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—¿Cuando debe despertar?
—Tal vez en unas horas, necesitaré unos animales y que Bella no este aquí.
—Seth trae lo mejor que veas, Jacob lleva a Bella a casa.
Abrí mis ojos pegando un gran grito al ver a un lobo en la habitación donde estaba.
—¡Sam hay un lobo!—grite fuertemente antes de ver entrar a todos los chicos acompañados de Alexander.
—Es Paul... Tranquila—relajo Sam manteniendo su distancia.
—¿Que pasa? ¿Por qué están tan lejos? Dios huele horrible, a perro mojado.
—No llegué a tiempo y... Laurent te convirtió.
—¿Que?—antes de decir algo más señaló un espejo. Me levante rápidamente sin medir mi velocidad llevándome un buen golpe—¿Que fue eso?
Ante la mirada de tristeza de todos me observe en el espejo, no veía nada fuera de lugar... Mis ojos eran rojos y mi piel era más pálida. Parpadee unas veces tratando de analizar todo.
—¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?
—Quiero matar a Victoria—gruñí recordando las palabras de Laurent—Y un puma no me vendría mal, ¿Es normal sentir tanto ardor?
—Es normal, pequeño monstruo. La comida ya viene—animo Alex envolviendome en un abrazo.
—Probaremos algo ¡Emily!—la mujer se adentro a la habitación con una gran sonrisa la cual se borro al verme.
—¿Te pintaste el cabello? Te ves más guapa, Emily—señale sin acercarme a la pelinegra.
—¿No quieres morderla?—negué mirando a Quil quien silvo impresionado.
—¡Traje unos conejos y un venado espera afuera!—sin pensarlo corrí fuera de la casa encontrando los animales que había traído Seth.
Antes de comer mire asustada a mis amigos quienes me animaron.
—¿Lista, chica vampiro?
—Lo siento, Bambie.
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—¡Lo hiciste bien!
—Oh por dios... Mate a Bambie de nuevo. ¡Sam mate a Bambie!—grite lloriqueando escuchando las risas de los chicos de la manada.
