Something I need | ♡ MINAYEON ♡

La verdad

Llevaba una hora escuchando sin parar aquella cinta. Era imposible no reconocer a la dueña de aquellas notas musicales, Mina estaba en toda esa melodía. ¿Significaba eso que había sido ella quién había depositado la cinta en el buzón? Pero entonces, ¿por qué no había entrado y se había quedado con ellos? ¿Por qué no había vuelto por ella? Tal vez aún pensaba que todavía estaba enojada... Pero ¿Cómo podría seguir enfadada si cada nota de esa canción denotaba su arrepentimiento y su amor? No necesitaba que Mina le explicara nada más para entender por qué le había ocultado aquello. Se había equivocado pero lo había hecho por amor. Y le creía, le creía ciegamente porque con la música no se podía mentir. Pero lejos de aclarar todas sus dudas ahora surgían nuevas preguntas que le hacían replantearse sus próximos pasos, ¿Cómo la había encontrado? Y lo que es más importante, ¿Dónde estaba? Intentaba descifrarlo en su melodía, pero el mensaje que le llegaba era confuso. La había escuchado tantas veces que se había adentrado por completo en ella, pero le asustaba el hecho de no ser capaz de encontrar una nota que emanara libertad.

— Mina, ¿Dónde estás? - apenas pronunció sus palabras en un susurro.

Se levantó con cuidado, y a falta de piano cogió el ipad de Minhyun e inició la grabación de una respuesta musical. No sabía dónde debía mandarla, pero tenía la esperanza de que si depositaba un cd en el buzón éste pudiera llegarle. Aunque ella también tenía la intención de quedarse cerca de ese buzón por si la veía aparecer. No la dejaría sola nunca más. Se esforzó lo máximo que pudo en que sus dedos lograran hacer llegar el mensaje de que por favor la perdonara por haberse ido, y sobre todo, de que haría hasta lo imposible por encontrarla.

Minhyun escuchaba inquieto la música que componía la pelinegra. No le agradaba mucho la idea de que les hubieran localizado tan fácilmente, pero Nayeon estaba convencida de que esa música solo podría haberla compuesto Mina. Eso último debía tranquilizarle, pues de ser así Mina sabía dónde estaban, pero no les había informado de su ubicación a sus supuestos compañeros. No habían recibido ataque alguno, lo que tenía que confirmar su inocencia en ese asunto, ella no estaba aliada con aquel rubio. Se dejó llevar por la canción y se dirigió a la sala en la que se encontraba Nayeon. No se acercó más, tan solo se limitó a observarla desde la puerta, viendo como en su concentración no era capaz de percatarse de su presencia. Desde el beso las cosas habían estado bastante raras entre ellos, apenas habían hablado. Su único contacto había sido cuando Minhyun le entregó la cinta, pero más allá de eso se habían vuelto a distanciar. Él quería disculparse pero tenía miedo de agobiar a la pelinegra. Y ahora encima estaban un poco perdidos, las cosas habían cambiado con esa cinta. Ya no sabían si ir al almacén o no, pues no estaban tan seguros de que Mina estuviera recluida en él... Pero como no eran capaces de quedarse el tiempo suficiente en un mismo cuarto para hablar no daban con una solución. El amanecer llegaba y ellos seguían allí.

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Habían ido con cuidado a los puntos donde sus compañeros les habían indicado. No habían tenido problemas para localizar la furgoneta que estaba escondida entre los arbustos. Estuvieron observando durante más de una hora hasta que se aseguraron por completo de que únicamente había cuatro hombres en ella, y de que no había nadie más vigilando la zona. Probablemente a lo largo del día se repartían por zonas, pero dado el escaso movimiento que había en el almacén se habían relajado y por la noche se reunían en el vehículo. Mejor para ellos, iban a pagar cara su confianza.

Esperaron pacientemente a que alguno de ellos tuviera ganas de "ir al baño" y saliera distraídamente de la furgoneta. Tenían que ser rápidos y ante todo silenciosos. No podían darse el lujo de cometer errores.