Historias De Un Corazón Fallido

esta cosa llamada cuarentena

¿No es irónico que justo en el lugar donde vas a vacunarte para no morir enfermo sea el lugar donde más fácilmente te infectes? Tan irónico cómo no querer morirme con esta niebla que voltea al revés a la gente.

Una pequeña actualización de mi situación, aunque sigo siendo una persona sin amigos, por algo estoy acá, ¿No? Porque al menos aquí puedo fingir que hablo con alguien y que esa persona realmente se interesa en lo que tengo para decir.

Tal vez estoy aquí porque ya no soporto mi propia compañía y necesito un escape, tal vez estoy aquí porque la persona que amé y que a veces aún extraño podría llegar a leer esto y, aunque sé que nunca más volverá a hablarme, me gusta pensar que aún piensa en mí, aunque sea como basura; puede que solo esté aquí mientras bebo y veo las luces de esta ciudad. Realmente no sé cuál es el motivo de mi presencia, pero quiero desahogarme un poco y decirle a alguien todo lo que me hubiera gustado que me dijeran a mí.

¡Vamos! Sé que no estás acostumbrado a esto, pero está bien no sonreír; no necesitas fingir algo que no sientes, y puedes reservarte el derecho de hablar con los demás.

No, no eres basura, es de humanos equivocarse, no puedes condenarte por eso.

Yo estaré para levantarte, ¡Te apoyaré en esto!

No dejes que te digan que no puedes, pero tampoco creas que no puedes pedir ayuda.

Ven, toma mi mano, vamos a sentarnos a comer una nieve, no, no necesitas decirme nada; te escucharé, si quieres, pero está bien si lo único que quieres es compañía.

Roma no se construyó en un día, ¿Muy gastado? ¡Pero sabes de lo que hablo! No tienes que estar bien siempre, a veces con estar basta.

Recuerda, aquí el que decide cuáles son sus logros eres tú; no dejes que los demás hagan menos lo que sientes, estar vivo también es un logro.

Tú pones las metas y también los límites, nunca lo olvides.

¿Quieres un abrazo? ¿No? Sé que sí, mis brazos están abiertos para ti.

Respira, así, despacio; llorar no es malo, ven, puedes hacerlo en mi hombro ¡No, no hay problema si me llenas de mocos! Pero, mejor si no.

¿Te viste hoy al espejo? ¿No te gustó lo que viste? Qué va, si estás fabuloso, vamos a tomarnos una foto.

Traje café, ¿Que no quieres? Pero también hay galletas, desayuna conmigo.

Que no sean amigos no justifica su mal trato.

¿Que no eres suficiente? Sé cómo te sientes, y créeme, no se trata de eso pero, ven, cuéntame.