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en donde kamado sumiyoshi, un omega divorciado y con un hijo, conoce a tsugikuni yoriichi, un alfa que parece de lo más aterrador pero en realidad es... un poco torpe.
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♡. fanfic bl de kimetsu no yaiba ! cré...
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—¿cómo dices que dijiste?
sumiyoshi soltó una carcajada, acomodando a tanjirou en cama ya con su pijama.
—que estoy con yoriichi-sa...
—yoshi, éso sí lo escuché, ya dejemos de lado que tu estúpido ex marido hizo su escena de nuevo, ¿pero qué fue lo último?
sumiyoshi se sonrojó, sintiendo un poco de vergüenza al contarlo.
—yoriichi-san me pidió permiso para cortejarme —dice sonriendo.
suyako comenzó a saltar en su cama, aún sosteniendo el teléfono en su oreja.
—¡sumiyoshi, ganaste la lotería!
—¡suyako, no digas eso!
ambos rieron al unísono, compartiendo la emoción de un nuevo comienzo.
—¡lamento mucho no haber estado en contacto! mi teléfono murió hace días y apenas pude conseguir otro, ¡pero al menos tiene cámara! es súper moderno —dice su amiga—. no puedo creer que en una semana todo tu mundo haya cambiado, ¿cómo te sientes?, ¿qué planeas con ese alfa?
el omega suspira, acostándose en la cama y mirando el techo.
—quiero... oh, dioses —suspira, cubriendo su rostro ya con un bonito color carmín en sus mejillas—. quiero disfrutar el tiempo con él y tanjirou, juntos...
—¡ay, sumiyoshiii! —grita emocionada suyako, provocando más timidez y vergüenza en su amigo—. ¡en verdad te quiere!
—suyako, yaaa —pide alargando la última 'a'.
toc, toc.
—sumiyoshi, iré a dormir ya —escucha del otro lado de la puerta.
—oh, suyako, tengo que colgar, ¡te hablaré mañana! —dice sumiyoshi, despidiéndose de su amiga y colgando rápidamente para ir hacia la puerta y abrirla, encontrando a yoriichi a punto de dar media vuelta con dirección a su habitación.
el omega sonríe, apoyando su mano en el marco de la puerta.
—yoriichi-san —le llama sonriente—, espero que duermas bien.
el alfa sonríe, volviendo hacia el omega y acariciando su cabello.
—igualmente, sumiyoshi —dirige su mirada al pequeño tanjirou en cama, mordiendo su manita hecha puño—. ¿te vas a dormir tú también?
éste asiente.
—sí, aprovecharé que tanjirou se durmió ya.
—muy bien —dice yoriichi—. descansa, sumiyoshi.
y se acerca, abrazando al omega cariñosamente.
su aroma es tan dulce, pero no dulce como empalagoso, es un dulce que le provoca una sensación de felicidad y comodidad. es un dulce del que no cree cansarse pronto, que espera cuidar y proteger.
