Capítulo 47: Heat Waves

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Los sentimientos son extraños, imposibles de comprender por completo, y más cuando tú única preocupación en la vida se convierten en estás.

La gente no elige que amar o que odiar a menos que halla una razón para ello, más esto no explica aquellos gustos .... "Especiales"

Dónde desafortunadamente o con mucha suerte te gusta algo sin explicación.

Esto ocurre rara vez y cuando lo hace no es precisamente una bendición.

Eso puede entenderlo el especial peliazul con su lonchera en mano llena de su comida favorita las "lentejas de su abuela" que los demás niños habían visto con cara de asco por no tener suficientes frituras.

Timba solo podía pensar en que los demás niños estaban locos y que seriamente deberían ser castigados por sus padres por despreciar tan deliciosa comida; más con el tiempo se daría cuenta de que esto era normal, no a todos les gusta lo mismo, no a todos les gustarán las lentejas como a el, no a todos...

Hay gente loca que disfruta de las tareas, otras que aman hacer ejercicio y aún peores, gente que disfruta de mucho papeleo en el trabajo o de hasta disfrutan del trabajo.

Sin duda gente "rara" y bastante incómoda para quien está acostumbrado a los "normal", pero no los culpaba; el también era raro, a el le gustan las lentejas y también cierto niño de cabello peculiar y ojos aún más raros.

Era imposible de olvidar, cabello blanco, piel pálida y lo más sorprendente... Sus ojos, ojos de distintos colores tan inusuales que aquel niño parecía de otro planeta.

Era raro, muy bizarro y no solo su apariencia, su comportamiento era tan extraño que penas podia hablar con el sin perderse del tema.

El pequeño "pollo", como solía decirle por su extraño color de cabello que asimilaba a una cresta además de una actitud aveces tímida y asustadiza, hablaba hacerca de un sin fin de viajes y a la vez como se sentía tan decaído por no cumplir sus propias espectativas.

Tal vez fue su error, buscarle todos los días en busca de más historias perdiéndose en sus historias y creyendo que podía ser parte de ese mundo, ese mundo que Rius pintaba con palabras y pequeños gestos.

Habían juegos, paseos y charlas con demás niños claro pero esto no le atraía en lo absoluto porque... Solo quería escucharle hablar a el, quien con mucha emoción aceptaba tales invitaciones en el granero de sus padres ignorando su trabajo para poder dedicarle cuentos al peli azul.

Y así eran, tal para cual ambos niños se escabullian en el granero hablando y riendo de cosas que les ocurrían en la vida... Pero todo tiene un final, aquella vez en la que el pequeño de ojos peculiares se despidió dejando con solo promesas a un peli azul de gustos peculiares.

Y tan cruel es la vida que aprendes a la mala, dejas de pensar en la próxima comida o el próximo juguete que quieres para navidad a preocuparte de tareas, vida social, trabajo y demás que olvidas lo simple que era antes.

Lo peculiar no era aceptado, pero a la ves te das cuenta de que nadie es realmente especial, todos son raros, todos tienes una historia diferente y "lo normal" deja de ser una regla.

Eso lo aprendió justamente al entrar por primera vez a un salón de clases de ciudad, todos uniformados y de miradas juzgadoras, todos con grandes espectativas pero al mismo tiempo asustados, cada uno con historias distintas, con gustos distintos, unos raros.

Siendo su personalidad trato de encajar con sus ahora compañeros, lo logro, logro formar parte, logro hacer buenos amigos invictor, Sparta, Mike y demás. No creyó que fuera tan fácil, después de todo de pequeño no solía ser tan sociable pero finalmente encontró personas geniales a su lado.

Más, aunque no le gustaba admitir, dentro de si le gustaba imaginar cuentos y aventuras como cuando era niño, le gustaba recordar aquella conexión con Rius, extrañaba eso, extrañaba y atesoraba esos recuerdos porque eran únicos, mágicos, solo de el.

Más como si estuviera en una burbuja de sueños alguien choco contra esta y explotó frente a el.

Al darse cuenta de que esos recuerdos tan lindos y mágicos se caían ante la ahora realidad.

Rius estaba ahí, en su colegio tan cerca que lo escuchaba todos los días en el recreo contando sus anécdotas a demás niños.

¿Porque?
¿Porque no simplemente se iba?
¿Porque tenía que hablar con otras personas?

Sonaba mal, el lo sabia, sabía que estaba siendo irracional, que eran cosas simples, que era algo "normal" que Rius tuviera amigos y una vida social buena.
Entonces..
¿Porque no podía estar tranquilo?

Sentía que sus sentimientos estaban viendo pisoteados pero no había ningún culpable.

Solo el, solo el era quien se sentía mal, Rius tenía una vida genial y con recuerdos buenos.
Más Timba no lo quería imaginar.

Aunque, luego de mucho pensarlo, decidió por fin hacer algo al respecto, tal vez no podía conservar aquellos recuerdos como antes, pero si lo intentaba, podría crear nuevos.
¿Que tan difícil puede ser?

"Solo me preguntó con que estás soñando
Cuando duermes y te ves tan cómodo
Solo espero darle eso a esa mirada que es perfectamente
Nada triste

Aveces todo lo que pienso es en ti"
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glass animals_ heat waves_

Espero que se halla entendido al personaje con esto :'D en fin

Odiados por la vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora