El Templo

5.8K 21 10
                                    

¿Quieren más de Kae y su muñeca?

(Contiene violencia sexual, contenido no apto para menores de edad y contenido explícito. Si no te gusta este tipo de cosas te puedes retirar.)

"Es mejor sentarse y quedarse quieto que levantarse y conocer al demonio"


Michael Drayton.

Saboreo lo prohibido y el peligro que es lo que estamos haciendo, mis piernas están abiertas de par en par, la falda del uniforme de monja en mi cintura y mis bragas a mi lado en el suelo. La cara de una de mis compañeras de clase en mi vagina haciendo maravillas con su lengua en lo que la Hermana superior nos da un sermón en el auditorio principal del convento solo a mi clase. Nadie excepto una persona se da cuenta de lo sucedido, Clara una puritana que me mira con horror como muevo la cadera y con mis manos empujo aun mas su cara. La lengua en mi clítoris se mueve con mas velocidad llevándome al extremo donde me dejo llevar por el placer y lo prohibido corriéndome en la cara de mi compañera.

La monja termina y nos levantamos yo sin nada abajo de la puritana vestimenta del pequeño convento donde mis padres me mandaron al descubrirme en pleno acto sexual, le estaba haciendo un oral a mi novio el día que perdería mi virginidad pero por culpa de ellos no fue posible. El convento es muy pequeño solo hay un sacerdote y cinco mojas sin contar las pocas estudiantes que habíamos y solo éramos mujeres.

Estaba caliente y me urgía sentir mas, algo que me llenara y en una de aquellas ocasiones donde me masturbaba entro mi compañera, Ria y me ayudo y yo igual desde eso nos vemos cada que estamos calientes para meternos la lengua hasta donde llegue.

Salimos yo con una sonrisa y Ria empujándome para llevarnos al cuarto donde la atendería. Una ves en el me quite la fastidiosa y puritana ropa ella hizo lo mismo abrió sus piernas y me invito, sonriente me puse en cuatro tomando sus muslos en mis manos su coño perfectamente depilado y sobre todo limpio. No había perdido mi virginidad aun y eso la encendía mas prefiriéndome a mi sobre cualquier mujer del convento.

Muerdo sin contemplaciones su clítoris jalándolo, chupo y exploro lo explorado, meto tres dedos moviéndolos rápidamente en lo que dejo su clítoris, subo por su abdomen hasta sus pechos grandes y muy apetecibles. Los golpeo sonriendo antes de besarlos y volverlos míos.

Los chupo tan fuerte como si quisiera sacar algo de ellos en lo que mi mano no se detiene si no que antes adentro cuatro dedos y con mi pulgar estimulo su botón de placer. En un arrebato mi mano hace dentro de ella moviéndola bruscamente, robándole gemidos fuertes de placer y dolor. Devoro su boca, su mano va a mi intimidad donde palmea fuertemente y en repetidas ocasiones. Abre mas sus piernas yo hago lo mismo con las mías dejándole paso a que me estimule así como lo hago yo con ella.

Mi mano entra hasta mas arriba de la muñeca, sus dedos están en mi interior, su boca suelta sonidos obscenos y mi boca en sus grandes pechos alternando con su boca. Disfruto, todo están intenso que cuando menos pensamos...

La puerta de la habitación se abre bruscamente no me muevo porque sea quien sea no importa estoy mas ocupada en Ria.

—Dios mío —levanto la mirada y están las monjas y el sacerdote, los ignoro besando a la chica abajo mío acelerando mis movimientos. Suelta gemidos que no puede callar mientras disfruto de ellos y las caras de los religiosos.

(...)

Todos se fueron a la excursión a la catedral del pais, me dejaron junto con una monja y el sacerdote temporal. Estaba castigada por pecar y tentar, ahora mismo me tienen encerrada en la pequeña capilla, donde no hay nadie mas aparte de la figura que muchos idiotas adoraban y yo. Odio a los que creen que hay alguien que los ayudara por mas que le oren y recen, ¡no hay nadie ilusos! Me quito toda la ropa y desnuda camino donde el sacerdote se sienta cuando las monjas recitan palabras de la biblia, me siento con una sonrisa en los labios abriendo las piernas de par en par.

Relatos Eroticos Where stories live. Discover now