Un año antes de que Takemichi volviera en el tiempo y se uniera a Toman para arreglar las cosas, Baji, Chifuyu, Draken y Mikey ya tienen suficientes problemas y menos madurez para resolverlos.
× 2004 ×
Habran menciones de otros personajes, pero esas...
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Busco a Mikey por todos lados. No estaba en la pieza, ni la cocina. No habia nadie en la casa de los Sano.
- Que mierda...
No era tan tarde, Mikey debia esperarlo para ir a la reunion de Toman. Y queria invitarle a comer algo antes de eso. Estaba exhausto, pero lo habian prometido.
Por ultimo se dirigio al Dojo de la casa.
Al acercarse escucho fuertes golpes. Se asomo lentamente, presintiendo lo que iba a encontrar.
Mikey estaba entrenando. Tenia todo el cabello tomado en una cola alta mal hecha, con mechones rebeldes pegandosele al sudor del rostro.
Pero habia algo extraño; el menor solia usar su Dogi para entrenar, o en caso de que simplemente le dieran ganas de pegarle patadas a algo, usaba su pijama hasta que fuera obligado a cambiarse de ropa.
Draken siguio observandolo; Mikey llevaba un comodo poleron que le habia robado a Draken y unos jeans. UNOS JEANS. Mikey nunca usaba pantalones, solo short roñosos y buzos viejos.
¿Estaria nevando en el infierno?
Y entonces escucho que con cada patada, Mikey mascullaba rencoroso;
¿Tanto se habia retrasado como para que Mikey quisiera matarlo? Miro la hora en su celular; pero solo se habia retrasado 10 minutos.
Los golpes se detuvieron de pronto.
- Mierda... ¿Estas espiando denuevo?
Ah, joder, lo habia pillado.
- No, lo siento, solo no queria interrumpir tu deseo de venganza... ¿Que hice para que golpearas asi ese saco?
Mikey desvio la mirada fastidiado, ignorandolo. Procedio a ordenarse el pelo, pero no pudo, nunca aprendio como hacerlo porque para eso estaba Draken. Se saco el colet frustrado y lo tiro lejos, sentandose en el tatami.
- Creo que tengo que aprender ha hacerlo yo mismo, ¿no Kenchin?
- ¿De que hablas?.- Draken estaba asustado por la extraña calma que rodeaba al rubio.
- Pues, eso. Voy a aprender a amarrarme el pelo solo.
- No.
Se miraron. Mikey un poco sorprendido por la tajante respuesta de Draken, y Draken comenzando a entender por donde iba el real problema.
- ¿Como que no? ¿Quieres que sea un inutil toda la vida? No le puedo estar pidiendo a Emma que me peine.
- Manjiro.
- ¿Que?.- respondio desafiante y antipatico, no tenia ganas de hablar con el zoquete de Kenchin.
- No te atrevas a aprender a peinarte. Yo soy el que debe hacerlo, y lo sabes.
