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La noche era tranquila. La mayoría de los aldeanos descansaban después de un día ajetreado y lleno de trabajo. _______ decidió disfrutar del silencio y de la tranquilidad. Paseaba buscando un lugar donde no hubiera nadie, pero que no estuviera lejos de la población.

Fue a una pequeña explanada y se tumbó en el suelo. Dejó su arma cerca de ella, siempre había que estar protegido de los peligros que acechaban.

Estiró todas sus extremidades y bostezó ampliamente, relajando sus músculos. No iba a quedarse mucho tiempo ahí, sabía que en cualquier momento su cuerpo cedería y dormiría. Cerró los ojos durante un segundo aspirando el aire fresco.

—¡Bu! —la chica agarró su ballesta en un reflejo y apuntó al origen del ruido —. Tranquila, soy yo, artista.

—¿Y? —preguntó en tono burlón.

—No puedes matar ni a una mosca —dijo el científico antes de tomar asiento al lado de la fémina —. Déjame verla.

Dudó antes de darle su arma. El científico la tomó entre sus manos y la analizó minuciosamente, observándola desde todos los ángulos. 

—... La has adaptado a ti. Impresionante, gran trabajo —murmuró. Estaba estupefacto por el trabajo de la chica, no pensaba que se le daba tan bien. Había escuchado de sus habilidades, pero no imaginó que llegarán a ese nivel.

_______ no pudo evitar sonreír. La sensación era distinta a la que sentía con los demás cumplidos. Había venido de Senku, y eso hizo que su corazón latiera con mucha más fuerza.

—¿Te sorprende? La verdad es que me costó. Me gusta, aunque tiene algunos contras...

—Sí, eso es cierto —apuntó a distintos lugares.

Ella se volvió a recostar. Apreció el cielo estrellado que iluminaba la noche.

Senku después de analizar la ballesta lo suficiente la dejó a un lado e imitó a la chica.

—De verdad quiero volar en globo aerostático. Nunca he volado, y siempre he querido—confesó. El chico no habló, tan solo se mantuvo callado ante el momento de sinceridad de la joven —. Tú ya lo has hecho, ¿verdad?

—Sí, he viajado varias veces —la chica separó la espalda del suelo y giró su cuerpo en dirección al rubio. Se podía ver a la perfección el entusiasmo en sus ojos y en su expresión. Senku sonrió, sabía lo que quería.

Comenzó a narrar sus viajes con todo lujo de detalles. A ______ se le fue el completamente el sueño. Escuchaba atentamente, a veces se reía, otras preguntaba curiosa. Hablaron con tal comodidad y confianza que parecía que se conocían de toda la vida.

Por primera vez, tuvieron una conversación larga, donde olvidaron su pelea sin sentido y disfrutaron plenamente de la compañía del otro. 

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¡Hola! He visto que a veces no entendéis algunas palabras, no dudéis en preguntar.

Como somos de varios países y usamos palabras distintas suele pasar.

CIENCIA VS ARTE [SENKU x LECTORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora