Capítulo 9

4K 397 73
                                        


-En qué piensas. - dijo Kuro y Kenma negó con la cabeza, mientras continuaba con el juego. - Pareces estar en las nubes.

-____ vuelve hoy a casa. - dijo él lanzando nuevamente la pelota. - De seguro ahora está pasando tiempo con su familia.

-Probablemente.

-KENMA, KURO. - Dijo ella llegando a la escuela, ambos se voltearon sorprendidos. Ella corrió hacia ellos para abrazarlos, detrás, llegó su hermano agotado al gimnasio. Kenma y Kuro la recibieron sorprendidos y ella se separó entonces. - LOS EXTRAÑÉ MUCHO.

-A mí deberías extrañarme mas. - dijo Kuro mirándola con una sonrisa y los brazos cruzados. - A Kenma solo lo viste ayer por la noche.

-Escuché de Kenma que el domingo tienen un partido importante, y mi tía me dejó ir si es que me voy con ustedes. - dijo ella con una sonrisa y Kenma asintió con la cabeza, indicándole a Kuro que ya había hablado con la tía de ____. - Y adivinen que me compré.

-Qué cosa. - dijo Kuro y ella se quitó su sudadera, enseñándoles una camiseta oficial del equipo masculino de Nekoma para ir a apoyarlos, ambos chicos delante de ella se sorprendieron y la miraron unos segundos. - Está muy linda.

-Espera un segundo. - dijo Kenma acercándose un poco. - Creí que tenías que reposar.

-Ah, bueno, si... - dijo ella rascándose la nuca nerviosa. Su hermano, cansado detrás de ella, era la viva evidencia de que ella había hecho lo que quería al salir del hospital, aunque realmente no podía culparla por eso.

-Tu camiseta está linda. - dijo Kenma revolviéndole el cabello unos segundos, con la misma cara inexpresiva de siempre, ella lo miró con una sonrisa. - Pero ve a hacer reposo, si no, no te llevaré el domingo.

-Está bien. - dijo ella con una sonrisa, se despidió y volvió donde su hermano, quien la miraba algo sorprendido por haber obedecido a Kenma, pues él le gritó todo el camino que no siguiera corriendo, pero ella no lo había escuchado. Kenma miró como ambos se iban del lugar y soltó un suspiro, algo preocupado por ella.

-Qué demonios. - dijo Kuro mirando a su amigo mientras alzaba una ceja. - Ella te obedeció.

-Son las indicaciones del médico, claro que tiene que obedecerlas. - dijo él soltando un suspiro y volviendo a su lugar. La tarde pasó como siempre y cuando ellos iban llegando finalmente a casa, los padres de ____ acababan de irse según sus tíos, así que Kenma fue inmediatamente a verla a su casa. Ella soltó una sonrisa al verlo entrar a su cuarto. - Cómo te has sentido.

-Mucho mas cómoda estando en casa. - dijo ella mientras suspiraba con tranquilidad. Kenma se sentó en la orilla de la cama sonriéndole, tampoco podía ocultar lo feliz que estaba de que ____ finalmente estuviera de vuelta. - Qué hay de ti, parecen emocionados por el partido del domingo.

-Es importante. - dijo él y ella lo miró un par de segundos. - Hemos entrenado un montón para eso, así que perder sería un poco... no lo sé, decepcionante, supongo.

-No lo digas así. - dijo ella sonriéndola divertida. - Detestas perder.

-Cualquier persona detesta perder algo por lo que se ha esforzado. - dijo él y ella soltó una pequeña risa. Kenma miró por la ventana hacia la suya, y al ver su habitación, no pudo evitar pensar en aquel incidente que pasó antes de que ____ cayera al hospital, no sabía si era tiempo de hablar de ello o no, pues no quería alterarla demasiado. - Debería ir a casa, no me he duchado aún.

-¿Ya te irás? - dijo ella y él solo soltó un suspiro, no se movió de donde estaba y sentado a su lado, comenzó a jugar videojuegos en su consola. ____ lo miró un momento, con cara de embobada, Kenma sin duda, era alguien maravilloso. Claro que lo sabía desde antes, pero aún así, cada día la sorprendería aún más.

