Capitulo 7 - Valerie Valdow

20 2 18
                                    

Que días tan jodidos he tenido.

Inicio de exámenes, náuseas matutinas y un padre que intenta comunicarse diario con su hija. Oliver se a preocupado demasiado por mi. Incluso quiso hacerme las tareas que tenía pendientes, y es que desde el momento en que comencé a practicar la telequinesis y controlar mi telepatía con Matteo, solo siento como mi cuerpo se desmorona muy lentamente. Y pensar que también puedo teletransportarme a donde yo quiera que por mi salud, no lo he intentado.

Me miro por última vez en el espejo y paso mis dedos por mis ojeras. Me veo muy demacrada. Ajusto mi rodete alto intentando meter mechones rosas a alguna parte de mi cabeza para no verme tan despeinada y salgo del baño de la planta baja sin ganas de hacer nada.

Mamá está moviéndose de un lado a otro, jugando de vez en cuando con sus manos y acomodándose el impecable vestido tinto.

—¡Estás guapísima! —suelto un halago intentado subir mis ánimos para que ella no note nada malo en mi.

—¿Tu... tú crees? —habla avergonzada— no lo sé, creo que no estoy preparada para salir con alguien... ya no tengo edad.

—Eres la mujer más preciosa que conozco, y la edad es solo un número. Manda al diablo todos esos pensamientos raros que tienes.

—¿Y si no le gusto?

—Tremendo error que cometería —respondo haciendo que ella sonría.

—Te besaría la frente pero mi labial aún no se a secado. ¿Lista para el maratón?

Hoy hay un maratón en la escuela. Se hace anualmente y el dinero que recaudamos lo donamos a casas hogares. Lo bueno de estar en último año es que no tenemos que correr, solo atender puestos y supervisar a los alumnos de grados inferiores.

—Gracias a ti que tengo a Oliver como amigo. Presiento que no será tan aburrido.

—Deberías de considerar más a Sofia —me dice mientras mueve un jarrón a la otra punta de la casa.

—¿Para qué? Con Oliver y contigo me basta —comento satisfecha de mi vida social.

—Soy tu madre y te quiero mucho pero... se escucha un poco deprimente decir que soy tu mejor amiga. No lo digo en mala onda... solo... no estaría mal que hicieras más grande tu círculo de amigos.

Asiento con la cabeza y el claxon de un auto desconocido se escucha en la acera de la casa.

—¿Le compraron una Jeep a Oliver? —pregunta mi mamá confusa mientras mira por la ventana.

Oliver había quedado venir por mi. Soy consiente que una persona como yo no debería de conducir libremente por las calles. Mis ganas de vivir no me hacen muy confiable al manejar un auto.

La ventanilla trasera comienza a bajar enseñando un sonriente Oliver a un lado de Karen y en el fondo a Noah.

—¡HOLA TÍA! ¡VENIMOS POR VAL!

Mi madre ríe y abre la puerta tomando mi mochila. Yo la sigo aún confusa mientras caminamos a la Jeep color tinto.

La ventanilla del copiloto baja hasta mostrar a Matteo como piloto. Lleva el cabello alborotado y unos lentes de sol. Me mira risueño enseñando sus insufribles hoyuelos.

—¡Hola, Julieta! Soy Matteo Espositto, mejor amigo de Oliver y compañero de su hija.

Mi madre voltea a verme con los ojos muy abiertos.

Ay no. Por favor que no esté pensando en nada vergonzoso. Ella tiende a emparejarme con cualquier ser que respire cerca de mi.

—Mucho gusto, Matteo.

Pensamientos Robados [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora