Capítulo XX

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Hola hola.. espero estén bien ☺️
Solo quería disculparme por la demora, no he tenido mucho tiempo libre y tenía planeado subir dos capítulos pero no me dio el tiempo. 😫😫
Espero que disfruten de este capítulo, besos y abrazos 🤗❤️

Custer

Había descubierto partes de mi que desconocía, me estaba preocupando por alguien más que no fuera yo mismo. Siempre peleé y luché por mis intereses, pero al verla tan afectada por el tema que acababa de mencionar algo en mi hizo click. Ni en mis sueños más salvajes habría imaginado que esto podría suceder.

En sus ojos de hielo veía el dolor arremolinándose después de haber escuchado esas palabras que salieron de mi boca. Mientras que yo no podía dejar de imaginar sus  finos labios pintados de rojo acompañados por sus sonrojadas mejillas invadidas por mis inquietas manos.

<<Solo a ti se te ocurre liberar tus sospechas delante de ella>>, me reclamé mi propio actuar ante el sufrimiento de Leilani que al parecer está más unida a esta historia de lo que yo creía.

Y si las miradas pudieran quitarle la vida a alguien, yo ya estaría muerto. Kira no podía disimular su disgusto hacia mi y mis palabras, pero ella más que nadie sabía que yo muy en el fondo tenía razón.

Su mirada rozaba el suelo y la humedad de sus recuerdos invadieron sus ojos, Leilani bajó del auto como autómata y caminó sobre el sendero de arena y piedras que se quejaron bajo sus pies. Cómo si una burbuja la estuviera protegiendo hizo caso omiso a las suplicas de su amiga quién la llamaba más que apenada, avergonzada; supongo que por lo qué con su pasado acarreo a la vida de quién en éste momento volvía a revivir el dolor de haber perdido a su padre.

El chirrido de la puerta llamó mi atención y me desconectó de la inútil e innecesaria discusión que estaba teniendo con Kira; se abrió tan fácil, sin resistencia alguna que fue inevitable entrar en alerta. Todo estaba muy obscuro y de nuevo sus ojos me observaron a través de la ventana, cuyos cristales estaban carentes de una buena pulida.

Jamás he sentido miedo o temor en mi vida, a nada podía darle ese gusto; pero al ver que la mismísima muerte le respiraba en la nuca sonriendo como si disfrutara de ese tesoro que había encontrado, entonces me di cuenta de que si, por primera vez en mi vida yo estaba asustado. El solo hecho de imaginar que la volvieran a lastimar me hacía temblar, hasta el aire me faltaba de solo pensar que a este mundo se le podía privar de su calidez.

Al instante en que me encontré con su rostro bañado en golpes y su mirada que irradiaba odio supe que mucha sangre se derramaría, pero no sería la nuestra, será la de él.

La mano tibia de Kira me tomó por sorpresa, ese gesto me recordó a cuando éramos niños y eso significaba que ella también estaba aterrada, no por lo que a nosotros podía pasarnos, sino más bien por su amiga, su hermana.

—No permitas que le suceda nada, ni un solo rasguño —susurró entre dientes apretando con más fuerza mi mano—. Prométemelo.

—Por mi vida —respondí dispuesto a llevarme a quién sea por delante incluso al mundo si era necesario.

Bajo la acechante mirada de nuestro verdugo ambos caminamos lentamente, su escrutinio era tan sagaz y peligroso que un movimiento en falso le arrebataría la vida a Leilani. Ella nos observaba a través de sus lágrimas que no paraban y habían humedecido la sudadera que traía puesta. Su pecho subía y bajaba como el de un pequeño conejito que había sido capturado por el peor de los monstruos.

—¡Dios! —exclamó gravemente moviendo su cabeza de un lado a otro, completamente fuera de sí —. ¡Pasen! Que la noche es larga pero mi paciencia muy pero muy corta.

PELIGROSA AMISTAD © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora