Ella bajó el rostro hacia la oscuridad que ocultaba la mayor parte del espacio, ni un solo sonido colándose, el viento huyendo de su propia existencia, sin la alegría floreciendo de sus labios, dejando una especie de soledad rellenando su corazón. Y a veces, eso no bastaba.
Segundos de un respiro.
Segundos de dolor.
Segundos de un sueño perdido.
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El último atardecer ✔
Teen Fiction«Déjame escribir sobre tu piel, hasta que recuerde nuestra historia.».