11; Oportunidad.

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Los gemidos rebotaban en las cuatro paredes y cubrían el aire espeso. Las sábanas habían caído por un lado de la cama, el ventilador intentaba inútilmente refrescar su piel caliente mientras sentía el cabello pegarse en su cuello a causa del sudor.

Sintió la anticipación del orgasmo inminente creciendo en su abdomen y precipitarse entre sus muslos. Movió sus dedos para presionar en su clítoris y el estallido fue revitalizante y destructor. Voló en pedazos, su cuerpo se sacudió violentamente y cayó de espaldas en el colchón, intentando controlar su respiración.

Cuando las estrellas en sus ojos disminuyeron y lo visceral de su orgasmo había pasado, se quedó mirando la penumbra de su cuarto y maldijo a Sehun por haberla dejado en tal condición.

Abandonaron la feria luego del encuentro con Lisa y en el camino, detuvo la motocicleta para robarle unos besos más que seductores a Jennie. Una vez que estuvieron en su casa, y la castaña no soportaba la humedad incómoda en sus bragas, el teléfono del muchacho sonó y entonces, todo terminó.

- ¿Es tan urgente?

Preguntó un poco molesta. Le dolía el sexo que no obtendría esa noche. Le molestaba los cambios en sus planes.

Sehun se disculpo con ella y desapareció en su motocicleta. Sintiendo el mar de lava en el que su sangre se había convertido, y la urgencia entre sus piernas, aprovecho la ausencia de su familia y se dedicó a darse placer. Recordó las imágenes de algunos vídeos que había visto y encuentros con sus antiguos compañeros de cama. Imaginó sus manos, el golpe entre sus muslos, los besos poco tiernos y la forma en que solían pedir que sujetaran su cabello cuando se arrodillaba para aquellos.

Suspiró con cansancio y decidió darse una ducha antes de que su familia regresara. Para su sorpresa, eso no pasó hasta entrada la madrugada. Fingió dormir profundamente cuando escucho un golpe bajo en su cuarto.

La mañana siguiente, todos parecían alegres y animados, le resultó extraño pero bueno. Se unió a su hermano, Kai y su madre en el desayuno. Ignorando las miradas interrogantes que cada tanto le daba su hermano, se limito a beber su café y escuchar su charla sobre la feria.

Entonces su padre ingresó a la cocina y miro directamente a su hermano.

- ¿Aún no llega?

Jong-dae negó mientras apartaba su taza y se ponía de pie.

- No, lo he llamado y nada.

- Debe tener resaca.

Alegó su madre y ella escuchó sin comprender del todo de qué hablaban. Kai intervino.

- Sehun no suele embriagarse cuando tiene trabajo. Seguro se durmió.

Jong-dae volvió sus ojos hasta ella, observándola en la espera de conseguir algo. Sin embargo, el rostro inexpresivo de Jennie no le dió indicio de absolutamente nada.

(...)


Traía las manos en los bolsillos echas puños, mientras que Haruto y sus hombres se desplegaban por los alrededores - atentos a cualquier movimiento- ella estaba de pie a unos metros, junto a su coche y observando en silencio todo.

El viento fresco de la mañana no logro revolver su cabello, ya que lo traía hecho un moño en su cabeza. Pero si movió los altos pastos que rodeaban el lugar. Haruto volvió hasta ella, con el rostro endurecido.

- Si había alguien, se fueron hace horas.

Lisa cogió aire, mientras sentía sus músculos tensarse. A penas recibió el llamado de uno de los hombres de Tuan, mandó a Haruto preparar todo para salir cuanto antes. No perdería tiempo alguno, quería desaparecer a Son del mapa lo antes posible.

"LOST ON YOU" | JenLisa G!PWhere stories live. Discover now