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en donde kamado sumiyoshi, un omega divorciado y con un hijo, conoce a tsugikuni yoriichi, un alfa que parece de lo más aterrador pero en realidad es... un poco torpe.
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♡. fanfic bl de kimetsu no yaiba ! cré...
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¿qué estaba haciendo kamado sumiyoshi en este momento? ni siquiera él podía contestar a su lobo.
jamás en su vida pensó en estar corriendo hacia el hogar donde el alfa con el que vivía estaba pasando su celo en completa soledad.
tampoco se imaginó llegar a una farmacia a comprar condones y un poco de lubricante, no señor.
mucho menos que una caja se le caería frente a una abuelita, quien le sonrió amable a la par que le daba su cajita llena de condones.
¡nunca se había sentido así de avergonzado!
ahora estaba doblando la esquina con una bolsa moviéndose de un lado a otro, a veces golpeando su brazo o lo que tuviera cerca. sus piernas rogaban descanso, la respiración frenética le llegó a preocupar hasta el punto donde sintió demasiada presión en su cabeza, pero logró llegar a la puerta y abrirla con la llave de repuesto que alcanzó a tomar.
—¡yoriichi! —gritó apenas puso un pie en casa, sin esperar que su cuerpo colapsaría y caería al suelo, sintiendo cómo sus piernas completas temblaban.
¿le afectaba el olor?
¡¡para nada!! sentía que había corrido un jodido maratón, incluso se alegró al sentir el piso frío en su mejilla.
¡pero no estaba ahí para caerse! a menos que fuera en brazos de yoriichi, obviamente.
con mucho esfuerzo, sumiyoshi se levantó del suelo y corrió escaleras arriba entre gruñidos y quejas. ahí, abrió sin pensar un segundo la puerta de la habitación donde yoriichi pasaba cada noche.
yoriichi tenía un cesto de ropa en brazos.
ambos estaban un poco confundidos.
—¿sumiyoshi...?
—¡¿y tu celo?! —preguntó histérico, casi al borde de la locura, ¡listo para fallecer en ese preciso momento!
respiró el ambiente, percibiendo... nada, tal vez un poco de suavizante pero nada ni siquiera con el olor a vainilla.
—hey, ¿ocurrió algo? —pregunta acercándose a él y notando la bolsita que el omega tenía en mano—. ¿qué sucede? te dije que podías quedarte con suyako, yo estoy bien... ¿y tanjirou?
es inevitable no preocuparse. ¡su futuro omega estaba actuando demasiado extraño!
y con gran razón, en cierto punto. ¿no se suponía que yoriichi debía estar pasando por su celo en ese preciso momento?
en cambio, parecía más preocupado por el estar de sumiyoshi, quien seguía respirando pesado por su mayor actividad física nunca realizada en su vida.
—yoriichi —dice firme, sintiendo algo de coraje en su interior—, ¡vine a pasar tu celo junto a ti!
—¿eh? —cuestiona haciendo una mueca confundida, dejando a sumiyoshi avergonzado.
