09; Las dos caras.

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La pelinegra la miró incrédula, el cuerpo firme y decidido de Jennie ocultaba a Bambam tras su figura. La burbujeante ira que derretía los huesos de Lisa estaba alcanzando niveles peligrosos. La castaña no estaba consciente del peligro que corría.

Una risa frívola por parte de la más alta fue su primera advertencia.

— ¿Qué mierda crees que haces?.— Le preguntó la pelinegra, con un tono carente de paciencia.

Jennie sintió la amenaza implícita tras aquellas palabras, su propio razonamiento le gritaba que debía apartarse y dejar aquello. Pero las pequeñas manos de Bambam aferradas a su cuerpo, simplemente no le permitían moverse.

Mirando los ojos iracundos de Lisa, se obligó a permanecer serena y tratarla con respeto. Después de todo, aún estaba en su trabajo y no dejaría que ésta la intimidara.

— Primero, le pediré que no utilice esas palabras. Y segundo, usted necesita calmarse. No puede dirigirse así al niño.. o a mi.

Dijo con seguridad, sabiendo que probablemente estaba jugando con fuego al dirigirse así a la mujer que gobernaba el pueblo y podía hacer con ella lo que quisiera con solo tronar los dedos.

Lisa miró detrás de ella, aún aferrada al poco autocontrol que le quedaba, buscando el rostro de su hermano y sintió como si la piel fuera a caersele a pedazos. Estiró su mano para intentar cogerlo del brazo y salir de allí antes de que perdiera los estribos con aquella maestra. Entonces Jennie hizo la impensado y la apartó de Bambam de un golpe leve.

La mano de Lisa cambió de rumbo y se dirigió directo a su cuello, dejando a Jennie conmocionada y provocando el llanto del pequeño. El cuerpo de la castaña tembló al sentir el contacto y subió sus manos para sujetarle el brazo.

— ¡SUÉLTAME!

La más alta le soltó el cuello un segundo después luego se apartó respirando irregularmente. Bambam se aferró a la muchacha y llorando desconsoladamente, hasta que ella se hincó sobre sus rodillas y lo abrazó dispuesta a calmarlo.

— ¡BAMBAM, NOS VAMOS!

Los gritos de la pelinegra llamaron la atención de todos en el lugar, provocando que sus hombres y la directora acudieran corriendo hasta ellos.

— ¡No! ¡Yo no quiero ir contigo! ¡QUIERO QUEDARME AQUÍ!

Jennie, entre la rabia y el desconsuelo, cogió a Bambam entre sus brazos, resguardandolo contra su pecho. Lisa advirtió la presencia de todos a su alrededor y su enojo aumento aún más.

— Estudiaras en casa y punto. Ahora, baje a mi hermano, señorita Kim.

Ordenó con un filo peligroso en su voz. La señorita Kang intervino y obligó a Jennie a bajar al niño, quién aún lloriqueaba sin consuelo. Miró al niño sintiendo un manojo de culpa y frustración por no poder ayudarle.

Lisa dió un leve asentimiento antes que uno de sus hombres se apresurara a tomar a su hermano en brazos y lo llevara. La señora Kang ordenó que todos regresaran a sus actividades y luego pidió disculpas a la mujer, por la intervención de la castaña.

Jennie quiso enviarla al diablo, pero mordió su lengua lo suficiente para contener las palabras en su boca.

— Usted no tiene corazón.— Siseó con rabia mientras pasaba a su lado y la mano de Lisa se aferró a su antebrazo.

— Se lo advierto.— Habló con una calma amenazante en su voz.— No vuelva a hacer aquello, usted no tiene derecho sobre esto. Si le pido que me dé al niño, usted lo hace. No quiero lastimarla..

"LOST ON YOU" | JenLisa G!PWhere stories live. Discover now