Quien eres

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James...

Ella estaba acurrucada a mi lado se había quedado dormida acaricie su cara , La habitación todavía estaba, en su mayor parte en penumbras, quebradas solo por una lamparilla viniendo del cuarto de baño, y un destello de plateada luz de luna entrando por la ventana, me había deshecho del condón y había recobrado el aliento, pero no podía relajarme incluso en el cómodo colchón recubierto con sábanas suaves, mi cerebro no reducía su velocidad excepto en el sexo. Una y otra vez, un pensamiento plagaba mi cabeza, ¿Qué diablos había pasado? no solo habíamos follado, ella meramente no se había excitado, yo no la había deseado simplemente lo que habíamos hecho aquí había sido...algo mas. Eso no tenía sentido, realmente no conocía a esta chica pero la primerísima vez que había puesto los ojos en ella había sido un golpe visceral en mi pecho, tocarla lo conmocionó aún más, hundirme en ella había sido absolutamente impactante todavía me sentía aturdido y asombrado, a pesar de un orgasmo que casi había roto mi control y me había enviado levantando vuelo a un placer tan surrealista, todavía no había logrado dar rienda suelta a toda mi lujuria quemándome por dentro no era lógico, ella no era capaz de la misma gimnasia sexual que esa chica de Moscú, nunca sería tan fuera de serie como esas gemelas oriundas de la ciudad de México, probablemente no me diera una mamada alucinante como la bailarina de espectáculo con la que me había enganchado en Rió, pero ella tenía algo que ninguna de esas mujeres tenían, una cualidad que no podía señalar que me hacía querer volver a enterrar mi polla dentro de ella, y permanecer por un dulce y largo rato, ella me atraía, me gustaba su mezcla de vulnerabilidad y adorable guasa su inteligencia, probablemente clasificaba más alto que la de la mayoría de las mujeres que alguna vez me había llevado a la cama, ella merecía estar protegida, ser adorada y apreciada y yo estaba hasta el cuello de problemas, empezando por Carol ademas yo no quería una madrastra para Abby, jamas quedria que mi hija sufriera lo que yo sufrí de pequeño, mi madre murió cuando yo tenia apenas 6 años, mi padre se caso antes de que mi madre cumpliera un año de muerta, Olivia fue una mujer terrible conmigo me maltrataba y humillaba, mi padre se la pasaba viajando y me dejaba grandes temporadas con ella, tuve que pasar hambre, frió y tristeza en la casa de mi propio padre los sirvientes tenían prohibido darme de comer, si ella no lo autorizaba, me castigaba horas parado en un rincón, a veces parado y otras arrodillado, no la conmovían mis lagrimas, ni mis suplicas, ella decía que ninguna mujer podría querer al hijo de otra, y yo lo creía nadie quedria jamas algo que no era una parte de ella, y lo vio cuando Olivia tuvo a su primer hijo, ella lo amaba y lo trataba muy bien y le dio todo lo que a mi me negó, Carlos fue su hijo predilecto y después de el llego Carmen, la adoración de mi padre su princesa, solo tenia ojos para ella, jamas creyó lo que yo le decía, conforme sus otros hijos fueron creciendo el me fue alejando, y cuando me  enliste a la marina me excluyo de su vida y Olivia tuvo a su familia perfecta, y aunque Abby tenia a su mama yo jamas la expondría a alguien mas, ya bastante difícil seria la vida de mi hija con Carol, ella se movió en la cama y las sabanas resbalaron, se dio la vuelta y su espalda quedo descubierta, ahogue un grito al verla tenia su espalda llena de cicatrices, que se sobreponían una después de otra, levante mi mano y la pase por ellas, ¿quien seria capaz de hacerle esto? ¿que monstruo se ensaño así con ella?, ella sintió mis dedos y se levanto de golpe.

-No me toques, no me mires-dijo.

-¿Quien te hizo eso?-le pregunte.

-Eso no te importa-dijo mientras se ponía su ropa.

-¿Que haces?, no puedes irte.

-Claro que puedo hacerlo, tu no me vas a detener, no tenias ningún derecho a tocarme, a ver mi espalda-dijo. 

