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Capitulo 5

"Puedes estar tranquilo ahora; te tengo", susurró Luz mientras escuchaba la respiración  alterada de Amity, la chica de cabello verde finalmente se quedó dormida. Envuelta en sus brazos, la chica tardó aproximadamente una hora en calmarse, todo el tiempo que Luz la sujetó nunca vaciló. A pesar del intenso dolor que sentía, Luz nunca se quejó, el dolor en su corazón por su amiga era peor que el de cualquier hueso roto. Mientras Amity dormía, Luz se quedó mirando la oscuridad, incapaz de aquietar su mente mientras repetía las palabras de Amity. "¿Qué debo hacer?" murmuró para sí misma. Sabiendo lo que sabía ahora, no había forma de que pudiera dejar que Amity se fuera a casa, no si eso significaba que se lastimara, pero estando confinada a su cama, Luz temía que no hubiera mucho que pudiera hacer. Al menos está a salvo por ahora, pensó, apretando suavemente su agarre sobre la chica en sus brazos. Al mirar a la joven dormida, Luz no pudo evitar tener la esperanza de que los sueños que pasaban por su mente en ese momento fueran tranquilos y agradables. Sin poder conciliar el sueño, Luz vigilaba a la chica, alerta ante cualquier tipo de malestar en su amiga, mientras contemplaba qué hacer. A medida que pasaban las horas y el primer indicio del amanecer se abría paso en la habitación, Luz, incapaz de mantener los ojos abiertos por más tiempo, se quedó dormida, el sonido de su respiración se sincronizó lentamente con el de Amity.

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Mientras el sol entraba en la habitación, cayendo suavemente sobre el rostro de la joven bruja, los ojos de Amity parpadearon y se abrieron lentamente. El sueño todavía nublaba su visión, Amity se volvió y hundió aún más la cara en el hombro de Luz. La cama que una vez tuvo miedo de habitar ahora se sentía cálida y acogedora mientras yacía a salvo en los brazos de su amiga, otorgándole el descanso que rara vez tenía pero que necesitaba desesperadamente. Aunque una punzada de ansiedad residía en lo profundo de su estómago, temiendo haber dicho o hecho demasiado después de su pesadilla, la calidez del abrazo de Luz le ofreció una sensación de seguridad que le permitió dejar a un lado sus preocupaciones; si había una persona en la que podía confiar para que no la juzgara, era Luz. Se acomodó para dejar que el sueño reclamara su mente una vez más, mientras yacía quieta, un sonido suave y rítmico adornaba sus oídos: un latido. Qué cariñosa, pensó, el sonido del corazón de Luz la adormecía lentamente, un hermoso sueño adornaba su mente

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 "Buenos días cabeza somnolienta. ¿Cómo te sientes?" Preguntó Amity, mirando a Luz mientras sus ojos se abrían parpadeando y un gemido salió de su boca. Con el ceño fruncido por la preocupación, Amity observó la mirada cansada grabada en el rostro de la humana. Con una punzada de culpa creciendo en su estómago, Amity se sintió horrible ante la idea de haber hecho que Luz perdiera el sueño.

 "Hola, Amity", susurró Luz, aún dormida en su garganta, "Estoy bien, ¿cómo estás?" Ofreciendo a su amiga una suave sonrisa, Luz se volvió hacia la chica de cabello verde inclinada sobre ella.

 "Estoy bien. Mucho mejor ahora que dormí..." Respondió Amity tímidamente, los ojos evitando a la humana mientras la culpa en su estómago continuaba haciendo un nudo.

 "Bien, me alegro. Una vez que te volviste a dormir, te veías tan tranquila. Me alegro de que te sientas descansada. Ciertamente te lo mereces."

Frotándose el brazo, Amity se apartó de Luz y miró por la ventana. "Sí ... realmente lo necesitaba. Luz ... sobre lo que dije anoche ... sobre la pesadilla ..."

 "¿Si?" Luz preguntó, los nervios crecían en su estómago mientras se movía para incorporarse, luchando contra un gemido de dolor en el proceso

 "Es solo ... Fue ... fue solo un sueño. Eso realmente no sucede", comentó mientras intentaba ocultar la verdad.

 "Pero si fuera real ..." Luz habló aturdida, con dolor en su voz, "Espero que sepas que podrías decirme ... Realmente me preocupo por ti, Amity y bueno ... si no estás a salvo, si algo anda mal, no quiero estar ahí para ti, quiero ayudar ... "Mientras su voz se apagaba, Luz suspiró mientras la tristeza por su amiga la envolvía. No entiendo, pensó Luz, ¿por qué protegería a sus padres cuando la lastiman? Una vez más, sin querer presionar a Amity, Luz le ofreció a su amiga una salida: "Pero claro, depende de ti. Lo último que me gustaría hacer es presionarte o obligarte a hablar o obligarte a hacer lo que no quieras. no quiero. De cualquier manera, por favor sabes que estoy aquí para ti ...