Le gustaba, y le gustaba muchísimo.

Desde ese día, cuando la ayudó a desahogarse en secundaria, cuando extrañaba su casa e intentaba esconderlo de todo el mundo, pero él si se dio cuenta, desde ese día, no podía quitarle los ojos de encima ¿cómo podía alguien ser tan atento? Era genial, en todos los sentidos, era bueno en el voleibol, era tranquilo, era amable, era guapo, era increíblemente listo y la mimaba como si fuera una princesa.

De tan solo recordar cuando estuvieron a unos centímetros de besarse le daba un escalofrío en la espalda, aunque no quería ilusionarse, él definitivamente se había sentido incómodo. Eso no pudo ser nada más que un accidente, se paró de inmediato, a pesar de que ella sintió que estuvieron una hora así de cerca. Su corazón en ese momento, había latido a mil por hora y tan fuerte que casi podía escucharlo desde afuera. La respiración de Kenma cerca suyo era una sensación inolvidable ¿y si lo hubiese besado en ese entonces?

Kenma volteó a verla por un segundo, ella ya había bajado la mirada a sus manos, sus mejillas estaban sonrojadas y su expresión era extraña, como si estuviese guardándose algo importante que no debería guardar. Kenma miró entonces, cómo ____ mordía su labio inferior unos momentos, por su nerviosismo. Kenma detuvo su mirada allí un momento preguntándose si eran ellos tan blandos y suaves como los había imaginado, él agitó su cabeza un momento y luego se levantó del lugar soltando un suspiro.

-Iré a darme una ducha, estoy un poco cansado. - dijo él estirándose un poco, ___ solo asintió con la cabeza. Kenma paró de caminar en la puerta de la habitación y la miró hacia atrás un segundo. - Ah, y ____.

-Qué pasa.

-En realidad, no quiero que hablemos de esto justo ahora. - dijo él soltando un suspiro y respirando profundo antes de seguir hablando con un sonrojo en el rostro. - Tampoco estoy buscando una respuesta ni nada, pero ese día... me detuve únicamente porque llegaron mis padres.

-Ah, si. - dijo ella desviando un poco la mirada, sonrojada. - Está bien, lo entiendo.

-Me voy. - dijo él yéndose del lugar con un sonrojo en el rostro, ya lo había dicho. _____ se quedó con el corazón acelerado, bombeando muchísima sangre y sintiendo como se llenaba de vida tras escuchar esas palabras ¿el si iba a besarla si sus padres no llegaban? ¿En ese momento en realidad estaba un poco cohibido, o emocionado?

-Ay, Jesús. - dijo ella poniendo una mano en su pecho, sintiendo como su corazón latía con fuerza y su respiración se volvía un poco irregular. Quizás si debía reposar un par de días de esas emociones, iban a terminar matándola. Kuro llegó poco tiempo después a verla también, ella no le dijo nada sobre lo que había dicho Kenma, pero había algo que quería decirle desde antes de irse al hospital. - Kuro... bueno, tengo algo que decirte.

-Adelante. - dijo el chico sentándose en la cama y mirando hacia todas partes. Nunca había estado en un cuarto de chicas. - Soy todo oídos.

-Me gusta Kenma.

-Oh, que sorpresa. - dijo el chico soltando una pequeña risa, ella lo miró un poco fuera de lugar. - Preciosa, todo el mundo lo tiene clarísimo.

-¿Se... nota demasiado?

-Un montón. - dijo el chico soltando una risa por un par de segundos. - Pero tranquila, él aún no lo nota, así que vas muy bien. De otra forma, jamás podrían avanzar.

Me detuve únicamente porque llegaron mis padres.

-Oh recordaste algo. - dijo él coqueto picándola con el dedo mientras ella se sonrojaba. - Qué es.

-Nada...

-Dime.

-No es nada.

-Si hay algo.

-No.

-Yo creo que si.

-Ya te dije que no.

HEARTBEAT [✨Kozume Kenma✨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora