[Historia crossover entre Dragon Ball y Rosario + Vampire]
Ninguna de las obras me pertenecen, solo el fanfic. Todos los créditos a Akira Toriyama y Akihisa Ikeda.
Goku y Yukari en estos momentos se encontraban entre los mismos matorrales, ocultos ante la vista de cualquier posible víctima.
Curiosamente el saiyan tenía algunas ramas con hojas en sus cabellos, puestos allí apropósito por la brujita para un mejor camuflaje y movimiento táctico, y sigiloso.
-Debido a esa fuerte explosión que causaste haciendo el agujero es probable que alguien venga a revisar y sin dudas caerá -habló la brujita riendo al igual que Goku por las maquinaciones de su plan.
-Alla viene alguien -habló Goku con tranquilidad señalando un punto.
Yukari ante esto volvió a agachar su cabeza escondiéndose dentro de los matorrales.
Goku solo se quedó bien en aquella dirección con tranquilidad, pero la pequeña mano de su amiga sujetó fuertemente la parte de atrás de su camisa y lo jaló fuertemente hacia abajo para esconderlo.
En cuanto el muchacho procuró reclamar, no pudo pues Yukari le hizo un gesto para que guarde silencio.
El par de ojos pudieron ver a unos cuantos metros de ellos, caminando con elegancia y serenidad a una mujer de cabellos negros. Vestida con un informe negro con botones bastante distinto al de los alumnos regulares de la academia Youkai.
Su rostro no expresaba nada más que fastidio y molestia mirando los alrededores distraída como si estuviese buscando algo.
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Keito era el nombre de la azabache quien tenía una mirada vacía y hueca.
-"¡Tch! ¿Por qué tuvo que mandarme a mí?" -se preguntó la mujer recordando la orden de su jefe, Kuyō, quien la mandó a buscar el origen de aquel fuerte estallido de hace unos minutos.
-¿Quién es ella? -preguntó Yukari con curiosidad.
-Pues no sé, no la conozco -respondió inocentemente Goku mirando a aquella mujer fijamente, cosa que Yukari notó.
-¿Qué es lo que miras? -preguntó la niña entrecerrando un poco sus ojos mientras sus cachetes eran inflados.
-¿Qué? Nada, solo pensé que parecía algo fuerte y ya -respondió Goku entre murmullos, pues así se encontraba hablando su pequeña amiga bruja.
-Ya veo -soltó la chica un poco aliviada, pero ¿por qué?- Co...como sea, veamos como cae en nuestra mayor trampa -habló con emoción terminando aquella introspección.
El duo miró el resultado de sus esfuerzos, pero era casi imperceptible a ojos normales. Ahora ese agujero estaba cubierto por la tela de Yukari, sostenido de todos los bordes por algunas rocas o ramas y finalmente, lara camuflar, arena, bastante arena.
La brujita miró con mucha ansiedad como lentamente aquella mujer caminaba hacia su perdición, hacia su final por lo cual casi no podía aguantar la emoción sujetando el antebrazo de Goku con mucha fuerza en un intento de calmarse.
