treinta y nueve

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Bizarrap ϟ

Llegamos al boliche, hicimos una ronda como de costumbre, las chicas se fueron a pedir algo para tomar; para ellas y nosotros.

Esperando los tragos, mientras bailaba un poco, siento tres golpecitos en la espalda que me hacen asustar un poco, me voy vuelta para encontrarme con Lit Killa sonriendo.

-Hermano- le sonreí y lo abracé golpeándole la espalda.

-Amigo, ¿cómo estás?- me sobó la espalda también.

-Bien, bien ¿y vos bro?- le devolví la pregunta.

Asintió dándome a entender que esta bien, también. Nos separamos y se hizo a un lado, para dejar pasar adelante a una rubia; que tenía un vestido rojo y esta pintada como una puerta.

-Hola, me presento mi nombre es Zoe- sonrió la rubia dejando un beso en mejilla.

-Hola- la salude normal y me aleje un poco.

-¿Estás solo?- me preguntó acercándose más a mi.

Ya a estas alturas me molestaba, porque tenía literalmente el escote de la mina a dos cm de la cara.

-No, vine con mi novia- sonreí al recordar la sonrisa de Ori.

-Oh, ¿Enserio? Tan lindo y con novia- dijo con decepción.

-Si, y no solo tengo novia, sino que tengo una hija también- sonreí pensando en Alina.

A la rubia casi se le despega la mandíbula de la cara; al parecer la sorprendí.

El entorno ya me estaba incomodo; lo miré a Lit disimuladamente y le pedí ayuda con la mirada.

-Bueno, Zoe queres que vayamos yendo a otro lado- le preguntó agarrándola del brazo.

-Ay no Mau, este chico es muy lindo, déjame hablar un rato más con él- le pidió soltándose de su agarre.

Yo por dentro pedía que no llegue Ori, porque se va poner mal y no tengo ganas.

-Hermoso, contame, ¿Vivis por acá?- me preguntó dirigiendo su mano a mi mejilla.

Pero antes de que pueda tocarme la cara, le agarré la mano y se la aleje.

Estaba por contestarle, obviamente sin decirle donde vivo, pero justo llego Ori y me quede callado mirándola.

-Toma mi amor- me dio el fernet.

-Gracias gordita- le di un pico.

Noté que ella tenía una botella de agua en las manos; iba a preguntarle porque, pero me acordé enseguida.

-¿Queres un poquito?- me preguntó la rubia ofreciéndome el trago, ignorando completamente a Ori.

La miré con una ceja alzada y volví a mirar a Lit, para que se la lleve, porque no soy de cansarme de las personas, pero ella; estaba sobrepasando todos los esquemas.

-Vamos Zoe, ya está- la volvió agarrar del brazo.

-Morocho- dijo mirándome, yo no la miré, pero Ori si- Vos sos un capricho que tengo, y yo, no me quedo con las ganas.

Ori la fulminó con la mirada, y se quedó un rato largo mirándola.

-¿Me escuchaste?- me agarró de la cara para que la miré.

Lo cual, rápidamente y por inercia, me solté de su agarré.

Agarré a Ori de la mano y cuando estábamos por ir, se soltó y se acercó a la rubia; parecía que la iba a matar.

Oriana

-Escúchame bien, pelotuda- la empuje- Gonzalo podrá ser tu capricho y todo lo que quieras, no me molesta, pero te dijo que tiene novia y que tiene una hija, respeta, trola de mierda.

-Respeta vos, idiota- me empujo también- O, ¿Te pensas que no te escuche chamuyando al gordito de allá?- señaló a Duki.

Lo mire a Biza, quien estaba inflando los cachetes contendiendo la risa. Solté una carcajada y la miré.

-El gordito de allá, cómo dirías vos, es mi hermano, pelotuda- me reí de ella- Si me vas a culpar de algo, ocúpate en inventar algo mejor.

La rubia se quedó callada mirándome; por ende, di por finalizada la conversación.

Me acerqué a Lit y me susurré; "que compañerita te trajiste de Paris, todo un desafío".

Lit quiso soltar una risita, pero se contuvo, sabía perfectamente que la iba a matar si le había a Biza una vez más.

-Vamos mi amor- me dijo Biza enredando su brazo en mi cuello.

Asentí tranquila, solo en él encontraba esta tranquilidad y podía pasar de ser una furia como un tornado; a ser tranquila como un perrito recién nacido.

Empecé a bostezar, me había bajado sueño, miré la hora, 3:35 de la mañana.

-¿Vamos a casa?- le pregunté a Biza cansada.

Esa rubia me había puesto de mal humor, me empezaron a doler las tetas en el medio del boliche; hacía más de dos horas que Alina no tomaba, por ende, me estaba por generar una mastitis.

-Si, vamos amor, no doy más del sueño, te juro- me dijo Gonza, agarrándome la mano.

Le avisamos a los chicos que nos veníamos, pero le dijimos que mi mamá me llamó diciéndome que Alina no paraba de llorar.

Y fuimos a mi casa; al fin.

🤍

Maratón 1/2

Bueno, maratón porque pinto jajajajajajajaj amamos.

gracias por todo siempre, lo único, coméntenme mas y expresen que sienten porfa 🙏🏻

•romina'🏹

 Cᴜᴀʀᴇɴᴛᴇɴᴀ ➞ Bɪᴢᴀʀʀᴀᴘ Where stories live. Discover now