James Carter

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Les dejo un capítulo mas, esperó que les guste, y me regalen sus votos y comentarios.
James...

La vi irse en el todo terreno, no se porque reaccione así, tenía mucho que una chica no me ponía así de duro con solo mirarla, pero en este momento no estaba para distracciones tenia un trabajo que hacer.

Hace unos días Parker Ramirez, un antiguo compañero de la marina entro en mi oficina, y me pidió que verificara que Samantha Miller se instalaba bien aquí, y no tenia ningún peligro, recordé que el hablaba siempre de esta chica, pero el la llamaba "Morenita" el había estado loco por ella, claro eso no evitaba que se tirara a otras mujeres cada que tenia oportunidad, pero eso había sido justo antes de que yo abandonara la Marina y empezara este negocio con Zaid Thompson, mi superior en la Marina y mejor amigo, tenemos apenas un año con este negocio pero nos abrimos camino, yo le debo una favor a Parker, el me saco de un fuego cruzado en el que pude haber perdido la vida, es por eso que no me negué, se que con esto no le podre pagar lo que hizo por mi pero va ser algo, y justo ahora tengo algunos días libres no creo que me tome mucho tiempo asegurarme que esa mujer este instalada, y tal vez después me de tiempo de saber quien es la chica caliente del todo terreno, subo a mi moto y llego al hotel donde estaré estos días, me dan una habitación y me instalo abro mi computadora y tengo los planos de la cabaña donde esta chica estará, no entiendo porque tiene tanta seguridad, pero mi trabajo es solo asegurarme que no corre peligro aqui, mi teléfono suena y hago una mueca la ver la llamada,

-¿Que pasa Carol?-le pregunto a mi ex.

-Necesite dinero-me dice, aprieto los puños esta mujer me saca de mis casillas.

-Carol ya te lo dije no te daré mas de lo que estipulo el juez, y eso es para que lo uses en Abby no en ti-le digo.

-Lo uso en ella, que quieres si tu hija es una maldita cagona y tragona-aprieto los dientes para no decirle lo que se merece, no se como pude acostarme con ella.

-Mira Carol en este momento no estoy para discusiones de acuerdo, te acabo de depositar lo de la manutención y ya necesitas mas, en que demonios te gastas el dinero, lo que debes de hacer es buscarte un maldito trabajo-le digo y cuelgo, maldición necesito hablarle a Zaid y pedirle que lleve pañales y leche para Abby, mi niña ella es lo único bueno que tengo en la vida, es lo único que no lamento de mi relación con Carol, marco el numero de Zaid y el contestas el tercer tono.

-Espero que sea bueno-me dice y lo escucho agitado, no quiero ni pensar lo que interrumpí.

-Necesito que vayas a casa de Carol, y lleves pañales y leche para Abby-le digo.

-Otra vez, ¿que no acabas de depositarle?-me pregunta.

-Si pero dice que ya no tiene, y en este momento no quiero discutir sobre eso-le digo, el suspira.

-De acuerdo me pongo a ello, ¿y tu como vas?, ¿ya estas en ese pueblo?-me pregunta.

-Estoy cerca, te avisare si hay algún peligro o algo-le digo y cuelgo, se que el se hará cargo de la situación mientras estoy fuera, el fue el primero que me dijo que no me involucrara con Carol, pero no le hice caso.

Después de revisar los planos de la cabaña y el terreno donde estaba, solo tendría que ir y ver los mejores lugares para poner las cámaras, sin ser visibles y verificar algunos vecinos, y podría dedicar unos días a buscar a mi chica, mi estomago gruño no quería comer aquí, así que me cambie y salí a buscar algún lugar donde pudiera comer, salí a la calle en este pueblo se respiraba tranquilidad, camine por las calles buscando donde comer, cuando vi su todo terreno estaba frente a una pequeño restaurante, sonreí como el gato que se había comido al ratón, y camine hasta ahí, la vi sentada en la barra y un tipo estaba a su lado, y ella se miraba incomoda me acerque hasta donde estaba y alcance a escuchar al tipo.

-Vamos Linda, sera solo una copa la pasaremos bien-le dijo y ella negó con la cabeza, ella levanto la vista y me miro, su mirada se oscureció un poco, cuando ella se mordió el labio sin pensarlo pase por el lado del tipo y la tome de la cintura.

-Lo siento Bebe, se me hizo tarde-le dije y después baje mis labios a los suyos y la bese, ella abrí la boca por la sorpresa y yo aproveche y metí mi lengua en ella, sentí un fuerte escalofrió recorrer mi piel, pero ella después del titubeo me correspondió al beso.

Samantha (morenita)...

El devoraba mi boca, ¡y yo le estaba correspondiendo!, mi piel estaba caliente mi respiración se acelero y mi corazón se quería salir de mi pecho, pero no era miedo de eso estaba segura, ¡por dios que me estaba pasando!, alguien se aclaro la garganta y el se alejo de mi, la mesera nos miraba un poco sonrojada.

-Su mesa esta lista-dijo, el tomo mi mano y yo me deje llevar, el tipo que minutos antes estaba sobre mi me miraba con la boca abierta, y mientras lo seguía vi su espalda, era un hombre fuerte, sus hombros eran anchos, su mano era grande la mía se miraba diminuta en la de el, la mesera nos mostró la mesa y el retiro mi silla y se sentó frente a mi, yo aun no podía reaccionar no sabia que decirle, vi que el tipo que me molestaba se sentó unas mesas adelante de nosotros, pero aun no me quitaba la vista de encima.

-¿Que vas a pedir bebe?-me dijo el y yo me gire a verlo, el me miraba como si eso fuera lo mas natural, como si realmente habíamos quedado para cenar, el me paso el menú y después el examino el suyo, al bajar el mio el tipo nefasto me sonrió nuevamente.

-De acuerdo, cenare contigo pero solo porque ese tipo me da escalofríos-le dije y el se giro para ver al tipo, y el inmediatamente se dio la vuelta, pedimos lo que cenaríamos la mesera se retiro y el me vio, sus ojos eran de un precioso verde, tenia unas arrugitas en la esquina de los ojos, tenía un poco de barba, sus labios eran suaves de eso no me quedaba ninguna duda, aun los sentía sobre los míos, el me sonrió y se le formo un hoyuelo en su mejilla derecha, y sus ojos se entrecerraron el me miraba como si yo fuera la cena, y no pude evitar moverme en mi silla, sentía un hormigueo en medio de mis piernas, algo que jamas había sentido antes, me aclare la garganta-y entonces James, ¿eres de aqui o estas de paso?-pregunte, el se recargo en la silla y puso las manos entrelazadas en la mesa y me miro.

-Estoy de paso, vivo en Chicago estoy aqui haciéndole un favor a un buen amigo-me dijo, y después pregunto-¿y tu?.

-Me quedare una temporada, aun no se cuanto tiempo-le dije.

-Tiene un asentó, ¿de donde eres?-me pregunto.

-Soy de México-una vez que eso salio de mi boca, me di cuenta del error que cometí-pero desde niña vivo aqui-le dije, esperando que no notara el temblor en mi voz.

-¿Y tu eres de Chicago?-le pregunte, el se acomodo en la silla y me miro antes de contestarme su teléfono sonó, el lo saco con la intención de apagarlo pero al ver el nombre se disculpo para contestar, vi como se tensaba.

-Dime-dijo al teléfono y escucho, vi como apretaba los puños-¿pero llevaste todo?, gracias Zaid espero estar de regreso en un par de días, no creo que me lleve mas tiempo-le dijo, y después colgó apago el teléfono-disculpa no podía dejar pasar esta llamada-me dijo.

-No te preocupes-le conteste, y pusieron la comida delante de nosotros, todo olía muy bien y la verdad moría de hambre.

Corazon AtormentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora