"Seres con la misma personalidad que terminan enamorándose entre sí"
Los Roussel son la versión invertida de los Pevensie, cuatro hermanos que durante la guerra también fueron a dar a la casa del profesor Digory Kirke.
Madison Roussel, una niña de...
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𝐀𝐋 𝐃Í𝐀 𝐒𝐈𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐔𝐒𝐒𝐄𝐋 𝐘 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 𝐒𝐄 𝐄𝐍𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐁𝐀𝐍 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐉𝐀𝐑𝐃Í𝐍, Madison leyendo, al igual que Jacob y Lucy, mientras que los otros niños jugaban cricket.
Madison estaba sentada bajo un enorme árbol, con su concentración en el libro, hasta que un quejido la distrajo inesperadamente.
—¡Au! —quejó Edmund depués de recibir un golpe en la pierna con la pelota que jugaban.
—Despierta bella durmiente —le dijo Peter con cierta burla.
—¿¡Estas bien?! —le grito Madison, pues la distancia no iba a ayudar si hablaba en tono normal.
—¡Excelente! —el pelinegro le sonrió.
—¿Estas listo? —Peter se preparaba para poder seguir con el juego.
—¿Y tú?
Madison dejó su libro de lado para ver la escena que se avecinaba.
Peter lanzo la pelota y Edmund con ayuda del bate golpeo aquella pelota, direccionandola hacia la ventana de la mansión.
La ventana se rompió al recibir tan fuerte impacto.
—Mierda —susurró la de ojos cafés, mientras que Jacob y Lucy reían ligeramente.
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La preocupación de todos se hacia cada vez más grande conforme veían la destrucción causada por una simple pelota.
—¿Qué hiciste Ed? —regaño Peter a su hermano menor.
—¡Tu me la lanzaste así! —se excusó el pecoso.
—¿¡Qué fue eso?! —la Sra McCready venía directo a los niños.
—¡La Sra McCready! —avisó Lucy con nervios.
Todos empezaron a correr por diferentes partes de la mansión, intentando huir de la señora con un increíble mal genio.
Llegaron un pasillo lleno de diferentes puertas, intentando abrir cada una de ellas, pero varias puertas estaban cerradas con llave, a excepción de una.
El inmenso ropero se encontraba en la habitación, Edmund se dirigió al closet y abrió la puerta se este con apuro, esperando que todos cupieran dentro del guardarropa.
—¿¡Qué esperan?!
—Dime qué es una broma Edmund —le reprochó la Pevensie mayor y ojiazul.
