Mi princesa.

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James...

Al llegar a Chicago fui a casa de Marlen, ella se habías mudado aqui para estar mas cerca de mi pequeña princesa, ella estaba próxima a cumplir dos años al tocar el timbre Marlen se sorprendió al verme, ella no me esperaba tan pronto y menos tan tarde.

-James pasa-me dice, ella esta en bata-Abby acaba de dormirse-me dice.

-Lo siento, se que debí de esperar hasta mañana pero tenia muchas ganas de verla-le digo, ella asiente.

-Esta en su habitacion, preparare café-me dice asiento y subo las escaleras hasta el cuarto de mi pequeña, ella esta en su cuna ya le empieza a quedar pequeña, al verla ahí todo vale la pena, el dolor en mi corazón desaparece, si Samantha no puede aceptarla es su problema mi princesa jamas estará por debajo de nadie, yo jamas la dejaría de lado para permitir que alguien la maltrate y la haga sentir no querida, mi pequeña suspira en sueños y ríe mi pecho se hincha de orgullo, es mi princesa, esta fue mi ultima misión me dedicare a las oficinas, no puedo volver a dejarla sola me acerco y la beso en su frente, bajo las escaleras y Marlen me espera con la taza de café, desde que la conocí ella ha sido maravillosa conmigo, a pesar de como termino todo con su hija, ella siempre me apoyo y mas después de que ella murió, era su única hija por eso ella se aferro a Abby-quieres hablar-me dice.

-No es nada-le digo, ella levanta las cejas-es solo algo que no funciono-le digo, ella pone su mano encima de la mía.

-Lo siento-me dice, yo asiento-preparare el cuarto de invitados para que pases aqui la noche-me dice y sale de la cocina, minutos después regresa y se despide subo al cuarto de invitados y me doy una ducha rápida, agradezco tener algo de ropa aqui, no es la primera vez que me quedo aqui.

Siento unas pequeñas manos recorrer mi cara, y un pequeño cuerpecito encima mio

-Lespielta papi teno hambe-dice mi pequeña, desde que aprendió hablar es como un pequeño periquito jamas se calla, sonrió de medio lado y ella suspira-papa-dice, abro los ojos y esta con sus pequeñas manos en sus caderas, y su ceño fruncido como lo hace Zaid.

-De acuerdo estoy despierto-le digo, ella me sonrie y sube con dificultad a la cama.

-Te qelo-me dice y me abraza, yo la abrazo fuerte mi niña vale todo, no me importa si toda mi vida la paso solo con ella, beso sus mejillas y después le hago cosquillas en su pequeño cuello, amo su olor-no papi, no coqillas no-me dice y me aleja con sus pequeñas manitas, nuestra risa se escucha en la habitacion, a levantar la vista Marlen nos ve sonriente desde la puerta.

-Abby, no te dije que dejaras dormir a tu papa-le dice

-Pelo teno hamble tita-le dice en un tono lastimero que le consigue siempre lo que quiere, ella se acerca y la toma en brazos.

-Deja que tu padre acabe de cambiarse, te preparare el desayuno-le dice mi niña sale junto con su abuela, salto rápido de la cama y en menos de 5 minutos estoy listo, tomamos el desayuno entre risas y mi niña en sus palabras me cuenta todo lo que ha pasado, después del desayuno nos despedimos de Marlen y regresamos a nuestra casa, mi pequeña corre a su habitacion a ella le gusta estar con su abuela pero extraña su cuarto.

-¿Cuano menen mis tios?-pregunta mi pequeña.

-No lo se cariño, ellos aun tienen trabajo-le digo, ella asiente y se pone a jugar con sus juguetes la dejo jugando, tengo que llamar a Zaid para ver que progresos ahí.

He hablado con Zaid, no hay novedad aun y eso nos preocupa, el dice que Randy y Dan están siguiendo una pista y esperan que los lleve  a algo, platicamos un poco mas al colgar la casa esta en un silencio casi sepulcral, y eso es malo si tienes una pequeña de casi dos años en la casa, camino por el pasillo llego hasta la reja de seguridad que tengo en la puerta donde deje a Abby, y ella esta tratando de limpiar la pared la cual ha rayado toda con sus colores, al escucharme ella se voltea y tira el color.

-No, no fui-me dice y levanta sus ojitos para verme, cuando ella me pone esa mirado estoy perdido, solo espero aprender a manejarlos por que no se que haré cuando sea adolescente.

-Si no fuiste tu, ¿entonces quien lo hizo?-pregunto, ella levanta sus pequeños hombros como diciendo quien sabe, la miro y ella baja su mirada.

-Shi fui yo-dice mi pequeña, y camina hasta la puerta-lo shiento-me dice la cargo.

-Vamos señorita, le daré un baño, pero no vuelvas hacer eso de acuerdo, si quieres pintar algo tienes tus libros para colorear-le digo, ella me sonrie y eso hace que olvide todo, la baño rápidamente y la cambio, es hora de su comida voy a la cocina con ella en mis brazos y la coloco en su sillita, y me pongo a preparar la comida, ella esta viéndome cocinar y se ríe de mi, nos sirvo la comida y ella come muy bien no es nada especial para la comida, Zaid dice que eso lo saco de mi, mi princesa se esta quedando dormida después de comer, limpio su hermosa carita y la llevo a su habitacion dejándola dormir su siesta.

-Papa-la vocesita de mi pequeña se oye desde su habitacion, al entrar ella esta casi saliendo de la cuna, ya tengo que conseguirle una cama no quiero que un día se golpe al tratar de salir, Marlen dice que es demasiado pronto, pero yo no lo creo así, la tomo en brazos.

-A donde jovencita-ella ríe, la bajo y ella sale corriendo, la sigo por toda la casa estos momentos son los que adoro, amo jugar con mi pequeña y escucharla reír no me importa lo tonto que me vea con una sabana amarrada en mi, o con una corona en mi cabeza, o tomar al te, o jugar con muñecas por que se que eso la hace feliz, y yo haría todo por que ella este siempre así de feliz, no quiero que ella sienta jamas el miedo que yo llegue a sentir cuando era un niño.

El día pasa demasiado rápido para mi, mañana regreso a las oficinas y Abby a su guardería, Marlen insiste en cuidarla, pero ella también tiene su trabajo y no puedo permitir que lo descuide por cuidar a mi pequeña.

-Papi pelo momir aqui-me dice mi pequeña.

-Por supuesto, mi cama es tu cama-le digo, y ella sonrie y como puede se sube, adoro lo independiente que es, aprendió a caminar con tan solo 10 meses y hablar a los 14 meses, es una niña muy lista para su edad, eso me lo dicen siempre en su guardería y eso me hace sentir inmensamente orgulloso, ella se acurruca conmigo y yo beso su pequeña cabezita y su olor a bebe me reconforta.

Corazon AtormentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora