Tu lugar seguro 🌿🍂 𝑆𝑛𝑜𝑤𝐵𝑎𝑧

Baz

Comí (al contrario de Snow, él devoró la comida) hasta saciarme. Bueno, dejé un poco de espacio para las ratas.

No podía dejar de observar de reojo a la mesa del desastre. Wellbelove parecía notar mi mirada, creo que ella pensaba que yo la observaba porque sonreía y miraba a Snow como diciendo "está Snow, deja de mirarme, va a descubrirnos".
Puse los ojos en blanco y regresé la vista a mi comida, siendo atacado por preguntas de parte de Dev y Niall.

- ¿Dónde estabas, Baz? - Preguntó Dev.

- Me secuestraron unos asquerosos cenutrios. - Respondí, con asco por recordar la humedad que había en ese horrendo cajón.

- ¿Y por qué llegaste con el Elegido? - Me miró atentamente Niall, ya sé que piensas que lo odio y demás pero no seas así.

- Él me rescató. ¡No saben! Snow tiene alas de dragón y una cola que se endurece y parece una piedra. En el aire su cabello se agitaba como si fuera un ángel. ¿Vieron los dibujos que hay de los ángeles, que son todos bebés con rizos dorados, una sonrisa encantadora, piel suavecita y bronceada? ¡Tal como Snow! Realmente era un ángel. - Hablé sin medir mi entusiasmo, me bastaba con que mi voz no fuera muy alta y los ajenos a mi mesa oyeran tales palabras cursis.

- ¿También quieres que nos enamoremos como tú del Elegido? Es que hablas como si quisieras mostrarnos lo perfecto que es. - Dijo Dev, negando con la cabeza.

- Exacto, ya sabemos que es genial por poder soportar al Hechicero pero también es idiota por creer que tú estás "conspirando" y así seguirte, cuando ya nos dimos cuenta que lo que quiere es controlarte, saber dónde estás, con quién estás, qué estás haciendo... Eso suena tanto a las acciones de una enamorada tóxica. - Niall siguió las palabras de Dev y éste sólo asintió efusivamente.

Iba a responder cuando vi movimiento en la mesa desastrosa. Snow asintió un par de veces, Bunce lo miró enojada y luego miró al Hechicero, estoy seguro que le estaba reprochando algo.
El Hechicero negó con la cabeza y siguió hablando, Snow sólo apoyó su mano sobre el hombro de Bunce y ésta lo miró suplicante, como si fuera a llorar.
(Mi) Snow le sonrió suavemente, con esa sonrisa que tanto me encanta, le dió un beso en la frente, se paró y estrechó su mano con la del Hechicero.
Estaban bajo la vista de todos, pero sólo yo estaba verdaderamente atento, ¿Por qué parecía que iría a arriesgar (o a perder) su vida?

El Hechicero le dio una bolsa transparente con distintas pociones de curación, de las más efectivas (por Crowley, Snow, en vez de usar eso simplemente podrías decir "sana sana, colita de rana").

Wellbelove, por extraño que parezca, hizo un papel de novia asustada y le jaló la manga de su uniforme. Creí que iba a besarla así que estaba listo para cerrar los ojos o mirar hacia otro lado pero no, sólo besó su frente, como con Bunce, y se alejó.

Snow comenzó a caminar a la salida, Bunce estaba tan enojada que estuvo a punto de golpear al Hechicero aunque sólo se hizo una bola en su silla y lloró.

Esto no es bueno. Para nada bueno.

Se detuvo a ver(me) mi mesa, luego se acercó con una sonrisa. Mis ojos se le quedaron pegados, se veía angelical.

Tomó cuatro bollos de cereza de la mesa y sonrió.

- Espero volverlos a ver. Tú, Basilton, no le hagas la vida imposible a nadie más, déjame presumir que fui el archienemigo y centro de acoso del gran Tyrannus Basilton Grimm-Pitch, por favor.

Esto no se oye bien. Snow, ¿Qué vas a hacer? Explícame, por favor.

- Nos aseguraremos que no moleste a más nadie, tranquilo, Elegido. - Contestó Dev, como si fuera lo más normal.

¿Soy el único que cree que no hay algo bien?

- ¿Dónde vas? - Le pregunté. No podía aguantar la duda.

- ¿Yo? A una misión. Vine a saludar y a robarme un par de estas delicias antes de irme. - Dijo, dándole un mordiscón al bollo.

- Suerte, Elegido. - Dijo con entusiasmo Niall. ¿¡Tanto quieres que se vaya!?

- Gracias. - Sonrió y luego susurró muy bajo (gracias a que soy vampiro lo pude oír): - La voy a necesitar en esta.

¿Yo? Yo quedé en shock. Petrificado. Duro. Atontado. Sorprendido, todos los sinónimos de temeroso también.

¿CÓMO QUE VA A NECESITAR LA SUERTE?

Cuando salí de mi ensoñación, él ya se había ido. Bunce, Wellbelove y El Hechicero también habían huido.

Me paré y salí del comedor. Luego me encargaría de chuparle toda la sangre al malnacido que me quiere arrebatar a mí enemigo.

Snow estaba entrando al bosque. Lo seguí rápidamente ya que quería detenerlo.

- ¡Snow!

Le grité. Él se volteó para mirarme, extrañado.

- ¡Llévame contigo!

Me miró aún más extrañado.

- Podrías morir. Ésta es mi obligación, no la tuya. - Dijo. ¿Acaso planeaba enfrentarse a algo que podría acabar con él?

- Quiero morir al lado de mi archienemigo.

Él soltó una risa, encantándome con ella.

- Insisto, Baz. El Humdrum no es algo con lo que tú debas lidiar, simplemente vete.

Entonces, una ninfa le pateó la pierna. La ignoró mientras rebuscaba en las pociones. Tomó entre sus manos una llamada "Duérmete mi niño" (lo decía en la etiqueta). ¿Planeaba dormirme?

La ninfa lo pateó esta vez con mucha más fuerza, haciéndole doler.

Yo me acerqué a él y lo abracé, como si fuera un chicle. Si quería irse volando, tendría que llevarme con él. La cola se enredó nuevamente en mi cintura, endureciéndose más que una roca otra vez.

Rindiéndose, Snow miró a la ninfa.

- ¿Qué quieres?

- Hay alguien que quiere hablarte a través de mí. No puedo decirte quién es y sólo hago esto porque yo le tenía mucho cariño. - Habló, escupiendo desprecio en sus palabras. - Sólo que tiene muy poco poder. Sostenme en tu mano, pediré prestado de ti para ella.

Yo estaba tan confundido como él pero aún así la tomó en su mano.

Los ojos de la ninfa se tornaron del mismo color que los de Snow, bastante lindo de ver.

- Hijo mío, ve con él.

Los ojos de Simon se abrieron como platos.
Creo que era la primera vez que alguien le decía así a Snow, no el típico “hijo mío” del Dr. Wellbelove, no, esta vez sonó realmente como si fuera su madre.
Pude sentir como su cuerpo estaba temblando, así que lo volví a abrazar con fuerza.

- ¿Hijo... mío? - Susurró. Pude entenderlo, claro que sí. También me pondría así si el velo me ayudara a hablar con mi madre.