11. Capitulo 10: Tres años solos

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    Se había levantado desde el momento en que salió el sol, tenía en su mente el encuentro que iba a tener con el príncipe para ir a entrenar a la habitación del tiempo, pero admitía que la razón por la que se levantó era el delicioso olor a comida que estaba en el ambiente de su casa. Mientras comía recordaba la duda que tenía gracias a las revistas que había visto, vio de reojo a su esposa, no sentía deseo de besarla, era diferente a lo que sentía por Vegeta, que incluso con solo pensarlo sentía ese deseo y no sentía deseo en hacer esa cosa con nombre raro, aunque tampoco sabía exactamente como se sentía desear esa cosa a pesar de saber que en algún momento lo sintió.

    Salió junto con su hijo, dejando a la humana en la casa, quien le había encomendado llevar al niño a esa escuela mientras que ella se quedaba en casa a limpiar la casa, según ella, por salir los últimos días había descuidado mucho su hermoso hogar. A pesar de que tenía que llegar temprano al encuentro con el príncipe acepto, no le tomaba mucho tiempo ni esfuerzo llevarlo, además de que no tenía gran opción si era ella quien se lo ordenaba. Padre e hijo volaron con velocidad media en un extraño silencio hasta la ciudad Satán, sentía su mente tan ocupada por sus cuestionamientos que no sintió deseos de hablar y por esa misma razón, no se paró a pensar en el extraño silencio del niño.

   Una vez en la escuela, se tomó un segundo para ver de nuevo el gran edificio, era grande y sabía que Goten iba allí para aprender nuevas cosas y estudiar, él nunca fue a una escuela, las razones eran variadas, pero nunca lo considero necesario ni importante, con saber su edad y escribir era suficiente para él, principalmente cuando era niño, ya que eso le servía para inscribirse en los torneos pero ¿Si hubiera ido a alguna escuela igual estarían con esa duda en la mente? No estaba seguro, porque se supone que se va a aprender, así que pensaba que en algún momento le explicarían cosas por ese estilo. Recuerda que su maestro le había dicho una vez que leyera un diccionario, no le dió mucha importancia a eso porque estaba más concentrado en entrenar y ser más fuerte, pensó ¿Si lo hubiera hecho estaría así ahora? De nuevo, no lo sabe.

    Miro a su hijo y noto que miraba hacia una dirección con una expresión que no reconoció aunque se le hacía conocida, dirigió su mirada a dónde estaba mirando su hijo y vio al hijo de su mejor amiga, Trunks, quien estaba hablando con unas niñas que se veían de edad variada entre 11 y 15 seguramente, no contó cuántas pero eran más de cinco, miro de nuevo a su hijo, quien mantenía su mirada fija a esa dirección.

- ¿Goten? - su llamado hizo que el niño diera un respingo en su lugar, como si saliera de repente de sus pensamientos, el niño lo ve con una pequeña y rápida sonrisa, casi tímida.

- gracias por traerme papá, nos vemos en tres días - se despidió de manera rápida el niño abrazando su pierna.

- eh, si... Adiós - murmuró correspondiendo su abrazo tocando la cabeza del niño, su hijo se separó rápido de él, dejándolo un poco desconcertado y miro con atención como caminaba hacia el hijo de su amiga, para después llamar su nombre en voz alta mientras elevaba una mano, vio como Trunks, quien antes tenía una expresión sería mientras hablaba con esas niñas, sonreía viendo a su hijo y sin decir palabra se alejaba de ellas dirigiéndose a su hijo, rió con ganas cuando vio como esas niñas cambiaban su expreso a una de indignación cuando se vieron ignoradas por el Brief y decidió que era momento de irse, se dirigió a cualquier parte donde no hubiera nadie con una sonrisa en el rostro, le gustaba mucho ver la amistad de esos dos, así sentía que no tenía que preocuparse por nada, su hijo estaba seguro y feliz.

    Se elevó volando en cuanto supo que nadie lo veía mientras se dirigía al templo de Kami-Sama, no sabía que hora era, no tenía su teléfono, consideraba que era cerca de las siete de la mañana ¿Era eso tarde para el príncipe? Probablemente, no estaba seguro a qué hora llegaría el príncipe, ambos solo habían acordado "ir temprano" pero conociendo al príncipe y su poca paciencia, sabía que probablemente ya estaría allí esperándole e insultandole en la mente.

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