A (Un) Married Story

XXVI. Ojos que todo lo ven.

Cuando Jimin regresó al cuarto donde estaba Taehyung, encontró a Nam leyendo en voz alta desde su celular, viendo de vez en cuando a su primo con la esperanza de verlo abrir los ojos, pero el Omega seguía dormido.

—Volví —dijo Jimin en voz baja. Nam lo volteó a ver y asintió.

— ¿Todo mejor?

—Algo.

—Vino la enfermera, dijo que en la tarde, a más tardar a las cuatro, lo subirán a hacer la tomografía y según sea el resultado, lo pasarían a un cuarto más grande.

—Bien, gracias, Nam.

El aludido volvió a asentir y se levantó, inclinándose a besar la frente de su primo con cariño y acariciar su cabello. Se levantó y pasó a un lado de Jimin, abrazándolo rápidamente.

—Esperaré hasta la noche para saber las noticias, ¿de acuerdo? Si quieres algo o necesitas algo, me hablas y vendré a cubrirte.

—Lo tendré en cuenta, pero ve a ver a Jin y a la niña, seguramente se quedaron muy ansiosos también.

—Hablé hace rato con él, Jungkook, Yoongi y él vendrán en la noche para también saber noticias de Taehyung.

Jimin asintió otra vez, despidiéndose de Nam y viéndolo salir con lentitud. Volteó a mirar a su esposo y se sentó con algo de pesadez, volviendo a recargarse en la cama para simplemente observarlo con calma.

—Por favor, mi amor, despierta pronto, te extraño —murmuró con cariño, acariciando el rostro de Taehyung lentamente y con cuidado, sin darse cuenta que Nam lo veía desde afuera.

El Alfa ladeó la cabeza curioso y volvió a retirarse. Podía volver por su abrigo después.

.

Justo como Nam dijo, la enfermera entró a las cuatro en punto para subir a Taehyung y hacerle más estudios, aunque Taehyung no había tenido cambio alguno en las horas que Jimin pasó a su lado, viéndolo dormir tranquilamente.

—Puede quedarse en la sala de espera, el doctor irá a decirle los avances y si sigue en urgencias o lo mandan a piso, ¿de acuerdo, señor Park?

Jimin asintió, siguiendo la cama de Taehyung hasta el elevador y lo vio subir. Se quedó unos segundos ahí, solo viendo las puertas frías del elevador sin saber manejar las emociones que empezaba a sentir subir por su garganta en forma de sollozos. 

— ¿Park Jimin?

Se volteó hacia la derecha, donde vio a un Alfa alto y delgado, extrañamante familiar, caminar hacia él. Cuando estuvo cerca de él, lo reconoció.

— ¿Han Joo? —preguntó. El primo de Taehyung, esposo de una de las hermanas de Nam, se acercó hasta saludar con una reverencia ligera al rubio. 

—Hey, ¿qué haces aquí? —Han Joo preguntó confundido.

Jimin dudó unos segundos antes de hablar. No sabía qué tan buena idea era decirle a la familia de Taehyung del accidente, pero suponía que tenían derecho a saberlo.

—Taehyung tuvo un accidente —confesó. El Alfa abrió los ojos asustado y su olor de canela y madera se agrió.

— ¿Dónde está?

—Le están tomando una tomografía para saber si lo siguen dejando en urgencias o lo suben a un cuarto.

Han Joo asintió.

—Pero, ¿qué pasó?

Jimin suspiró profundamente y sus hombros cayeron un poco cuando de repente se sintió tan cansado y asustado.