Confesiones

9 2 0
                                    

Aún hay días en que pienso lo bueno que hubiera sido que el día en "personal" sí me hubiese matado. ¿No es curioso como, cuando crees que no puedes caer más y entonces tratas de subir, sigues cayendo como si se tratara de un deporte? Me lo pregunto en este momento, sobre la banqueta y mirando el cielo.

La luna solía hacerme compañía, solía reconfortarme y podía hablarle durante un buen tiempo, ¡Ah, mi vieja amiga! Que pensé que no me abandonaba, pero aún viéndola, ya nada bueno le queda para darme. A veces ruego por un poco de alcohol, pienso que no soy tan responsable de eso, pero vaya que lo soy, y no puedo; simplemente no puedo beber ese elixir, porque casi siempre me trae dolor.

Aquí, sobre el cemento ya hace tiempo seco, pienso en lo fácil que sería dejar correr la sangre, o tomar algo más nocivo que mi pecado, dar un paso, o una pequeña explosión; pero creo que aún me queda un esfuerzo por hacer, una lucha que dar, una amistad por ofrecer, una mano por estrechar, un corazón por confortar o, al menos, una sonrisa que extender a alguien que esté unos pensamientos más cerca de aquello de lo que podría estarlo yo.

Historias De Un Corazón FallidoWhere stories live. Discover now