Nueva misión

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— Era... ¿Era su hijo? – la sorpresa provocó que volviese a tratarle de usted.

— ES mi hijo – el jefe hizo especial énfasis al corregirle el tiempo verbal – recuerda que sigue vivo.

— Sí, señor – Matthew quiso actuar como si comprendiera ahora el empeño de su jefe, pero más allá de la sorpresa ese nuevo dato no le aportaba mayor relevancia para el asunto. Era un traidor, un traidor más — Pero... ¿cómo es que nadie lo sabía?

El jefe suspiró, por mucho que estuviese dispuesto a contarle la verdad había cosas que preferiría no tener que contar, pero conocía al rubio lo suficiente como para saber que no se iría sin toda la información.

— Porque, bueno, lo tuve en una relación... extramatrimonial.

¿Un hijo ilegitimo? Eso sí que no le sorprendía.

                                         👥👥

— Jackson, ya te he dicho que tienes que seguir escondido, ¿es que no te das cuenta? Te están buscando – el jefe de los yakuza hablaba por teléfono ante la atenta mirada de Minhyun – No salgas, ¿De acuerdo? Es mi última palabra.

Colgó el auricular y resoplando se llevó las manos a la cabeza. Empezaba a estar exhausto con este caso hasta el punto de arrepentirse de haberlo iniciado años atrás.

Minhyun notó el cansancio en el rostro de su jefe. Era normal. Él era demasiado joven para haber presenciado el origen de eso pero conocía la historia completa. Probablemente era el único, junto con el jefe, en conocerla tan a fondo en el bando yakuza. Nunca entendió las razones ilógicas que llevaron a su jefe a actuar de esa manera, pues por lo que tenía entendido antes de aquello era una persona bastante racional y que conocía bien los límites, pero aquello lo cambió todo. La venganza le cambió, y él debía resguardarle... Siempre y cuando no afectara a los miembros de su propio bando. En lo referido a Nayeon sabía que tenía que hacer algo para ayudarla. Al igual que él, ella tampoco lo había vivido, e incluso lo más probable es que ella no hubiese escuchado la parte superficial de esa historia nunca. Si su jefe no retomaba la razón él tendría que desobedecerle.

— ¿Señor?

— Esto se nos va de las manos... No solo no aparece Nayeon sino que encima desaparecen dos de nuestros espías, y para colmo Jackson no aguanta más tiempo escondido y no para de fastidiar.

— ¿No cree que debería contarle todo?

— Si lo hago me desobedecería y lo sabes. No solo peligraría su vida, se rompería la tregua.

— Pero señor, a lo mejor si intenta razonar con él... A fin de cuentas su padre también le ocultó la verdad, ¿no? Él tiene derecho a saber que jamás se olvidarán de él porque traicionó a su padre – Minhyun se armó de valor, tenía que aprovechar ese momento de debilidad de su superior – Además, ¿cree que le matarían? El jefe de los shinobu jamás lo permitiría... Podríamos liberar a Nayeon y que no hubiese nadie herido, podríamos firmar un segundo pacto, y esta vez de verdad.

— No vivimos en un maldito arcoíris, Minhyun – la debilidad se había desvanecido – Por el bien de todos Jackson no debe enterarse nunca y Nayeon debe 'desaparecer'.

Minhyun dejó el tema. No iba a hacer que ese hombre cambiara de opinión, llevaba demasiados años atormentado con el mismo tema, pues su propia ruindad debía carcomerle. Quizás ese era el motivo que tenía para salvar a Jackson por encima de Nayeon sabiendo que con la muerte de la última no solucionaba el problema para siempre, mientras que si se libraba del primero cortaría con él desde la raíz. Podía ponerle las excusas que quisiera, pero estaba convencido de que se arrepentía de haber roto la tregua solo por creerse más listo que nadie y de haberlo hecho encima con la intención de hacer daño, llevándose la única cosa que su rival apreciaba. Ninguno de ellos era mejor que el otro, realmente tantos años en el poder les había destrozado la vida a ambos... Minhyun se dio cuenta de que él mismo debería replantearse su futuro antes de acabar tan carcomido como ellos.

                                      👥👥


Habían terminado el libro la noche anterior, y lo único que quedaba que pudiesen leer en aquel sitio eran periódicos viejos. Mina se había planteado alguna vez salir del almacén para traer algún otro libro o cualquier cosa que pudiese proporcionales entretenimiento, pero tenía miedo de que Somin volviera a presentarse sin avisar y acosara a Nayeon aprovechando su ausencia. Miró con rabia el televisor, desde hacía semanas que estaba roto... Con la cantidad de películas que podría haber visto abrazada de su pelinegra en aquel mullido sofá... Solo le quedaba rebajarse ante Somin y pedirle que le trajera algo pero...No, eso era superior a ella, no podía darle más poder a esa arpía.

- Podrías tocar tú música un rato.

Ella siempre lo conseguía. Siempre conseguía provocarle sonreír. Hacía ya días que no podía ocultarlo, no quería.

- La verdad es que prefiero tocar otras cosas...

Una vez más Nayeon se puso como un tomate. Era tan fácil sacarle los colores a la pelinegra... Mina se perdió admirando el sonrojado rostro de Nayeon, ella era tan pura... Ojalá pudiese ser así también, al menos con ella. Pensar en aquello le hacía estancarse en las palabras de su jefe al darle su última orden. No podía seguirle mintiendo a Nayeon...Pero debía hacerlo. Ahora más aún, pues Somin era consciente de que su relación con la pelinegra se había estrechado y que le había mentido al jefe, sabía demasiado. No podía arriesgarse a involucrar directamente a Nayeon. Suspiró, ¿realmente era así o solo se inventaba nuevas excusas para no contarle su traición? No quería decepcionarla y que se alejara de ella... No, no eran solo excusas. Tenía que estar a su lado para protegerla. Si le contaba la verdad ella se iría para siempre y no podría cuidarla. Tenía que mentirle aun siendo consciente de que cada minuto que engañaba a Nayeon le arrebataba el alma.

- Nayeon...

- Dime – la pelinegra aún tenía un deje de color rojizo en sus mejillas.

- Dijiste que no querías escapar pero... - se le cortaron las palabras, le costaba formular la frase. Le costaba tener que hacerla seguir el plan.

Nayeon la miró intrigada. Mina parecía carcomerse por dentro. Claro... A pesar de todo aún seguían siendo prisionera y guardiana. Si tan solo se hubiesen conocido en otro escenario...

- No quiero meterte en problemas, Minari.

¿Minari? Se le hacía tan lejano que alguien la llamara así. Le embargaron los recuerdos, antes de que ocurriese aquella tragedia en su familia solían llamarla así.

Nayeon notó que el brillo de sus ojos se tornaba consternado y reforzó sus palabras con una caricia en su rostro.

El gesto rompió a Mina por dentro.

- Y yo no quiero que estés en ellos... - el hilo de su voz parecía quebrarse. Apoyó su mano sobre la que Nayeon tenía en su mejilla – Eres libre, quiero que te vayas de aquí.

- No pienso irme sin ti.

- Y no lo vas a hacer, quiero que te vayas de aquí, pero quiero que lo hagas conmigo.

La pelinegra tragó saliva y se detuvo a pensar en la de problemas que podría verse involucrada Mina, a como su vida se vería condenada a la de una fugitiva, una vida huyendo.

La pelirroja volvió a insistir al ver que no decía nada.

- Vámonos de aquí.

- ¿Irnos? ¿A dónde?

- Qué más da, mientras lo hagamos juntas me da igual.

- ¿Estás segura? Te juegas mucho haciendo esto...

Asintió. Habría dado cualquier cosa por retroceder en el tiempo para haber hecho esto cuando no era una orden. Ahora solo le quedaba fingir que cumplía esa orden y rezar por que todo fuese bien...

La pelinegra seguía dudando. Poner en peligro a Mina era lo último que quería hacer.

- No tienes por qué hacerlo... No me preocupa pasar aquí el resto de mi vida si eres tú quien me retiene.

- Por favor... No puedo tenerte aquí más tiempo, ellos volverán para que les digas lo que quieren oír, no se van a rendir...

- Pues parece que últimamente no les preocupa mucho.

- ¡Claro que lo hacen! Esto no es casualidad, esa maldita arpía nos está vigilando, y el rubio tiene que estar en alguna parte... Han cambiado de plan.

- ¿Y cuál es el plan?

Mina tragó saliva. Esta vez tendría que mentirle directamente.

- No lo sé...

- ¿Y por qué quieres arriesgarte a perderlo todo sin saber nada? ¡No sabes qué traman y tampoco sabes qué información quieren de mí! – Nayeon parecía exaltada.

- ¡Porque no quiero saberlo!

- ¿Ni siquiera de lo que yo pueda sospechar?

- ¿No te das cuenta de que cuanto menos sepa mejor? Me da igual, no me interesa. Lo único que me importa... Eres tú.

Su respiración se fue ralentizando paulatinamente. Lo cierto es que una vida lejos de este mundo y al lado de ella sería increíble. Por fin podría renunciar a la mafia, podría buscarse otro empleo, quien sabe... Después de tantas huidas en coche después de los golpes había quedado patente que era una experta conductora. Podría ser profesora... Qué narices, ya que soñaba podía hacerlo en grande, podría ser especialista en películas. Podría volver a empezar.

- ¿Qué clase de espía eres tú? – le comentó medio en broma para volver a relajar el ambiente.

- Una vez alguien me dijo que una no muy buena... Y tenía razón – Mina le siguió el juego.

- Está bien – momentos así le hacían sentir que juntas podrían enfrentarse a cualquier cosa. Sí, juntas podrían superar cualquier obstáculo - Lo haremos.

                                         👥👥

- Tengo una misión para ustedes.

- ¿Qué tenemos que hacer?

- Quiero que vuelvan al almacén.

- Pero... El jefe dijo que no merecía la pena vigilar aquel sitio.

- El jefe ha cambiado de opinión – reforzó sus palabras para que resultaran más creíbles y decisivas.

- ¿Y qué ocurre con Lee y Park? Siguen desaparecidos.

- Ya nos hemos encargado de eso. Está claro que algo les paso en el piso de aquella mujer, la estamos vigilando de cerca aunque no creemos que vuelva a pisar ese piso...

- ¿Y si lo hace?

- Ustedes céntrense en el almacén. Cualquier cosa que suceda me la contarán a mí, y solamente a mí, ¿entendido?

- Ok, ¿qué tipo de misión es?

- Observacional. No actúes bajo ningún concepto, después del último fracaso no podemos fiarnos.

- Entendido.

Minhyun escuchó la señal de que su interlocutor había colgado. Sabía que era arriesgado actuar a espaldas del jefe pero debía tomar medidas desesperadas, necesitaba cualquier pista del paradero de Nayeon si quería salvar su vida.

Something I need | ♡ MINAYEON ♡Where stories live. Discover now