16. Capítulo 15: Desánimo

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   Se había encargado de llegar a la escuela temprano, no tanto como para levantar sospechas en su madre pero lo suficiente para tener tiempo para lo que planeaba, se encontraba en los casilleros de su escuela, al frente de tres casilleros y ninguno era suyo, saco de su mochila un clip, no se podía arriesgar y llevar demasiadas cosas, no quería ser descubierto, pero dudaba que sucediera, porque de manera rápida había volteado la cámara de seguridad para trabajar con tranquilidad, aún así cuando terminara tenía que acomodarla para no levantar sospechas. Saco algunas cosas que llevaba en su mochila y manipuló los tres casilleros frente a él con una sonrisa traviesa ¿Que? Él se tenía que vengar, además no era tan malo, solo era una broma inocente.

   Justo cuando terminaba con el último escucho una risa femenina detrás de él que lo dejo paralizado, frunció el seño y cerrando el casillero de manera un poco fuerte, se volteó para ver a la chica frente a él.

- vaya vaya Trunks, esto es una sorpresa - sonrió la chica con sorna, mientras que el niño la miraba con desinterés que no sentía - ¿Que crees que dirá el director de la escuela cuando vea este video? - movió con burla el teléfono en su mano, aún así no pudo evitar temblar cuando la mirada de Trunks cambio a una peligrosa, aún así, no flaqueo.

- ¿Que quieres? - dijo tajante y cruzándose de brazos, estaba acorralado, lo sabía, pero sentía que no era del todo grave así que mantenía la cabeza alta con su orgullo inquebrantable. Por un momento se lamento no haber prestado atención a los ki a su alrededor, pero estaba tan concentrado y el ki de esa chica era tan pequeño que pasó desapercibido; se concentro rápidamente en los ki alrededor de la escuela e hizo un esfuerzo para no chasquear la lengua cuando sintió que la energía de su mejor amigo estaba demasiado cerca de la escuela, no tenía mucho tiempo.

- ¿En serio quieres hablarme así pequeño? - dijo con superioridad pero de inmediato tembló al sentir el ambiente a su alrededor más pesado, el aire de peligro en el chico era cada vez más grande así que decidió dejarse de juegos que probablemente no ganaría - te propongo un trato, borraré el vídeo y no le diré a nadie de tu bromita si tienes una cita conmigo.

- ¿Una cita? - repitió alzando una ceja, había pensado que pediría dinero o algo así, así que eso fue una sorpresa para nada agradable.

- así es, a pesar de ser solo un niño eres bastante famoso, salir contigo aunque sea una vez me sería bastante ventajoso, agradece que no te pido más - a pesar de que algunos odiaran o temieran al niño frente a ella, muchas de las chicas suspiraban por él, incluso chicas mayores, decían que tenía un no se que que lo hacía ver fuera de este mundo, incluso hasta ya había una leyenda sobre él, que si lo mirabas fijamente a los ojos podías ver cómo sus ojos cambiaban de color a verde esmeralda y desde allí la leyenda variaba, algunos decían que era igual a ver a la muerte a los ojos, otros decían que te enamorabas para siempre, la verdad era que Trunks no hacía nada más que afilar la mirada y el cambio de sus ojos solo era una mala pasada de sus poderes por no controlarlos, pero a la chica no le interesaba nada de eso, solo sabía que si salía aunque sea una vez con el indomable Brief, su vida en la escuela estaba asegurada.

- ¿Y que pasa si no lo hago? - pregunta sin inmutarse, tiene sus opciones limitadas, si, pero era algo fácilmente cambiable.

- emm, y-yo... - dudo un poco, podían expulsarlo ¿Eso no era suficiente para hacerlo temblar? Obviamente no y eso era algo que ella apenas notaba - aunque logres quitarme el teléfono, ya está guardado en la nube y en otro de mis teléfonos, así que si eso era lo que estabas pensando pues lamento decepcionarte - a pesar de eso el niño sigue sin mostrar cambio en su expresión, no era un genio en la tecnología como su mamá, pero no era nada malo en ello y eso no significaba ningún reto - y le diré a tu amigo lo que hiciste - dijo escondiendo un leve tono de duda en su voz, todo el mundo en la escuela sabía que Trunks era un chico solitario, pero existía una única excepción, ese niño de cabellos iguales a una palmera, no sabía que tenía de especial, pero era importante para Trunks y eso lo pudo confirmar cuando la expresión del niño cambio, sonrió con superioridad, no había estado segura de que funcionaria, pero ahora agradecía haberse arriesgado.

Es nuestro secretoWhere stories live. Discover now