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—¿Ya me dirás a donde vamos?
—Si te digo ya no será sorpresa.
Solté un gran quejido escuchando la risa de Rosalie acompañada de Jasper. Me habían vendado los ojos mientras estos dos me guiaban, esa mañana había sido un completo desastre.
Bella siendo neófita y enterandose que su mejor amigo se imprimió en su hija no era una buena combinación. Menos cuando logre derribarla por haber lastimado a Seth, una completa mañana de locos.
—No me van a dejar sola enmedio del bosque ¿Verdad?
—Tranquila, ya llegamos.
Al fin abrí mis ojos logrando divisar una casa bastante hermosa, mire confundida a Rosalie la cual sonrió ampliamente.
—Los dejaré solos, disfruten su nueva casa—despidió la rubia antes de desaparecer por el bosque.
—¿Nueva casa? Jasper...
—Es como un regalo de cumpleaños—explico sacando la llave de la casa.
—Deje de envejecer hace más de medio año.
—Aún seguiremos celebrando, superalo—defendió abriendo la puerta dejándome ver una casa bien decorada.
Quedaba claro que la decoración era obra de Alice.
Camine por toda la casa tratando de no perderme ningún detalle de esta, era simplemente hermosa. Señale confundida una habitación que parecía para un bebé.
—Fue idea de Edward, solo para que Renesmee tuviera un lugar donde estar para cuando ellos quisieran privacidad—explico el rubio, asentí mirando la habitación imaginando a mi pequeña sobrina en esta.
—Ya no sacare esa imagen de mi cabeza—murmure escuchando la carcajada de mi novio—Se ve que Rosalie escogió mi ropa.
—Hubiera sido peor si Alice lo escogía.
—Hablando de Alice, nos necesita—avise al escuchar el llamado de mi amiga—Date prisa, quiero que Renesmee duerma aquí.
—Y tienes miedo que Rosalie te gane a tu sobrina—acompleto mientras salíamos de la casa en busca de la nueva casa de Bella.
—Claro, es mi sobrina y Rosalie siempre la quiere.
