🕸️Impredecible 🕸️(BajiFuyu-Drakey)

隼 Hayabusa 隼

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La mañana helada no la detuvo. La lluvia de la noche anterior habia dejado pozas de agua y barro en todo el parque Umashita.
Se froto las manos mientras veia las siluetas de vaho salir de sus labios. Apresuro el paso hasta el lugar de encuentro, aprovechando a pisar las hojas muertas de otoño.

A lo lejos, Emma pudo visualizar al joven que buscaba sentado en una banca de madera; el chico llevaba chaqueta roja, tenia el blanco pelo oculto por un gorro de lana, y era langüeteado por un gran perro con pinta de ser raza Dobberman.

-¡Izana! Llegaste temprano.

Pequeños detalles como esos la hacian muy feliz; las primeras veces que se juntaban, el chico podia dejarla esperando por casi una hora.

- Emma... ven sientate.- la piel morena y los ojos violeta le miraron amable.- Toma, un cafe, lo acabo de sacar de la maquina. Esta tibio aun.

- ¡Woaah! Gracias hermanito.

- Te dije que no me llamaras asi.

- Debes empezar a acostumbrarte. Sobretodo despues de lo que planeamos hacer.

El otro se veia contrariado, pero le dio la razon.

- Hablemos las cosas rapido, Kakucho me espera.

- ¿Porque no viniste con el?

- No somos siameses, no jodas.

Emma solo rio burlona. La verdad era que si eran siameses, y esa era la primera vez  que se veian en la que Kakucho no estaba detras de ellos mirandolos atentamente como un guardaespaldas. Que no estuviera alli significaba que confiaba en ella, tal vez un poco mas cada dia.

- Tu perrito da miedo, aunque es una monada.

La cara hastiada de Izana cambio abruptamente y brillo emocionado.

-¿Ah que si? Se llama Hayabusa, puede partir un craneo con su mandibula.-miro al enorme perro como si fuera un tierno conejito.- Lo rescatamos de unas peleas clandestinas. Esos bastardos, no volveran a ponerles las manos encima a ningun otro perro. Aunque quisieran, no podrian, ¿No es asi Haya?

Se rio tetricamente, mientras abrazaba a su perro. Emma lo miro tratando de no imaginar nada sangriento.
Se habian desviado del tema que los convocaba, pero disfrutaba tener conversaciones casuales con su hermano mayor. Habia mucho tiempo que recuperar, luego de años separados.

- ¿Sigue en pie lo de conocer a Mikey, Izana?

El peliblanco se tenso, y mirando hacia la nada le respondio monotonamente.

- Kakucho estuvo investigando. Asi que tecnicamente ya se todo sobre el.

- ¡Izana! ¡Eso no se hace!

La ignoro y prosiguio.

- Pero el otro dia... me trajo una foto.- paro un momento, le costo continuar.- Y sus ojos... son tan parecidos a los de Shinichiro.

Emma tambien sintio esa tristeza embargandole, mezclada con la añoranza de la voz de Izana.

- Asi que si, quiero verlo. Ver si es digno de ser el hermano de Shinichiro.

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Los meses posteriores a la muerte de Shinichiro, Emma guardo un pequeño luto, pero retomo sus actividades con rapidez; debia cuidar de Mikey y hacer las tareas del hogar.

Pero dolia, dolia todas las noches.

Asi que un dia en que estaba especialmente deprimida y nostalgica, rebusco entre la papeleria de la tienda de motos que pertenecio a su hermano mayor.
Y encontro cartas, una impresionante cantidad de cartas.