Capítulo I

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"Comprendí con el tiempo que mi afección no sería un impedimento para vivir mi vida lo mejor posible"

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Aprendí a ser libre de mis propios prejuicios y eso se lo debo a mi madre. Ella me ahorró mucho tiempo en frustraciones y psicólogos, en casa se esforzaban por facilitarme las cosas la mayoría del tiempo para evitar lesiones, pero al mismo tiempo me daban libertad y así aprender a ser autónoma. Muchas veces me enojaba y me enervaba cuando las cosas no me salían como las planeaba, pero con el tiempo comprendí que todo eso era el mejor legado que ellos podían obsequiarme.

Existía un mundo minado de decisiones a color, el agua fría y el agua caliente, el semáforo fue todo un desafío, tuve que aprender a distinguir los colores y sus principales características, siempre soñé en convertirme en una gran artista del lienzo, pero mi padre decía que no podría vivir solo de ello así que aparte de estudiar en la Liga de Estudiantes de Arte de New York en la escuela de bellas artes ubicada en Manhattan — lo bueno con ese lugar era que podía ajustar mis clases de acuerdo a mi disponibilidad de tiempo— asistía también a la Universidad Columbia que se encontraba en la zona alta de Manhattan, estaba con mis últimas materias y a unos pasos de recibirme de economista, no puedo sentirme más orgullosa de mi misma, no es fácil aplicar a esta universidad porque de cada cien postulantes solo quedaban seis.

No fue fácil llegar hasta aquí, mi condición no fue detectada hasta llegar a la primaria y se me dificultaba muchísimo ir a la par con mis compañeros, así que casi siempre terminaba suspendida, luego de que descubrieran mi afección todas las clases fueron adaptadas para mí.

Muy pronto tuve que usar gafas, no veía bien y cuando había cambios de intensidad lumínica era como si Apolo me segara tapándome la cara. Tuve que cambiar a gafas que se obscurecían con la luz y me sentía muy cool porque era la única a quien le permitían utilizar gafas obscuras en clase, más que nada amaba la atención que me prestaban, era genial.

Luego en la universidad ya no fue tanto la atención prestada y me lancé al mundo y a sus infinitas posibilidades, pero si traté de llevar todo al nivel de las exigencias de la carrera, había aprendido mucho de mi afección y de mí misma para cuando llegué a la universidad ya era toda una experta.

Ser oriunda de Hawái te vuelve una persona realmente especial y más si eres de Pearl Harbor, es un lugar tan hermoso y es increíble como resurgió de las cenizas luego de la segunda guerra. Mi abuelo Noah no se cansa de contar sus anécdotas sobre aquella tragedia y nosotros los nietos jamás nos cansaríamos de escucharlas, yo lo admiraba porque a sus dieciocho años vio tantas cosas que no se le desean ni al peor enemigo.

Hace un año y medio sucedió algo que aparte de mi afección marco mi vida por el resto de mis días, la acromatopsia es hereditaria y yo lo heredé de mi padre y mis hermanos tuvieron la suerte de no heredarla, el también sufría de esta afección pero la suya ya era más grave y también era testarudo como una mula, murió antes de que pudiera sentirse orgulloso de mí y eso me mataba todos los días de mi vida; él no quería andar en autobús o en taxi, le encantaba conducir su dogde charger de 1970, en una noche fría y obscura ocurrió el accidente que nos lo arrebataría todo, su muerte fue instantánea pero nuestro dolor fue duradero.

Hasta hace muy poco mi madre llevó el luto en su corazón hasta que conoció a Vladímir, juro que cuando me dijo su nombre pensé en Drácula, no se por que lo hice ni siquiera lo conozco, ellos se conocieron en una obra de caridad aquí en Manhattan, y según ella se volvió a encender esa chispa que había creído extinta con la muerte de mi padre.

Estuvo de visita hace como un mes por aquí y fue en ese lapso de tiempo donde ocurrió el flechazo, aún no he tenido la oportunidad de conocerlo pero me alegra saber que mi madre ha encontrado alguien que la cuide y vele por sus sueños, aunque mis hermanos no estaban muy de acuerdo al respecto y al principio yo también, según me comentó, él es un magnate de la prensa Eurasiática, no había oído hablar de él antes pero seguro es porque no me interesa mucho ese ámbito si es que no tiene que ver con alguna exposición de arte o algo parecido.

PELIGROSA AMISTAD © Where stories live. Discover now