DREAMERS +18 |JJK |KTH

SETENTA Y CUATRO

Ella es diferente

Jong-in

Los primeros recuerdos de Jong-in era la vez que vio por primera vez a Taehyung, una pequeña y extraña bolsa de huesos.

Desde que su madre quedó embarazada muchos le advirtieron al pequeño niño que a partir de ese momento, sus padres se olvidarían de él y pasarían a concentrarse en el más pequeño, pero la verdad es que aquello había resultado siendo falso.

Su madre que siempre le leía cuantos antes de dormir aún llegaba a su habitación en las noches, con aquel bebé en brazos.

Lo cierto era que Taehyung desde que fue un bebé, había sido alguien que muy poco se daba a notar.

Comía, dormía e iba al baño, casi como una mascota, o así era como Jong-in lo solía verlo, pero también era adorable, y su madre lucía feliz de tenerlo. A demás que durante las últimas semanas desde que el bebé nació su padre pasaba más tiempo en casa, algo que Jong-in amaba.

Para Jong-in, ellos cuatro eran una familia perfecta, de hecho sabía que era un niño afortunado, porque tenía a sus padres, a su pequeño hermanito, una gran casa, que incluso tenía jardín en el cual jugaba con Black, un perro de color negro y sabía que no era un nombre novedoso, pero cuando quizo cambiárselo el perro ya se había acostumbrado a ese nombre.

Fuera lo que fuera, era feliz. Y no podía esperar a que el tiempo pasara para que Taehyung empezara a caminar y hablar para que ambos pudieran jugar con Black.

Sin embargo lo que Jong-in nunca predijo fue que sólo bastarían unos meses más cuando su madre enfermo. Aquello pasó de manera imprevista.

"Pronto me podré mejor" solía decir, cuando aún tenía fuerzas para hablar, como aquello incluso había hecho que su padre hiciera que desfilaran médico tras médico, en busca de una solución.

Sin embargo ninguno parecía darle una respuesta que le gustara. Habían pasado de hospital en hospital, pero lo único que Jong-in podía recordar era aquel día, cuando vio por primera vez llorar a su padre.

Aquel hombre fuerte e irrompible, se había encerrado en su oficina, mientras golpeaba cosas, las cuales días más tarde fueron remplazadas por nuevas, después de que habían sido destruidas con un bate de béisbol.

Aquel día fue la primera vez que Jong-in cargo en sus brazos al pequeño Taehyung, quien claramente no sabía lo pasaba.

Y quien tampoco lloraría, por la pérdida de quien nunca conoció.

Eso no le quitaba de que años más tarde, optaría por decirle una y otra vez a su hermano mayor que le describiera a su madre.

Ese serie el primer funeral al que Jong-in asistiría.

Y fue la primera vez que su pecho dolió de esa manera.

Aún así, Jong-in había tratado de mantener una sonrisa y más cuando su padre parecía haberla perdido por completo.

Sin embargo, luego una mañana, mientras buscaba a Black entre los arbustos, encontró como es que la mascota a quien había visto crecer, también había muerto.

Ahí tirado en el frío césped, con la boca abierta y unos ojos espeluznantes.

Fue ahí cuando lo entendió, todos morirían un día.

Con el tiempo, el dolor de aquellas pérdidas pareció cesar.

Taehyung muy pocas veces decía palabra y su padre la mayor parte del tiempo pasaba en su oficina. Y Jong-in creyó que su vida sería así para siempre.