«Nicolaus» (primera parte)

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No lean éste capítulo en público, a menos que sepan disimular... 🌚
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Aquél beso entre los dos jóvenes era muy tierno, de amor y no de lujuria... Por ahora. Klaus miraba con los ojos como platos mientras que Nikolai guiaba el beso; finalmente, el StandartenFührer se dejó llevar por el momento y cedió ante el gesto.

Nikolai inclinó su cabeza hacia un lado para profundizar el beso mientras Klaus ponía las manos de éste en su cintura y él rodeaba su cuello para atraerlo más a él. Con su lengua el Soviético presionó los labios contrarios para acceder a su cavidad bucal, petición que fué concedida por el nazi; su lengua se encontró con la otra, se entrelazaron y comenzaron a forcejear.

La manos de los dos tampoco se quedaban quietas, pues éstas iban y venían por sobre la ropa del otro. En el caso de Nikolai, éste solo podía acariciar la cintura del alemán debido al uniforme; mientras que Klaus podía contornear con la yema de sus dedos el torso de Ivushkin porque éste traía ropa común y corriente, subiendo desde su zona erógena hasta los abdominales en una fricción que encendía las pasiones de ambos.

Aquél tierno beso se transformó en un fogoso deseo: un deseo fuerte que traspasaba los límites de la cordura, haciéndole perder el control a los amantes.

Intentó quitarse su gorra debido a que no le gustaba usarla sudada o mientras hacía algún trabajo que le hiciera transpirar. Sin embargo, Ivushkin tomó su mano y la volvió a colocar donde estaba.

—no te la quites, te ves tan jodidamente sexy con ella.

Aquél susurro lo hizo temblar. Al sentir que el eslavo apretaba su cintura y como el miembro de éste iba despertando, el alemán suspiró para luego levantar su pierna y tener más contacto con aquella zona de el teniente con la cual se empezó a frotar lentamente.

Nikolai gruñó y, entendiendo las intenciones de Klaus, lo levantó y lo estampó contra el primer árbol que vió sin dejar de besarse. El segundo cortó el beso para gemir y después tomar el rostro contrario para besarlo con ganas y hambre. Con sus piernas, envolvió la cintura de el ruso: ambos cuerpos encajaban perfectamente.

El Soviético, tomando con rudeza las nalgas alemanas, presionó su pene contra la entrepierna contraria arrebatándole un gemido a los dos. Dejó los labios de el nazi para besar su cuello, cosa que le hizo suspirar al contrario por la tan gratificante sensación que su cuerpo atravesaba.

Klaus acercó su boca a la oreja de el otro—Ivushkin, no te detengas— susurró metiendo su lengua en el oído del mencionado, a éste se le erizó la piel pero la acción lo hizo prender.

—Klaus...— abandonó su cuello para mirarlo fijamente, cosa que perturbó al alemán y, en un intento de desviar su atención, movió sus caderas en círculos. Nikolai gimió mientras miraba aquél movimiento y seguirlo con un movimiento de sus caderas, mordió su labio y volvió a besar al alemán con más pasión que antes. Jäger apenas pudo corresponder aquél beso tan devorador y enérgico que creía que Ivushkin se lo quería tragar.

En los siguientes minutos en los cuales la pasión, el deseo y la lujuria crecían, Nikolai lo besaba descaradamente, como si su vida se tratase de ello para luego volver a bajar los besos por su cuello solo que ésta vez metió su mano por detrás de su cabello y lo jalo desde la nuca. Klaus gimió y eso le estremeció.

El placer de Jäger se notaba a kilómetros y eso le encantaba.

Le dió la vuelta, su culo quedó pegado a su falo. Al notar ésto, el alemán movió sus caderas en círculos, de arriba abajo por unos segundos e Ivushkin no se me podía contener más tiempo.

Más allá del T-34 (Klaus Jäger × Nikolai Ivushkin)Where stories live. Discover now