Capítulo 4

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Se paralizó, su cerebro seguía procesando la idea de que estaba casada, aquella mujer aferrada a su torso murmuraba su nombre entre sueños, sólo pasaron unos segundos hasta que captó completamente, en su mente sólo se formuló "escapar, escapar, escapar, escapar", y eso es lo que haría ella, no sería aquella mujer que enfrentaban los problemas, la cual estaba caracterizada con ser, la verdad era tampoco le importaba, puesto que anoche rompió toda responsabilidad emborrachandose y casadondose con una completa desconocida, y con eso no estaba caracterizada.

Con temor tomó la mano de la desconocida y con lentitud empezó a separarla de su cuerpo, la castaña bufó frunciebdo levemente la nariz mientras la soltaba por completo volteandose al lado contrario para seguir durmiendo en paz, Lauren no sabía cómo sentirse al respecto, así que tomó aquello como una escapada perfecta, o casi perfecta.

Se quitó las sábanas gruesas que la cubrían, y al instante su piel empezó a captar el verdadero frío que hacía pero nuevamente, no le importó, tenía que huir de ahí, se levantó con lentitud de la cama y se volteó para revisar si la castaña no se había levantado, al comprobar que la desconocía dormía profundamente, suspiró y se apresuró a buscar todas sus cosas o al menos la mayoría, ya que tenía que irse rápido, apenas tomó su teléfono y lo prendió cuando miles de notificaciones le empezaron a llegar, con desesperación apagó el ruido de las notificaciones y miró nuevamente a la castaña quien seguía dormida, y podía asegurar que soltaba leves ronquidos.

Cientos de llamadas perdidas de parte de sus amigas y familiares, estaba checando los nombres inevitablemente de quién llamo cuando en ese momento se dio cuenta de otro detalle, ¡Seguía desnuda!, no recordaba nada de haber estado en la cama, así que no estaba segura si tuvieron relaciones pero la más seguro es que si debido a la escasez de ropa.

—Mierda, mierda, mierda-Masculló caminando rápido en busca de cualquier prenda, pero todas estaban rotas—¡¿Qué mierdas sucedió ayer?!—Murmuró entre dientes levantando la falda que anoche vestía, ahora eran puros trapos, también encontró sus boxers compresores completamente destruidos, ¿Qué carajos pasó?

Sentía su miembro congelarse y levemente encogerse, y nuevamente con desesperación empezó a buscar algo con que cubrirse, y se maldijo internamente al hacer demasiado ruido cuando escucho a la desconocida en la cama quejarse, aliviada encontró una playera blanca y desafortunadamente tendría que robarle aquella mujer sus pantalones y ropa interior, ¿pero que más daba?, no podía salir con el paquete muy marcado, los senos no le importaba demasiado pero tenía que cubrirse el miembro, empezó a vestirse con rapidez sin siquiera darse cuenta de que aún portaba el anillo su dedo hasta que tomó su teléfono una vez vestida, ¿Debería quitárselo?

—N-No... Mami no—Balbuceó la castaña ridículamente haciendo que el cuerpo de la ojiverde se tensara.

Sin pensarlo agarró el teléfono olvidando sus demás cosas, y salió lo más rápido de ahí, todos parecieron extrañados cuando una pelinegra despeinada correo por el casino del hotel, varios empezaron a reconocerla y eso causó terror puro en la verla al notar que estaba siendo vista por varios, ella no tenía idea si la conocían pero solo con el hecho de verla, le causó terror.

Al salir al lobby no todo un enorme candelabro de color fiusha y se dio cuenta que estaba en el Cosmopolitan, uno de los hoteles más caros de las Vegas, y justamente donde estaba el candelabro más grande del mundo. Apenas salió del hotel cuando su teléfono volvió a empezar a sonar y ella, sin dudar, contestó.

—¡Lauren, por el amor de Dios!—Gritó la voz de uno de sus amigas al otro lado del teléfono, y a los segundos la llamada se vio infestada de preguntas por todas sus amigas que al parecer estaban reunidas.

—¿Dónde estás?

—¡Estúpida, tienes que venir al aeropuerto ya!

—¿Qué tontería hiciste ayer?

Buscando a mi esposaWhere stories live. Discover now