Secuestro

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hola, aqui les dejo la continuacion de esta historia ya la empezare a subir un poco mas seguido, espero que les guste y me regalen sus votos y comentarios, gracias por leer mis historias.

Morenita... 

Un ruido fuerte me desperto, escuche gritos, me levante de prisa de  la cama y me puse unos pantalones una sudadera y mis tenis, me recogi el pelo aun escuchaba el ruido, y en mi mente se encendio una alarma y recorde las palabras de Pablo, defiendete pero sobre todo huye sali de mi cuarto y escuche disparos y gritos, los escuchaba preguntar por mi padre y por mi, de pronto senti que me tapaban la boca estuve a punto de golpearlo, cuando me dijo.

-Morenit soy yo, soy papa tranquila mi amor, saldremos de aqui de acuerdo-me dijo y me tomo de la mano, caminamos despacio por el pasillo nos encontramos con dos de los escoltas.

-Sr saldremos por la ventana, los guardias estan luchando por no permitir que lleguen al segundo piso, pero son muchos tenemos que sacarlos de aqui, Pablo viene en camino solo espero que llegue pronto, lo encontraremos en la parte de atras vamos Sr-le dijo uno de los guardias.

-No saquen a mi Hija, y asegurense de que llegue con Pablo-les dijo mi padre-yo me aferre a el.

-No papa, vamos por favor, yo no me voy de aqui sin ti-le dije y uno de los guardias me tomo por la cintura, y yo grite y en ese momento llegaron hasta nosotros hombres armados, solo estabamos los cuatros y ellos eran alrededor de ocho.

-Tiren las armas, o aqui se mueren todos-les dijo un hombre los guardias vieron a mi padre y me soltaron, yo corri hasta el y el me abrazo les aventaron las armas y depues les dispararon en la cabeza, yo me estremeci el hombre que les disparo era de la edad de mi padre, y a lado  de el estaba un hombre de algunos 20 años quien me miraba de arriba a abajo, yo me aferre mas a mi padre.

-Que quieres Marquez, te dare lo que quieras, solo no te acerques a mi hija-le dijomi padre y el se carcajeo de una manera que me enchino la piel, por una parte queria que Pablo llegara y por otra no, por que no sabia lo que estos hombres le harian.

-Ya no puedes pedir nada, ni mucho menos ofrecer eres hombre muerto Jose, y tu hija se convertira en el jugete de mi hijo-le dijo el y mi padre me puso a su espalda.

-Primero me tendras que matar-le dijo mi padre, y el sonrio de manera amenazante.

-Con gusto-dijo y le disparo, mi padre cayo al suelo con una bala en su cabeza, yo me arrodille ante el y empeze a llorar y a gritarle.

-Maldito lo mato, lo mato-me levante y le di una bofetada el me la devolvio con tal fuerza que me tumbo al suelo y me pegue en la cabeza, no supe mas de mi todo se volvio negro.

Cuando abri los ojos mi cabeza dio vueltas, y cuando al fin pude enfocar la mirada me di cuenta de que estaba en una habitacion que no reconoc,i me quise mover y me di cuenta de que mis manos y pies estaban atadas en forma de X, mis brazos empezaron a doler no sabia cuanto tiempo llevaba asi, aqui no habia ventanas por lo que no sabia si era dia o de noche, escuche que una puerta se abria y vi que entraba el hombre que asesino a mi padre y el otro quien supongo que es su hijo, me vieron y se sonrieron entre los dos.

-Veo que ya estas despierta-me dijo el hombre que se hace llamar Marquez-mira no tengo nada personal contigo-me dijo.

-Pues yo contigo si-le dije y levante la cara para verlo-tu me quitaste lo que mas quiero y yo me encargare de que tu pierdas lo que mas quieres-le dije por que segun Pablo este hombre adoraba a su hijo, casi igual de lo que mi padre me adoraba a mi y yo me encargaria de matarlo a el, solo tenia que buscar la manera de liberarme, el se carcajeo otra vez.

-Niña tonta, dejame te digo mi hijo tiene unos gustos particularmente rudos y algunas veces se le a pasado la mano, espero que tu seas un poco mas resistente que las anteriores-dijo y me dejo completamente confundida, salio dejandome sola con el otro.

-Parece que aun no nos presentan-soy Adrian-me dijo, poniendose frente a mi y le escupi la cara, me daba asco solo el verlo se limpio la cara y me dio una bofetada-veremos cuando te duran tus infulas de princesa, estupida niña-me dijo tomando mi cara en las manos y apretandome, se que me dejo marcas por que no soportaba el dolor, no queria llorar pero las lagrimas se escapaban de mis ojos y el se rio, me puso una mordaza en la boca y lo vi alejarse se puso a mis espaldas, escuchaba como movia algunas cosas-si este sera perfecto para ti, veremos cuanto eres capaz de soportas princesita-dijo el antes de sentir un latigazo en mi espalda, que me hizo soltar un grito que se vio acallado por la mordaza, alcanse a contar 8 mas hasta que senti que las fuerza me abandonaban y estaba apunto del desmayo, cuando me solto y me lanzo sobre un colchon el cual en cuanto lo senti me estremeci de dolor-te voy a enseñar a disfrutar, Princesita-dijo mientras me abria las piernas, queria resistirme pero no me respondia mi cuerpo, senti como entraba en mi de un solo golpe-asi que la princesita es virgen, vaya que regalo-dijo el muy desgraciado hundiendose dentro de mi, el me mordia los pechos, el cuello, los brazos y yo me desmaye no pude mas, no se cuanto tiempo estuve sumida en la inconciensia, pero no fue lo suficiente senti como un choro de agua caia en mi cara, quise levantarme pero una vez mas no pude, lo vi parado enfrente de mi, estaba amarrada en una mesa me tenia con las piernas abiertas y se reia de mi, mi tortura no termino ahi el muy maldito encendio un cigarillo y me quemo por todo el cuerpo, yo solo le pedia a dios que terminara con mi sufrimiento, pero al parecer aun no habia tenido suficiente de mi, el muy maldito me metio tantas cosas en mi parte y se reia como un maldito desquiciado, no entendia por que lo hacia pero al parecer disfrutaba como un maldito desgraciado, su telefono sono.

-Que quieres, es mi turno tu ya la tuviste-dijo al telefono, mas lagrimas salieron de mi al parecer mas personas abusaron de mi mientras estaba inconsiente, el colgo el telefono y lo lanzo a la pared rompiendolo, se acerco a mi con una navaja, la paso por mi pecho y despues solto los amarres de mis pies y despues de mis manos, sacando fuerzas de donde pude le arrebate la navaja y se la enterre en el ojo, el gritaba de dolor pero eso no era nada comparado a lo que el me hizo, la puerta se abrio de golpe y el ruido del exterior se escucho, levante la vista preparandome para que el que habia entrado me matara, por haber herido al hij de puto que estaba tirado en el suelo llorando como un maldito niño.

Corazon AtormentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora