Capítulo 4

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-KURO. - Gritó, por milésima vez frente a la casa del pelinegro, quería contarle algo muy importante y encima estaba muy aburrida, así que no quería asimilar que no estuviese en casa. Kenma por su parte, ya estaba completamente harto de los gritos de la chica. Kuro había ido con su madre a visitar a sus abuelos y probablemente no llegaría ese mismo día, él solo continuó jugando frente a su TV.

-____, se fue a ver a sus abuelos. - dijo su tía saliendo con una sonrisa de su casa, ella la miró unos segundos, desesperanzada. - Ve a casa y vuelve a buscarlo mañana.

-Está bien. - dijo ella soltando un suspiro y se fue a casa. Kenma miró la ventana de la chica, esperando que ella apareciera, entonces, entró soltando un suspiro al lugar, se sentó en su cama y abrazó sus rodillas, como siempre hacía cuando las cosas no le resultaban como deseaba. Quizás ella no se sintiera mal, pero Kenma no podía dejar de pensar en ello. Cuando ella acababa de llegar a Tokio, siempre se sentaba así a llorar, así que cada vez que abrazaba sus rodillas, Kenma se veía con la obligación de hacer algo por ella.

Él soltó un suspiro agotado, se levantó y abrió su ventana, llamando la atención de la chica.

-No creo que vuelva hoy. - dijo Kenma y ella solo soltó una sonrisa un poco apenada. - ¿Te aburres en casa?

-Si, muchísimo. - dijo ella soltando un suspiro agotado. - Encima ninguna de mis amigas puede salir hoy.

-¿Sabes jugar videojuegos? - dijo él y ella negó con la cabeza. - Ven, te enseñaré.

-¿En serio? - dijo ella emocionada dando un brinco desde la cama y quedando de pie. Kenma asintió con la cabeza, y ella bajó corriendo las escaleras. Kenma se levantó de donde estaba y bajó al primer piso a abrirle, ella entró con una sonrisa a su casa y él la miró un segundo. - Guau, nunca había venido a tu casa, estuve muchas veces en casa de Kuro, pero nunca en la tuya.

-No es nada del otro mundo. - dijo él cerrando la puerta a espaldas de la chica y se dirigió a las escaleras. Ella subió detrás de él sonrientemente y luego entraron a su cuarto. Era igual de espacioso que el suyo, con colores opacos, una estantería con libros, la televisión, el armario y su mesita de noche, realmente idéntico al suyo. - Bien, qué tipo de juego te acomoda más.

-No lo sé, tu eres el experto. - dijo ella con una sonrisa y él la miró un segundo para luego poner un juego fácil de aprender. Estuvo media hora enseñándole a ____ cómo usar el control hasta que ella finalmente lo entendió y comenzó a jugar en un ritmo... decente, pero se asustaba cada que aparecía un zombi y perdía con concentración. - Por qué me asusta así.

-Es el propósito del juego. - dijo él sentado en la cama mirándola. Ella estaba sentada en su lugar, en el suelo, sentada sobre un cojín. - Pero no creo que salgan de la pantalla a por tí.

-Si, dudo que eso pase. - dijo ella sonriendo y volviendo a jugar. Kenma solo miraba como perdía todo el tiempo, cometiendo siempre el mismo error, tenía que armarse de paciencia para no regañarla, y Kenma no era en absoluto una persona paciente, pero tenía que aceptar que le gustaba no tener que jugar solo todo el tiempo. Tras un rato más jugando, ella se volteó a ver al chico detrás de ella, él solo la miró seriamente. - Oye, ya no quiero jugar.

-¿Ya no quieres?

-No, pero creo que tu sí. - dijo ella soltando una sonrisa nerviosa. - Y dudo que pueda pasar el nivel, así que es tu turno.

-Bien. - dijo él bajando a su lugar y ella se sentó donde estaba él anteriormente. Ella miró el cabello del chico, que ahora era rubio en vez de negro. Ella tomó un mechón de cabello del chico y comenzó a trenzarlo para entretenerse, Kenma no dijo nada, no le molestaba en absoluto después de todo, él solo se concentraba en el juego. Kuro llegó a casa mas temprano de lo esperado con unas nuevas rodilleras que su abuela le había dado. Ya estaba oscuro, pero la habitación de Kenma tenía la luz encendida, así que entró a la casa de su amigo y subió a la habitación rápidamente, pero se detuvo en cuento vio a ____ sentada detrás de Kenma, atándole trencillas con ligas al chico por toda la nuca mientras él jugaba. Ambos parecían muy divertidos.

-Kenma, voltea a verme. - dijo ella y él obedeció, ella solo soltó una risa divertida y el volvió a mirar la pantalla con una sonrisa. Kuro sonrió para si mismo, emocionado, ellos definitivamente no eran "solo amigos", no podían serlo, tenían mucha mas química que cualquier pareja que hubiese visto antes. Incluso ella jugaba con su cabello pacientemente mientras él no se despegaba de su juego y él, la dejaba jugar con su cabello a pesar de intentar concentrarse en lo que hacía. Kuro retrocedió lentamente y se fue a su casa con una enorme sonrisa en el rostro.

Eso iba a ser muy divertido.

____ estaba amarrando una trenza con una de las ligas en el cabello de Kenma, pero estaba mas rígida de lo que debía estar. Ella intentó con un poco mas de fuerza, haciendo que el chico frente a ella se quejara un poco por el dolor, haciendo que se desconcentrara y al soltar un poco el agarre, la liga se rompió, golpeando directamente su labio inferior, ella se lo cubrió con sus manos, adolorida.

Kenma, al escuchar el chillido de la chica y la liga romperse, se volteó rápidamente a verla. Él se levantó, dejando el juego de lado, quitó las manos de la chica y miró su labio inferior, que comenzaba a hincharse un poco. Ella lo miró nerviosa un momento, estaba sosteniendo su cara y mirando sus labios ¿cómo no iba a estarlo?

-Iré a buscar una compresa. - dijo él soltándola e intentando caminar apresuradamente, pero tropezó con los cables de la consola, enredando sus pies y cayendo sobre la chica. Él pudo poner sus manos en la cama para no aplastarla, pero aún así, sus rostros quedaron a solo un par de centímetros y ambos se congelaron en ese momento en que se generó el contacto visual. ____ tenía la cara completamente sonrojada y Kenma, al verla frente a él, completamente sonrojada, con sus ojos brillando por el reflejo de la televisión, que era la única luz en la habitación, sintiendo como sus alientos se mezclaban, no pudo evitar sonrojarse tanto o más que ella. - Yo...

-Kenma ya estamos en casa. - dijo la madre del chico llegando de las compras del mes junto con su padre, ella estiró su espalda un momento dejando su bolsa en el suelo. - Traje pie de manzana.

-Iré a buscar una compresa. - dijo él levantándose rápidamente y desenredando los cables de sus pies, y luego salió de la habitación completamente enrojecido. - La compresa, la compresa, la compresa.

-Ah, yo creo que debo irme a casa, no te preocupes. - dijo ella nerviosa, levantándose también con el rostro enrojecido. Él la miró un momento y ella desvió un poco su mirada, con el rostro completamente enrojecido, nerviosa, Kenma volvió, inevitablemente su vista a los labios de la chica, aún lastimados un poco, pero eso no era lo que lo llevaba a mirarlos ¿realmente habían estado así de cerca sus labios? Ella miró a Kenma, nerviosa y sintiéndose culpable. La cara de Kenma estaba completamente enrojecida, él era muy tímido y de seguro lo estaba haciendo pasar un mal rato. Ella pasó una mano por su cabello apenada. - Lo siento...

-Pero, la compresa. - dijo él y ella negó con la cabeza intentando formar una sonrisa con sus labios. Él entonces bajó junto a ella, ____ se despidió de los padres de su amigo y se fue a casa. Kenma se quedó parado detrás de la puerta, preguntándose si al día siguiente ella sería la de siempre o algo habría cambiado entre ellos.

-¿Eso que tienes son... trenzas?

-¿Qué? - dijo Kuro sorprendido en su práctica. Al día siguiente tenían un partido muy importante. Él sólo había llegado a ver como ella le trenzaba el cabello al chico, nada de lo que él le acababa de contar. - Entonces ¿estuvieron a centímetros de besarse? Por qué no lo hiciste.

-De qué hablas, Kuro. - dijo él sorprendido y nervioso. - Somos amigos.

-Amigos mi trasero, Kenma. - dijo él soltando un suspiro y Kenma miró el balón en sus manos. - YO SOY TU AMIGO, y tu no te sientes con ella como te sientes conmigo, ni la ves como me ves a mi, ustedes no pueden ser "solo amigos". Ella dijo delante de toda la escuela que eras muy guapo ¿eso no te dice nada?

-Qué se supone que debía hacer, era más de lo que yo podía controlar. - dijo él soltando un suspiro y golpeando su cabeza un par de veces con el balón mientras su cara comenzaba a sonrojarse de nuevo. - Estaba todo oscuro, Kuro, yo estaba sobre ella, EN MI CAMA ¿QUÉ SE SUPONE QUE TENÍA QUE HACER? IBA A SER MUY EXTRAÑO.

-Pero entonces qué. - dijo él mirando a su amigo, completamente intrigado. - ¿Solo le dijiste "no, no hagamos esto"?

-¿Qué? No, claro que no hice eso. - dijo él soltando un suspiro y miró hacia otro lado. - Es que... llegaron mis padres a casa, así que dije que iría por la compresa y ella solo se fue a casa.

-¿Y si no hubiesen llegado? - dijo el chico haciendo que Kenma se sonrojara por completo, y soltando una carcajada. - Jesús, Kenma, cuánto has crecido.

HEARTBEAT [✨Kozume Kenma✨]Where stories live. Discover now