Capitulo 42: Swing Lynn.

497 104 24
                                    

Las cosas no siempre salen como quieres, es una ley inevitable de nuestra existencia, al menos en lo social.

Tal vez planeas algo con tanto esmero, con tanto deseo... Incluso calculas cada error y te aseguras de cerrar cualquiera cosa que pudiera estropearlo, para que al final el más mínimo error acabe con tus ilusiones.

Esa perfección en este mundo tan imperfecto, es lo que a muchos a echo caer y callar.

O eso le pasaba a Raptor ahora, veía a sus amigos jugando, ellos parecían tranquilos, pero veía la incomodidad de quien menos quería hacer sentir mal.

Tras su encuentro, Víctor sugirió jugar genga ese juego, donde tenías que sacar las piezas de una torre pero que está no debería derribarse, o sería una perdida automáticamente.

El de ojos verdes, no podía evitar mirar a Sparta de vez en cuando, notando que este miraba a la ventana, tal vez pensando en algo, se veía triste, o tal vez eso creía.

Luego unas pequeñas gotas se tiraban en sus ojos, como si quisiera llorar, en esos momentos desviaba la miraba, se sentía mal, terrible, y tragaba saliva por instinto.

¿Que era lo que le ocurría? ¿Por qué no podía decir nada?

Un "¿Pasa algo?" No costaba nada ¿No?

¡Claro que sí! Él es el que causó ese malestar en Sparta.

¿¡Con qué cara le preguntaría eso!?

Sparta debe estar incómodo con solo verle, después de todo sus expresiones cambiaron cuando el llegó ¿Verdad?

Y para el colmo se quedaba ahí callado, como si no hubiera echo nada.

Con todos esos pensamientos Raptor tambien quería llorar, llorar de impotencia, no saber que hacer exactamente, nunca le enseñaron, nunca aprendió.

No aprendió a expresar sus sentimientos, a preguntar por ellos, la mayor parte del tiempo se mantenía solo, y esto causó que no supiera que hacer, tal vez para Victor, Timba y Mike sería fácil... Pero para el no.

¿Debia... Disculparse?

¿Lo perdonará?

¡Demasiado arriesgado!

- Es tu turno Sparta - Anuncio Timba, dándole un pequeño golpecito en la espalda al mencionado.

Este sin responder, más que con una mueca, saco un bloque, que justamente le hizo perder.

Si, la torre se cayó, sin pena ni gloria, solo cayó.

Mike se empezó a reír y Víctor recogía las piezas.

Timba le daba otras palmaditas a Sparta.

Todo estaba normal... ¿No?
¿Por qué era el único que lo notaba?

¿Por qué los demás no veian que Sparta estaba raro?

- Eh... ¿Puedo usar el baño? - pregunto, necesitaba salir... No estaba seguro de nada, solo sabía que si estaba ahí más tiempo probablemente terminaría llorando, por alguna razón aparente.

Sparta, quien no reía, solo observaba su fracaso en el juego, siendo reparado por su amigo Víctor, respondió sin levantar mirada.

- está abajo, la puerta blanca -

Raptor se paró y a paso apresurado, pero no exagerado, salió.

Así como dijo, bajo las escaleras, y entro a la puerta.

Estando ahí dejo salir un gran suspiro, cayendo al piso, sus ojos lagrimearon.

¿Que debía hacer?

Odiados por la vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora