THE OCEAN - Steve Mcgarrett - [2025]

―Chapter Fifty Two―

━━━━━━◇◆◇━━━━━━

CHAPTER FIFTY // TWO

𝑵𝒆𝒗𝒆𝒓 𝑻𝒖𝒓𝒏 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑩𝒂𝒄𝒌

━━━━━━◇◆◇━━━━━━

Halawa Correctional Facility

O'ahu, Hawaii

El reloj de la pared marcaba las 16:30pm cuando Fryer y Lex entraron con paso resuelto en el vestíbulo de la penitenciaria.

—Buenas tardes—saludo llegando al escritorio de recibimiento donde un oficial nativo, solamente dos o tres años mayor que ella, se encontraba muy concentrando viendo la pantalla de su móvil mientras que comía unas papas—Hola—insistió al notar que no les había prestado la más mínima atención

—Dios—bufo dejando su móvil a un lado—Buenas tardes, ¿qué se le...?—levanto la mirada encontrándose con Lexy y se quedo estático observándola algo confundido de que una chica, tan joven y linda, este en aquel lugar de mala muerte—...ofrece?—concluyo

—Pues...a él...—señalando al Detv Fryer quien se encontraba recargado sobre el mostrador con una notable palidez en su rostro e intentando recuperarse del terrorífico viaje que tuvo hace unos instantes con la joven tras el volante—...le vendría muy bien una gran bolsa de papel y...un vasito con agua—murmuro esto último palmeando el hombro del detective con burla

—Enseguida—sentencio el joven casi de inmediato

—No le hagas caso—tomo aire irguiéndose y viendo que aquel policía detrás del mostrador veía a su compañera con cierta...¿adoración?—Oye, niño—tronando los dedos frente a su rostro—Yo también estoy aquí—señalándose

—Si...lo siento es que...yo...—nervioso

—Somos policías y venimos a ver al recluso 1607, Jasón Kaleo—anuncio con seriedad a la vez que ambos le enseñaban sus placas

—¿Por qué asunto?—tomándolas y viéndolas atentamente, sobre todo la de la joven agente

—Estamos en medio de una investigación y...Kaleo es un sospechoso—explico la joven

—Perfecto—anoto en un libro sus números de placa y se las devolvió—Necesito que firmen junto a sus nombres y que dejen sus armas—pidió

—Aun no me dan la mía...así que...—sentencio mientras firmaba. Fryer dejo su pistola en una bandeja, que luego le paso al joven al otro lado del mostrador, tomo el bolígrafo que la joven le ofrecía y firmo al igual que ella—Listo—devolviéndole la libreta y la pluma al joven

—Bien, pueden pasar—oprimiendo el botón de seguridad para que la puerta se abriera

—Gracias—pronuncio Fryer mientras abría la puerta y la sostenía para que su compañera pudiese pasar primero