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en donde kamado sumiyoshi, un omega divorciado y con un hijo, conoce a tsugikuni yoriichi, un alfa que parece de lo más aterrador pero en realidad es... un poco torpe.
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♡. fanfic bl de kimetsu no yaiba ! cré...
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yoriichi miraba su armario firmemente. ¿cómo se podría vestir hoy?
no quería verse torpe, como alguien no preparado.
pero tampoco estaba tan preparado.
suspiró, tomando una simple camisa negra y pantalones de mezclilla. tal vez a sumiyoshi no le gustaba que usara tantos trajes o corbatas.
se miró en el espejo. parecía un niño a punto de pedirle a su madre si podía salir a jugar con sus amigos.
aunque esto era más serio, mucho más importante que un simple juego de cometas.
ahora que lo pensaba, jugar con cometas le daba nostalgia. debería comprar una la próxima vez que vaya al parque.
¡volviendo a su misión!
yoriichi tomó aire, se preparó mentalmente, pensó en sus palabras, sus acciones y posibles soluciones en caso que sumiyoshi le dijera que no quería volver a verlo en toda su vida.
—... no pienses en eso —se dijo a sí mismo, apoyándose en el mueble frente a él. obviamente sumiyoshi no le iba a decir algo así, al menos no tan grosero.
no, ni siquiera de manera tan grosera.
el alfa se incorporó, preparado para triunfar.
caminó hacia la puerta, abriéndola y quedándose en el marco al ver cómo sumiyoshi salía de su habitación con tanjirou en brazos.
—¡ah, buenos días, yoriichi-san!
oh, por todos los dioses.
—buen día, kamados...
—pensaba hacer el desayuno, ¿se le antoja algo en especifico?
yoriichi lo pensó un momento, perdiéndose en la forma en que el cabello de sumiyoshi caía por sus hombros. tan delicado y recién peinado, tanjirou parecía jugar con un mechón.
me gustaría dejar de lado el desayuno y pasar todo el día dándote besitos...
—cualquier cosa está bien, sumiyoshi... —suspira, sonriéndole tranquilamente. el omega le sonríe, caminando escaleras abajo hacia la cocina y yoriichi le siguió.
y lo persigue como un perrito, viendo cada uno de sus movimientos. él está sentado, apoyado en la barra donde tanjirou está sentado, mirándolo.
—pa, abaa —le habla, estirando su manita hacia él.
—¿en qué te puedo ayudar, kamado tanjirou? —pregunta mirándolo. el pequeño se balancea hacia él, cayendo en su pecho y el alfa lo atrapa, cargándolo de manera que el menor se acomoda y lo abraza del cuello.
sumiyoshi voltea, viendo la escena con amor y cariño.
su lobo se retuerce de felicidad, dando vueltas y saltando animadamente. si su lobo mostraba tanta emoción entonces estaba dispuesto a relajarse un poco.
