-Tooru, espérame. - dijo ella jadeando y mirando a su alrededor. Tooru ya no estaba corriendo frente a ella, solo estaba rodeada por árboles, el bosque detrás de casa, sus colores estaban mas vivos que nunca. Las aves extrañas estaban allí también, los insectos en la malla transparente de su ventana y esa pequeña fuente cerca de la casa de su amigo. Todo estaba justo como lo recordaba.
-____ ¿qué haces? - dijo su tía tomando su mano, ellas salieron caminando del bosque y llegaron a casa, ella miró la casa de Kenma frente a la suya, pero él no estaba allí. Ella se volteó, estando ahora en su cuarto, Kenma y Kuro estaban frente a ella mirándola seriamente.
-____, no viniste a apoyarme... - dio Kenma bajando tristemente la cabeza. ____ sintió que se desmoronaba su corazón cuando escuchó eso. - Por qué no llegaste, antes hiciste que casi muriera de nervios... y ahora esto... me lo prometiste, te dije que no te tardaras... me sentí tan solo.
-Pensé que siempre seríamos amigos. - Dijo Kuro soltando un suspiro y desapareciendo por la puerta. Kenma le dedicó una última mirada antes de comenzar a seguir al pelinegro.
-No, Kenma, Kuro. - dijo ella sin aliento, estiró su mano hacia el rubio, pero sus pies no se movían de la cama, ella los miró desesperada. Entonces, se sentó en la camilla del hospital, transpirando, alterada, con el corazón acelerado y mareada. - No te vayas...
-Debió ser un mal sueño, pobre chica. - dijo la mujer en la camilla a su lado jugando el solitario con sus propias cartas. Ella se miró a si misma, en una bata de hospital, nuevamente, rodeada de señoras de la tercera edad jugando cartas o durmiendo, a veces jugando en sus teléfonos. Ella miró la enorme ventana a su lado, ese no era para nada un segundo piso, a lo menos, un séptimo piso. Tokio se veía desde allí, el cielo oscuro y el neón iluminando las calles con ayuda de los faroles y vehículos en la carretera.
Detestaba esa vista.
-Enfermera. - dijo la mujer apretando un timbre junto a su cama. - Despertó la chica.
-Disculpe, dama. - dijo la chica un poco desorbitada. - Cuánto llevo dormida.
-Tres días. - dijo la mujer mirando nuevamente sus cartas, ella miró el calendario a su lado y soltó un suspiro. Tres días era bastante, no tanto como la primera vez, pero aún así mucho. Era lunes en la noche ya, no había ido al partido el sábado en la mañana. Pasó una mano por su cabello, preocupada.
Me sentí tan solo...
-Tengo que... - dijo ella buscando su teléfono, sus cosas estaban junto a la cama, pero su celular no estaba allí. La enfermera llegó rápidamente hasta donde estaba ella, ____ la miró algo asustada. - Dónde está mi teléfono.
-Hola, soy tu enfermera. Mi nombre es Kirisa. - dijo la mujer tomando el brazo de la chica para tomar su presión. - Llegaste al hospital sin tu teléfono, la mujer allí dijo que venias corriendo y seguramente lo perdiste en el trayecto.
-Ah, entiendo. - dijo ella y luego miró a la ventana mientras la enfermera tomaba sus signos. Ella vio como ____ ni siquiera quería voltear a ver su brazo, sus ojos estaba llenos de lágrimas, e incluso le disgustaba la vista desde la ventana, pero si la ponían en una sala sin ventanas, iba a desesperarse como sus tíos dijeron. - Cuánto tiempo debo estar aquí.
-Quizás una semana y media más. - dijo la mujer frente a ella, ____ hizo una mueca mientras aguantaba las lágrimas en sus ojos. - Va a ser menos tiempo que la última vez, te lo prometo, estás mucho más estable ahora, y lo bueno es que llamaron a la ambulancia inmediatamente.
-Lo sé. - dijo ella soltando un suspiro. - Mis tíos, cuándo puedo verlos.
-Tus tíos avisaron a tus padres, ellos vendrán mañana a la hora de las visitas. - dijo la mujer mirando a la chica. Luego buscó un segundo en su bolso y sacó una caja que le había entregado la tía de la chica. - Ten, es tu nuevo teléfono, puedes usarlo, no hasta muy tarde y sin volumen.

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HEARTBEAT [✨Kozume Kenma✨]
FanfictionSugawara _____ tiene que irse a vivir a la ciudad por sus problemas de salud en su corazón inestable, y allí conoce a un chico, que sin esperarlo, lo agitará por completo. Kenma, un chico paciente, tranquilo y desinteresado, podrá su mundo de cabeza...