Historias De Un Corazón Fallido

¿Qué hago?

Quiero comenzar esta cosa diciéndote que es absolutamente innecesario que lo leas, sé que nuestra amistad ya no es para nada lo que era y que me duele el que sea así, sin embargo esto no tratará de eso, solo quiero desahogarme un poco.

La vida no ha sido fácil desde la última vez que nos vimos, he discutido y me he "reconciliado" con mis padres muchas veces; no hay una noche en la que no piense en ustedes, en lo bien que nos llevábamos, en que me escuchaban, en que (aunque fuera poco) podía ayudarles. Los extraño, muchísimo, aunque podría decir que no soy la misma persona que ustedes, mis amigos, conocían hace tiempo; es por lo mismo que no me atrevo a hablar con ninguno, los he visto, he estado cerca de saludarlos y darles un abrazo pero, ¿Acaso seré digno de hacerlo?

Sus vidas siguen avanzando, muchos tal vez ni me recuerdan ya, pero los llevo y los llevaré en mi corazón, porque han sido importantes en mi vida y, aunque nunca se los diga, siempre les desearé lo mejor y estaré para ustedes si lo necesitan. Si me necesitan...

Seguir muchas veces es complicado, cuando me quedo a solas, siento como si jamás pudiera volver a levantarme. El corazón se vuelve más pesado, late lento y rápido a la vez, la tristeza y el sentimiento de desolación me invaden acompañados de unas inmensas ganas de llorar; duermo tarde, me levanto temprano, a veces almuerzo, a veces no, trabajo, comida, trabajo, repite. Claro que hay momentos buenos, cuando tengo compañía y cuando las ocupaciones del día no dejan espacio para nada más. Incluso tenemos un cachorro.

Pero después de eso, nada. No escribo, no leo, no dibujo, ya ni siquiera hablo para mí mismo, no hay nada más allá de la rutina y de las pocas personas que aún me acompañan. Antes, estar conmigo era divertido y hasta necesario, ahora no puedo, es como estar con un extraño en un lugar muy pequeño; es incómodo, es molesto, y luego llega la sensación de pánico. No soy quien era, y lo sé porque lo único que deseo es dejar de ser quien soy.

Quiero ser esa persona alegre que siempre tenía algo para decir, quiero ser esa persona a la que le gustaba proponer planes, esa persona que escribía y dibujaba cientos de cosas, que hablaba de libros, de música, se películas; quiero volver a ser esa persona que se veía al espejo y veía a alguien familiar al otro lado.