HEARTBEAT [✨Kozume Kenma✨]

Capítulo 30

Aviso: Contenido subidito de tono en este capítulo:3                                               ~La autora<3

-Kenma... - jadeó unos segundos ____ apoyada en el mueble de la cocina mientras su novio la besaba intensamente, era completamente irónico que todo eso fuera gracias a que Kenma se había tropezado con una de las papas que Kuro había traído. Por una bendita papa.

Kenma tenía a ____ acorralada, y el pie ya no era lo único que estaba caliente. Se estaban besando así hace muchísimo rato, ambos estaban bastante acalorados por la situación, Kenma no parecía tener intenciones de dejarla ir, y mientras _____ jadeaba, menos ganas tenía de terminar con todo eso.

-Kenma... estamos en la cocina... - dijo ella jadeando y Kenma se separó un segundo de ella y miró a su alrededor. Tenía razón, a pesar de que las cortinas estuvieran cerradas, se no era un lugar indicado para hacer eso. El chico se separó de ella, soltando un suspiro frustrado y fue a cerrar la puerta con la llave, y apagó las luces, todas menos la de la escalera. El chico tomó la mano de su novia rápidamente y la llevó hasta el segundo piso y luego a su cuarto, cerrando las cortinas de este y la ventana. Ella se le quedó mirando como cerraba la puerta a sus espaldas y volvía a besarla con la misma intensidad que antes, o incluso un poco más.

Fue solo cosa de segundos que ____ quedara de espaldas en la cama, acorralada aún por su novio, quien parecía mucho más energético que de costumbre. Kenma dejó de besarla un par de segundos para mirarla frente a él, incluso pensó que iba a intimidarse al detenerse, pero realmente quería mirarla. ____ estaba allí recostada, su cabello que siempre estaba atado en una trenza en su nuca, ahora estaba suelto y desordenado sobre la ropa de cama. Las mejillas de su novia estaban sonrojadas, ella soltaba jadeos mientras lo miraba impresionada, pero sin intenciones de detenerlo. Kenma respiró con un poco de dificultad, jadeando un poco ¿y ahora qué? Ella estaba justo allí, frente a él, a su completa merced.

-¿Quieres... continuar? - dijo Kenma haciendo que ____ lo mirara sonrojada, ella lo miró algo indecisa. No tenía nada de malo continuar, claro que no lo tenía, pero estaba nerviosa. Kenma no era generalmente de esa forma, parecía muy... sexy. ____ podía sentir como su zona baja palpitaba y le trataba de comunicar que, por favor, no se detuviera. Kenma fue más rápido esta vez y salió de encima de ella, sentándose a su lado y acariciándole el cabello. ____ lo miró un tanto desconcertada. - Está bien, quizás me adelante un poco. Me aproveché de la situación de que no están tus tíos en casa, lo siento.

-No, está bien. - dijo ____ sentándose rápidamente. Kenma tomó el control del televisor y lo encendió, luego miró a su novia con una sonrisa, ella lo miraba un tanto preocupada por la situación, intentando descifrar qué hizo que se detuviera. - No... me molesta.

-Está bien. - dijo él acercándose unos segundos y acariciando su cabello. - Pero prefiero esperar a que estés lista. Quién sabe, incluso quizás yo no estoy del todo listo.

-Parecías muy decidido...

-No quiero hacer algo que tu no quieras, respetaré tu tiempo. - dijo él soltando un suspiro, acariciando su rostro. - No quiero en absoluto hacerte daño, o pasarte a llevar.

-Yo... sí quiero hacerlo. - dijo ella sonrojándose completamente, pero mirando a Kenma fijamente a los ojos, sorprendiéndolo. - Solo que... no sé cómo hacerlo, o qué hacer. Nunca he... llegado tan lejos y no sé qué debería hacer.

-Yo tampoco, solo... - dijo el chico pensándolo un momento y soltando un suspiro, completamente sonrojado. - Solo me dejé llevar, es todo... El beso es el detonador... al parecer...

-El beso, sí. - dijo ella y Kenma solo asintió con la cabeza mirando el control remoto, un poco tímido. _____ recordó lo que había pasado la última vez antes de que llegara la madre de su novio, y entonces subió al regazo de Kenma, dejando cada una de sus rodillas a los costados del cuerpo del chico, sorprendiéndolo. Ella no dudó un segundo más y comenzó a besarlo, aun así lentamente, de la intensidad se encargó él.