraldas seguían mirándome con la misma intensidad que hace cuatro años y su cuerpo...

Mierda, su cuerpo era lo que más había cambiado, llevaba puesta una camisa negra con escote que me permitía ver el contorno de sus pechos, que podía asegurar ahora eran más grandes. Su figura se había acentuado, resaltando de ese modo sus caderas.