TRES.

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𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒.

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                      𝐌𝐀𝐃𝐈𝐒𝐎𝐍 𝐑𝐎𝐃Ó 𝐋𝐎𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐅𝐑𝐔𝐒𝐓𝐑𝐀𝐃𝐀, ¿Porqué Susan le diría que hacer? Ella no se iría a dormir por órdenes de alguien que no la conocía.

—Si mamá —le dijo Edmund con un claro sarcasmo.

—¡Edmund! —le regaño Peter.

—Ya duérmete Madison —Elodie no siquiera volteaba a verla, aunque eso a la pequeña no le molestaba, solo lo ignoraba.

—Agh —se quejó.

Madison se quedó dormida cinco minutos después de meterse a la cama. En verdad estaba cansada, cansada de la actitud de su hermana, y harta de el ardor de sus ojos por llorar una hora o dos.

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El día estaba nublado, llovía y el viento estaba como loco, todos estaban encerrados en la biblioteca, todos a excepción de Madison, quién se había cambiado sus zapatos negros por unas botas para la lluvia, dispuesta a mojarse con la fría agua que caía desde le cielo.

—Por cierto —todos miraron al pelinegro, quién había hablado— ¿Y Madison?

—Esta jugando en la lluvia, ama los días como estos —contestó Jacob apartando la vista de su cuento infantil.

Edmund se levantó de su asiento para poder ver a través de la ventana. Viendo como la castaña reía y sonreía... Era la primera vez que la veía feliz.

—Ya vuelvo —el azabache se dirigió al patio, donde se encontraba la joven.

Al salir al jardín vió a Madison con el cabello mojado, saltaba en los charcos de agua y daba vueltas mientras abría la boca para que la lluvia entrara en ella.

—Te va a dar un resfriado —le advirtió Edmund a Madison, asustando levemente a la chica.

—En ese caso, será mejor que aproveche —la morocha continuó con lo suyo, saltando y divirtiéndose.

—Nunca te había visto sonreír.

Madison quedó inmóvil ante las palabras del joven de cabello obscuro.
Se dió la vuelta para poder verlo, Edmund traía un paraguas en la mano derecha, con el cual la lluvia no podía tocarlo.

—Supongo que esto lo vale —Madison se acercó a el, esperando que diera el contexto de sus palabras— tú misma lo dijiste, no sonríes hasta que valga la pena.

—La lluvia es hermosa, la gente se ocultar de ella porqué no sabe apreciar la naturaleza en la que vivimos.

—Tienes un punto válido —Edmund posiciono la sombrilla por debajo de ambos.

𝐁𝐑𝐀𝐕𝐄 -𝙴𝚍𝚖𝚞𝚗𝚍 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎- (Terminada) Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon