Capítulo V.

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-¿D... dónde estoy? Esto no es lo que me esperaba de un campus -hablaba a la nada un joven de pelos negros, ojos castaños, estatura promedia con el físico algo desarrollada. Un chico bastante apuesto vestido con el uniforme de la academia youkai.

El mismo miraba los alrededores del lugar con muchos nervios y algo de temor pues el paisaje no era nada más que tenebroso, árboles sin hojas con troncos huecos, plantas grisáceas y esto lo adornaba un cielo nublado y oscuro mientras algo de neblina cubría el lugar.

Esto no era para nada lo que se esperaba de su nueva escuela, apenas hace algunos minutos el extraño chofer de la academia le había dejado aquí luego de pasar un extraño túnel. Tal vez se lo gane por haber tardado tanto en asistir a su academia, pero no era del todo su culpa, nadie querría tener una fiebre de mas de 40° grados acompañado con dolores de cabeza y estomago justo el día antes de comenzar sus días académicos, esto tal vez era solo una mala señal.

-Bueno, ¿Qué más puedo perder? Debo buscar la academia -murmuró el joven comenzando a caminar mirando los alrededores y algo apresurado pues no es como si quería pasar mucho tiempo en ese lugar junto a ese gran risco.

En cambio, dentro de los pasillos de la reconocida institución youkai veíamos como cierto pequeño de pelos en punta caminaba tranquilo buscando a alguien.

Nuevamente era otro día en este lugar hecho para aprender cosas que no eran pelea, a Son Goku esto poco y nada le importaba, no le llamaba su atención por lo que no se apresuró mucho en llegar el día de hoy, por lo mismo no se topó aún con sus amigos.

Este se llevó una pequeña sorpresa al llegar e ingresar a los pasillos notando que estos mismos estaban saturados de alumnos haciendo bastante ruido, charlando entre ellos mientras en frente de algunos salones se encontraban unos carteles y puestos con alumnos detras dando charlas o tratando de llamar la atención.

-¿Qué pasa aquí? Hay mucho ruido -el pequeño saiyan dijo con leve disgusto tratando de pasar entre la muchedumbre.

Tomando de sorpresa al chico, una mano tomó la suya y jaló con fueza llevándolo rápidamente al otro extremo del pasillo donde habían menos personas.

-¡Hola Goku-kun! -Kurumu con una tierna sonrisa saludaba al chico.

-¿Huh? ¡Kurumu, hola amiga! -Goku también alegre saludó.

-Oye, ¿y Moka? Es muy raro que estes sin ella -la succubus preguntó mirando los alrededores en busca de la vampira.

-No sé, todavía no le vi, seguro estará desayunando, aunque me hubiera gustado que me invite jeje -Goku respondió divertido.

-Estoy casi segura que no es por eso, pero igualmente estoy muy alegre de poder estar a solas contigo -la muchacha susurró con una sonrisa atrevida, cosa que el pequeño no entendió por lo cual ignoró- ¿Dices que tienes hambre? Pues yo te he hecho esto -Kurumu dijo entregando a Goku un canasto que sacó de quién sabe donde.

-¡Oh! Esas ricas galletas que haces, otra vez, ¡genial! -Goku exclamó con alegría tomando el canasto comenzando a comer.

-Me alegra que te guste tanto, jaja -Kurumu tragó seco mirando con perversión al chico, pero la misma negó con su cabeza- Vamos al salón pronto, la clase ya comenzará -dijo la peli celeste tomando la mano de Goku quien ya tenía la mejilla llena de migajas.

-Está bien -fue la simple respuesta del chico que cómo podía seguía comiendo.

Aquel hermoso momento para Kurumu, donde podía sostener la mano de Goku y sentirse cercana a él sin que cierta vampira la molestase.

Warrior + Vampire.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora