4. Capitulo 3: un momento de paz

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4. Capitulo 3

//Dragón Ball y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama y Toei Animation, yo solo uso sus creaciones para mis historias gay//

   Se levantó del pasto en dónde estaba sentado y tiro el hueso de dinosaurio en el suelo, que ya estaba sin carne, apagó la fogata y se dirigió al río para beber agua y lavarse las manos y cara, una vez estuvo limpio miro el cielo, suponía que ya era medio día.

   Sonrió para si mismo y alzó vuelo para dirigirse a la Corporación Cápsula, estaba muy feliz, iba a ver a Vegeta. Podía teletransportarse, pero antes de llegar quería disfrutar del aire limpio y fresco que la montaña le regalaba, era una de sus cosas preferidas.

   Pudo distinguir a la distancia la enorme casa de su amiga y aceleró el vuelo, noto la energía de su hijo menor en la casa pero le resto importancia, ya era normal que Goten se pasará casi todo su tiempo libre en la casa de su amigo, además, no tenía derecho para juzgarlo si él hacía exactamente lo mismo, sin importarle si tenía obligaciones o no.

   Pensó en entrar por la puerta pero al final entro por la ventana que quedaba más cerca de la cámara de gravedad dónde seguramente estaría Vegeta, ya quería llegar con él y besarlo, se sentía tan bien que no podía esperar para repetirlo, después entrenarían y comerían los dos la deliciosa comida que había allí, y al final irían al planeta del señor Bills, dónde recibirían un gran entrenamiento para volverse mucho más fuertes.

   Si, eso sonaba perfecto.

   Escucho un grito iracundo de una voz que conocía bien y pensó en la idea de salir corriendo por la misma ventana por la que entró, pero tuvo que desechar la idea cuando vio llegar a su mejor amiga por el mismo pasillo al que se dirigía. Venía con los puños apretados y la cara roja por seguramente la rabia que estaba sintiendo, en cuanto su mirada hizo contacto con la de ella sonrió nervioso y alzó la mano saludandola, por suerte para él, Bulma relajo su expresión y le dió una sonrisa forzada. Ya por lo menos sabiendo que no lo atacaría solo por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado (cómo muchas veces antes le sucedió), se acercó a ella ya sonriendo con naturalidad.

- hola Bulma - le saludo y Bulma le dió una leve sonrisa mientras ponía sus manos en forma de jarra en su cintura, llevaba su bata de laboratorio y se notaba claramente cansada, seguro estaba trabajando en uno de sus nuevos y complicados experimentos, solo esperaba no ser forzado a ser sujeto de pruebas.

- hola Goku ¿Qué haces por aquí tan temprano? Se supone que el señor Bills y el señor Whis vendrán al anochecer - le dijo en tono cansado y él se llevó una mano a la nuca sonriendo feliz.

- vengo a ver a Vegeta - le dijo feliz y cuando oyó un gruñido supo que había cometido el error de hablar de más, Bulma volvió a apretar los puños y miro hacía la ventana molesta, se estaba conteniendo para no estallar con su amigo.

- ese inútil e insensible de Vegeta - la escucho murmurar por lo bajo y la científica se cruzó de brazos - es un idiota.

   Goku la miro nervioso, la verdad, cuando se trataba de discusiones ajenas siempre prefería mantenerse alejado, en especial cuando se trata de una mujer tan complicada como era Bulma, pero en ese momento no podía evitar sentir algo de curiosidad, Vegeta ayer se veía muy calmado ¿Cómo podría hacer algo que molestará a Bulma? No lo comprendía. Dudó en hablar, ya que se metería en terrenos turbios y lo sabía, pero la curiosidad fue mayor que la razón.

- ¿Qué fue lo que pasó? - pregunto al fin y Bulma lo miro curiosa, normalmente Goku solo se escapaba cuando la veía así de furiosa, pero ¿En ese momento que importaba? Necesitaba a alguien con quién desahogarse y a pesar de qué Goku no era un experto en relaciones matrimoniales, considerando su tan complicado matrimonio, seguía siendo su mejor amigo y confidente, a pesar de qué no la entendiera la mayoría de las veces que le hablaba cuando le decía algo que no tuviera que ver con las peleas o artes marciales. No esperaba recibir alguna ayuda o consejo útil de su parte, no le pediría tanto, con que sirviera de oídos se conformaba y bastaba.

Es nuestro secretoWhere stories live. Discover now