◌⑅⃝●♡⋆♡ Lɪ́ᴏ Aᴍᴏʀᴏsᴏ ♡⋆♡●⑅⃝◌~ Iᴛᴀᴄʜɪ, Oʙɪᴛᴏ, Sʜɪsᴜɪ, Sᴀsᴜᴋᴇ ʏ ᴛᴜ́

.。.・✙ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 21 ✙・.。.

◌⑅⃝●♡⋆♡ Lɪ́ᴏ Aᴍᴏʀᴏsᴏ ♡⋆♡●⑅⃝◌

Terminando el receso, se dirigió a su casillero para poder guardar sus libros y sacar los de la siguiente clase. Se sorprendió de ver ahí dos cartas, ¿Otras más?, pensó que ya no recibiría más cartas, pero ahí estaban esas dos, las cuales leería después, ahora tenía clases. Aquella tarde, Itachi había vuelto a Japón, y quiso ir a la preparatoria sólo para dejarle una carta a ________, pero se vio sorprendido de que alguien más le había escrito una carta, pensó en llevarse esa carta y dejar la suya, pero cuando sonó la campana, hizo que dejara su carta ahí junto a la otra y se fue.

¿Quién sería el otro que le manda aquellas cartas?, ¿Había alguien más queriendo a _________?, ¿Será de su salón?, ya se estaba poniendo molesto de saber que alguien más estaba intentando que _________ le hiciera caso, bufo dirigiéndose a su auto, pero la voz de Izumi lo detuvo.

—Hola Itachi

—Oh, Izumi, que gusto de verte —medio sonrió

—Digo lo mismo —se sonrojo —Oye, te extrañe, estos días sin ti fueron horribles

—Si, bueno, tenía que cuidar de mi abuela

—Claro, por cierto, ¿Cómo esta?

—Ya está mejor no te preocupes, sólo fue un pequeño resfriado pero ya todo esta bien, eh, debo irme, tengo cosas que hacer en casa y no quiero atrasarme mucho, nos vemos

—Claro, adiós Itachi

Le dio un beso en la mejilla y en cuanto se fue, Itachi limpio su mejilla con su chamarra; jamás se había acostumbrado a que Izumi le diera besos en su mejilla, no le parecía asqueroso, simplemente que no le agradaba mucho que las personas demostraran ese afecto con él, pero aún así no decía nada. Subió a su auto para poder irse a casa y preparar algo para cuando Sasuke llegará de la preparatoria.

_________ no podía esperar por mucho tiempo para abrir aquellas cartas, necesitaba saber lo que decían, por lo que disimuladamente, tomó una y la abrió, esperando que el profesor no se diera cuenta de que no estaba prestando atención.

“Querida ___________:

Hoy al verte me hiciste sonreír de inmediato, algo que no suele pasar en mí, y cada día que pasa, siento que me gustas un poco más, no sé muy bien si es que me gustas o algo más, no sé la razón del porque cada vez que te veo, me siento tan bien, tan lleno de energía, aunque no me gusta verte mucho con alguien más, quisiera tenerte a mi lado siempre, poder decirte lo hermosa que eres sin ninguna pena, je disculpa, no sé muy bien como expresarme, jamás había escrito cartas a alguien, pero estoy intentando no ser tan estúpido con esto y que puedas entenderme, espero volver a verte pronto hermosa, adiós ❤

Atte: Tu admirador secreto”

Aunque la letra fuera algo fea, las palabras escritas ahí la hicieron sonreír un poco, guardo la carta y abrió la otra:

“Querida _________:

Pasar días pensandote es algo que ya no me molesta, me estoy acostumbrando un poco a tenerte todo el tiempo en mis pensamientos, no sé que hiciste conmigo, tal vez brujería, pero de algo si estoy seguro, de que no puedo tenerte fuera de mis pensamientos, incluso llegue a pensar que me estaba volviendo loco, pero no era así, tu belleza me había dejado así, y créeme que ninguna otra chica ha logrado esto, pues normalmente soy yo quien no puede salir de los pensamientos de ellas, y no sé si tú también me pienses así, pero sería un gran honor para mí saber que si lo haces. Volveré a verte más seguido, y eso me emociona un poco, te veré después hermosa, cuídate ;)

Atte: tu admirador secreto”

No sabía porque el chico de letra bonita era un poco egocéntrico cuando decía sobre las demás chicas que piensan de él o como son con él, pero al menos fue lindo diciendo que no podía dejar de pensarla, guardo la carta justo cuando escucho su nombre ser pronunciado por el profesor Azuma.

—¿Esta poniendo atención señorita Senju?

—Si, disculpe sólo estaba buscando mi pluma —mostro su pluma

—Bien, como decía —se dio la vuelta siguiendo anotando en la pizarra

Soltó un pequeño suspiro y anotó con algo de rapidez lo que tenía escrito el profesor en la pizarra, por poco y la descubre, pero agradeció que no lo haya hecho