Provócame [Nathaniel CDMU]

Capítulo 4 Consigliere

Nathaniel POV

Me aleje de la habitación de Eliana rápidamente y la furia que intente fuertemente ocultar ante ella comenzó a resurgir con celeridad. La imagen del hombre atacándola, de ella llorando y de su pecho lastimado aparecieron continuamente en mi cabeza.

Encontraría al hombre que le hizo eso y le haría lamentar cada cosa que le hizo.

Claramente no iba a encontrarlo hoy, pero era un hombre paciente, mientras más tiempo mi furia hervía en mí, peor era para la persona que lo recibiera.

De verdad que ese hombre lo tenía mal.

Salí del campus de la universidad y me dirigí hacia mi apartamento a tan solo unas cuadras de este. Apenas llegue una pequeña bola peluda se lanzó a mis piernas y comenzó a restregarse contra ellas al tiempo en que maullaba.

Me agache y levante a Blanca, con cuidado puse mi dedo sobre su cabeza y la acaricie haciendo que ronroneara con ternura.

Amaba mucho a Blanca, era la gata más increíble jamás creada y de las mejores compañías, además que ella estuvo conmigo en todo momento y a diferencia de los demás no me juzga ni se aleja apenas me ve.

Tampoco me ha abandonado nunca.

Me dispuse a prepararme algo de comer y de servirle comida a Blanca cuando mi teléfono sonó con estridencia en el bolsillo de mi pantalón. Lo saqué rápidamente para ver que era Ámber quien me llamaba.

Con todo lo que había pasado con Eliana había olvidado por completo que había quedado con ella en el Snake Room, maldije internamente ese hecho sabiendo con mi hermana no lo iba a dejar pasar, así como así. Por ahora tenía que contestarle o muy bien podría tenerla llamando toda la noche.

-Hola Ámber

-¿En serio Nathaniel? ¿Eso es todo lo que dirás? -La voz de mi hermana dejaba en claro que no estaba para nada contenta conmigo -Te estuve esperando por horas en el Snake Room, y tú no tuviste la decencia ni siquiera de llamar para avisar que no ibas a venir

-Lo sé y lo siento, pero tengo una buena explicación para eso

-Espero en serio que sea buena. Estoy yendo a tu apartamento y estaré encantada de escucharla

Lo único que quería era comer algo, alimentar a Blanca e irme a dormir. El regreso de Eliana y su ataque junto con la pelea de esta noche me habían dejado completamente agotado, no estaba para escuchar el regaño de Ámber, pero tampoco es como si tuviera otra opción.

-Está bien, aquí te espero

A los poco minutos había llegado Ámber. Entró hecha una furia al apartamento apenas abrí la puerta. Tiró su bolso sobre mi cama y su ceño solo se ablando mientras saludaba a Blanca.

Era en estos momentos que extrañaba un poco a la antigua Ámber, ella no hubiera venido hasta aquí y mucho menos le preocuparía lo que estuviera pasando con mi vida, ya que lo único que le importaba en ese entonces era que todo y todos giraran en torno a ella.

Sin embargo, era algo que solo pensaba por unos segundos, ya que realmente me gustaba el cambio que había tenido mi hermana. Los años y las cosas de la vida la habían hecho madurar de la manera correcta e hicieron de ella una mejor persona. Alguien más empática y amable, alguien que era bien querida por los demás.

Todo lo contrario de lo que me había pasado a mí.

-¿Cuál es esa buena excusa por la que me dejaste plantada?

-Te contaré si aceptas comerte un sándwich conmigo

-Ya comí algo en el Snake Room

-Claro, cómo si en serio fuera a creer algo así -Le di la espalda a Ámber y me dirigí a la cocina dispuesto a preparar los sándwiches. Estaba bastante seguro de que ella aceptaría.