-No fue mi intención, tu te giraste mientras dormías-le dije tratando de tocarla.

-No, esto no debió de haber pasado, recuerda tu lo dijiste sin preguntas, esto se termina aquí, adiós James-dijo y salio por la puerta, que podía hacer no podía detenerla, aunque haya sido el mejor sexo de mi vida, no puede ir a ninguna parte mas, no ha un siempre juntos, no puede haberlo me deje caer en la cama, encendí mi teléfono y tenia llamadas de Dan le marque sintiendo un escalofrió en mi espalda.

-James por fin te comunicas, tienes que regresar Carol tuvo un accidente y esta muy mal-sentí como si me caía un balde de agua fría, me levante de la cama de un salto le dije a Dan que salia para allá inmediatamente, que mandara alguien que se hiciera cargo de la chica de Parker, el me mando la dirección del hospital donde estaba Carol, ni siquiera recogí mis cosas salí disparado de ahí.

Samantha (Morenita)... 

Salí como alma que lleva el diablo de ahí, el vio mi espalda,  no podía detener las lagrimas llegue a mi auto y salí de ahí, no podía seguir ni un minuto mas ahí, al llegar a la cabaña todo estaba oscuro pero estaba tranquilo, desactive la alarma para entrar y la active una vez dentro, me dirigui al baño necesitaba una ducha, me deje caer en la enorme bañera que dominaba el baño, Pablo no escatimo en dinero para que la cabaña este perfecta, se que el logro rescatar todo el dinero de mi herencia lo ha estado administrando, yo fui la terca que no quiso recurrir a el estos años quería mantenerme lo mas alejada posible, ahora solo tenia que esperar un poco, Marquez ya no podría aplazar mas su ejecución, pronto estaría fuera de mi vida para siempre, salí de la bañera y me metí en la cama quería descansar.

Me desperece en la cama y al tratar de levantarme me dolieron partes de mi cuerpo que no creí que podrían dolerme, me puse de pie era mas del medio día, el día anterior no había comprado nada para comer, por lo que me vestí para salir a comprar todo lo que fuera a necesitar, al llegar al supermercado en el que compraría todo, la gente se me quedaba mirando eso me puso un poco nerviosa, pero me tranquilice ellos solo tendrían curiosidad por mi, no me habían visto antes, al llegar a la caja una chica se acerco a mi.

-¿Eres la que se acaba de cambiar a la cabaña que esta a la salida verdad?-pregunto y le sonrei.

-Si esa soy yo-le dije.

-Soy Lea, mucho gusto-me dijo. ella me dio una buena impresión tendría mi edad, sus ojos eran cafés, su pelo era castaño, tenia unas largas pestañas, una nariz pequeña y una sonrisa que inspiraba confianza, era un poco mas alta que yo, su cuerpo era el de una chica a la que le gustaba el ejercicio pero no demasiado, llevaba unos pantalones cortos con botas vaqueras y una playera de tirantes. 

-Soy Samantha-se me hizo raro pronunciar mi nuevo nombre, pero tenia que acostumbrarme a el- me da gusto conocerte.

-Yo también me acabo de mudar aquí hace unos meses, y no tengo muchos amigos, soy enfermera, antes vivía en Alabama-me dijo, eso explicaba su acento.

-Yo no tengo trabajo, aun estoy buscando algo-le dije.

-En el refugio de animales están buscando una recepcionista, si te interesa podemos ir conozco a Ben el encargado-me dijo.

-¿En serio?.

-Si aunque el sueldo no es mucho, mas bien es poco y tal vez no sea lo mejor para ti-me dijo pensativa.

-No, seria perfecto podemos ir pero tengo que llevar los vieres primero-le dije.

-Yo también tengo que llevar los míos, mira te doy mi dirección y si estas interesada pasa por mi y vamos-me dijo yo asentí, ella escribió la dirección en un papel y me la dio, salí de ahí sintiéndome bien, al pasar frente al hotel donde se hospeda James un fuerte escalofrió me recorrió, ni siquiera se su apellido y no pude evitar preguntarme ¿quien seria en realidad James?.

Corazon AtormentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora