CAPÍTULO 14

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—¿Necesitas teléfono o tienes?—me preguntó.

—Em... No, tengo yo...—respondí mientras llevaba la mano a mi bolsillo, pero lo encontré vacío.

Ian me miró enarcando una ceja.

—Voy a por mí móvil—me excusé.

—¿Lo tenías entre tu ropa mojada?—me preguntó.

Yo le miré y asentí sin comprender.

—Ah... Pues la he echado a lavar. —me dijo poniéndose en pie.

Yo me quedé en silencio sin saber qué hacer.

—Pues... Voy a buscarlo—dije al final.

Él asintió y me dejó marchar. Yo salí de su habitación y comencé a buscar en la casa donde estaba el cesto de la ropa sucia para recuperar mi móvil y avisar a mi madre de dónde estaba ahora. Tras un rato buscando me desesperé al no encontrar mi móvil. Me fui a girar para subir de nuevo a la planta de arriba y vi a mi profesor mirándome con una sonrisa. Parecía que ya se le había pasado el enfado..

— ¿Buscas esto? — me dijo enseñándome mi móvil. Yo me crucé de brazos y le mire.

— Pues si — dije dando un paso hacia el. — por favor, dámelo — dije. Él sonrió más y movió la cabeza.

— Pues ven a por él — yo resoplé y seguí avanzando hasta llegar a su altura, cuando lo fui a coger el levantó el brazo y se rió.

— Venga, a ver si puedes cogerlo. — me retó divertido.

Yo le mire. No lo decía enserio pero al ver que no hacía nada resople. Salté y traté de cogerlo. Pero no lo conseguí.

— ¡Venga chica! — exclamó el — salta. — yo le miré y me agarré a su camiseta para impulsarme más. El que no se lo esperaba se desequilibró y ambos caímos al suelo.

Pero el móvil quedó a un par de metros de nosotros. Yo caí encima de él, así que intenté separarme lo antes posible, pero él me lo impidió dándose la vuelta y dejándome a mí debajo. Ambos nos miramos a los ojos y yo sentí como me ruborizaba.

— No vas a coger el móvil así de fácil — me dijo.

Yo trague saliva y seguí mirándole hipnotizada. Entonces mi móvil empezó a sonar y él lo miró, sonrió y se levantó a por él. Cogió el aparato y descolgó.

- ¿Si? — pregunto. Él, mientras me miraba, yo negué con la cabeza. — si un minuto. Es Gaia — me dijo dándome el móvil.

Yo lo cogí y lo miré antes de hablar.

— ¿Dónde estás? ¿Por qué lo ha cogido Ian? — me pregunto.

— En su casa... No he podido ir a casa aún... A mi madre se le rompió el coche.

— Anda que... — me dijo Gaia

—Ya, bueno, cosas que pasan—dije yo al final mirando a mi profesor corregir la postura de un cuadro distraídamente.

—¿Para qué llamabas?—le pregunté al final

—Era por saber si salías, pero ya veo que tienes algún contratiempo

—Sí... Mejor otro día, la verdad—admití.

—Está bien, pues ya hablaremos

—Adiós...

Colgué el teléfono y enseguida Ian me miró mientras esbozaba una sonrisa traviesa.

—No, te esperas, que voy a llamar a mi madre—le dije sabiendo que tenía pensado seguir jugando.

Él soltó una leve carcajada.

—Está bien, venga.

Marqué el número de mi madre y esperé a que descolgase.

—Hola Lya—me saludó.

—Mamá... ¿Te queda mucho tiempo para venir?—le pregunté.

—Me ha dicho el mecánico que tardarán un ratín, ¿por?

—Estoy en casa de un profesor del instituto—le dije mientras miraba a Ian y me quedaba observándole, había algo en él que me llamaba la atención—Me recogió cuando llovía.

—Pero ahora no llueve,¿ no?—me preguntó—Puedes irte de allí y así no le molestas, que debe tener cosas que hacer—me dijo mi madre.

Ian, que debió oírlo desde donde estaba negó con la cabeza.

—No te preocupes—me dijo en bajo.

—Bueno... Avísame cuando llegues porfa—le pedí—Y trae dinero, que me compró ropa para que me cambiase y tenemos que pagársela—le dije a mi madre.

—Está bien—me respondió, aunque me costó oírla porque Ian se dirigió a mí.

—No voy a aceptar el dinero, ya te lo digo—me dijo a mí

Yo justo colgué el teléfono y me quedé mirándole.

— Llama a tu madre y dile que no hace falta, haz el favor — me dijo.

— No conoces a mi madre, te lo iba a pagar de todas formas — me excusé.

— Me da igual, no quiero que me des nada de dinero, ha sido un regalo — me dijo cruzándose de brazos.

— Venga dame el móvil si no y la llamo yo — me reclamó. Yo negué con la cabeza así que él se acercó más a mi a intentar coger el móvil. Yo que esperaba un movimiento similar conseguí esquivarlo y empecé a medio correr por el salón teniendo a Ian tras de mí. Finalmente me empujó, haciendo que cayera al sofá.

—O llamas a tu madre o te hago cosquillas — me advirtió. Yo seguí en mis trece e Ian como bien me había dicho, comenzó a hacerme cosquillas.

Yo no pude evitar reírme y soltar el móvil por pura desesperación. El sonrió y lo cogió victorioso mientras subía a la planta de arriba y se encerraba en su habitación.

— ¡CUÁL ES LA CONTRASEÑA! — voceo desde la planta de arriba. Yo me reí y espere a que bajara, no pensaba decírsela, y menos a gritos.

Enseguida bajó y me tendió el móvil.

—Llama a tu madre y díselo eh — me dijo.

—Bueno, pues cuando me venga a buscar, tú se lo explicas y rechazas el dinero. Y más fácil para todos — dije encogiéndome de hombros recuperando mi móvil de paso

— Que remedio... — acabo cediendo el.

Yo me guardé el móvil en el bolsillo y me quedé allí en silencio junto a mí profesor.

Él entonces fue hacia el salón y se sentó en el sofá

—Siéntate si quieres—me ofreció al ver que le había seguido desde el pasillo.

Yo le miré durante un par de segundos hasta que él esbozó una leve sonrisa y yo decidí sentarme a su lado.

Encendió la tele y acto seguido me tendió el mando.

—Mira a ver, pon lo que quieras—me ofreció.

—Yo... A mí me da igual qué ver—dije sin coger el mando.

—Y a mí, toma, a ver si encuentras algo interesante—me propuso sin dejarme otra opción.

Cogí el mando y fui pasando los canales mientras miraba a Ian de reojo.

La verdad es que en la mayoría de canales solo salían anuncios, y en los que no eran películas ya empezadas o programas demasiado aburridos. Sin embargo Ian miraba a la tele atentamente esperando a ver qué decidía dejar.

—Toma—le dije yo otra vez dándole el mando y dejando por casualidad en la tele un documental animal—Que yo no sé qué poner.

Mi profesor se rió mientras lo aceptaba.

Por si me ves, estamos destinados  -Contigo soy-Where stories live. Discover now