🕸️Impredecible 🕸️(BajiFuyu-Drakey)

El Plan (im)Perfecto

Parte 2

⛓️🔒⛓️

- Asi no inutil.

- ¡¿Ah!? Pues muy bien, hazlo tu.

Izana tomo el napoleon y corto eficazmente el segundo candado.

Eran 4 malditos candados, sin contar las cadenas que mantenian inamovible esa cortina metalica que sellaba el local. Seria mas facil simplemente forzar la puerta trasera, pero le habian prometido al imbecil del dueño que abririan todo.

Aparte, se les revolvia el estomago al ver esa puerta, que aun tenia las marcas de haber sido forzada "esa vez".

Las miradas sombrias y luego esperanzadas se turnaban en los ojos de esos tres chicos, tenian muchas emociones encontradas, uno con mas intensidad que los otros.
Preferian ignorar como la gente en las calles susurraba preocupada por pensar que estaban tratando de entrar a robar a ese taller abandonado a plena luz del dia.

Siguieron en lo suyo, cortando cada impedimento, terminando con las manos rojas y los callos adoloridos.

Pero habia algo extraño; durante todo el trajin, que habia sido bastante ruidoso, no oyeron a nadie adentro del local.

Al parecer las personas que vivian alli segun el dueño, ya no estaban.

Draken se encargo de cortar la ultima cadena. Se seco el sudor, y entre los tres subieron la amplia cortina.

Por alguna razon esperaron algo mas emocionante.

El lugar estaba a oscuras, no se veia mucho. Comenzaron a adentrarse, con Draken a la cabeza e Izana en la entrada, y notaron que a pesar del desorden no habia polvo acumulado. El aire tampoco se sentia viciado por el tiempo. De hecho, olia levemente a desodorante de chico...

Kakucho encontro un interruptor; se ilumino todo el lugar.

Antes de lograr comprender la situacion, Draken tenia el filo de un cuchillo en su cuello.

Kakucho sintio un bate de beisbol posarse en su cabeza, amenazante y recorriendole hasta la mejilla, pasando por su cicatriz.

Una voz divertida y amenazadora se escucho siseante;

- Un movimiento... y estaran muertos.

No lograban ver el rostro de los tipos, estaban congelados en su puesto, con el cerebro a mil por hora.

Pero la voz de Izana interrumpio el tenso momento;

- ¿Inupi?

Draken sintio como el cuchillo en su garganta temblo. No dudo en embestir con toda su fuerza contra su distraido captor, quien era mas liviano de lo que imagino, mandando al pequeño chico a volar contra unos sillones.

- ¡INUPI!.- retumbo un grito preocupado.-Maldito pedazo de..

Draken sintio un bate chocar contra su brazo dolorosamente, por suerte habia alcanzado a cubrirse las costillas. Antes de voltearse y arremeter contra el agresor, Kakucho ya se habia encargado de noquearlo.

El ahora flacido cuerpo de un chico de pelo negro y ojos afilados cayo inherte contra el piso soltando el bate de entre sus manos, que se estrello sonoramente contra el piso, para que luego todo quedara en silencio.

- ¿Solo eran esos dos?-. pregunto estoico Kakucho, como si no hubieran estado apunto de ser asesinados.

Izana permanecio en silencio.

- Son solo unos niños, pense que serian adultos o ... nose.- Draken se veia un poco afectado, habia usado demasiada fuerza contra su oponente, que aun yacia unos metros mas alla quejandose en voz baja. Debia de haberle dolido, Draken realmente habia usado toda su fuerza en esa reaccion desesperada.